¿Gran despacho, 'big four' o emprender? Pros y contras de las salidas laborales en derecho

A principios de mes, el Ministerio de Justicia publicó la lista provisional de admitidos para la primera convocatoria del examen de acceso a la abogacía de 2022. En las próximas semanas, el organismo deberá concretar una fecha para una prueba que aglutinará a los más de 6.000 aspirantes que buscan engrosar el número de abogados en nuestro país, que actualmente asciende a 247.000. Este examen habilitante, no obstante, es tan solo un primer paso hacia el verdadero reto de los recién graduados: introducirse en el mercado laboral del sector legal.

Empezar a ejercer como abogado no es sencillo. A la alta competitividad y exigencia del sector se le une una amplia diversidad de salidas profesionales que, sin embargo, apenas se abordan durante la etapa universitaria. Con la intención de ayudar a los jóvenes en este camino, la Agrupación de Jóvenes Abogados (AJA) de Madrid ha elaborado una guía práctica para estudiantes de Derecho en la que desgrana las posibles oportunidades profesionales. El texto, que se ofrecerá gratuitamente en formato 'e-book' a partir del próximo 18 de mayo, hace un repaso de todas las opciones y destaca sus ventajas e inconvenientes. Estas son algunas de ellas.

Grandes bufetes vs. 'big four'

¿Qué ventajas ofrece una gran consultora frente a una firma de gran tamaño, ya sea española o internacional? Para Paloma Díaz, vicepresidenta de AJA Madrid y una de las autoras del libro, estas opciones son bastante similares. "Trabajar en empresas de este tipo te abrirá las miras hacia una carrera profesional a largo plazo, donde dedicarás una gran parte de tu vida al despacho y, a cambio, recibirás un buen sueldo, formación continua de calidad y posible movilidad internacional. Si superas los objetivos con buenas evaluaciones, además, podrás promocionar y aumentar la nómina", enumera.

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Ahora bien, la abogada señala que las consultoras tienen una característica muy marcada, y es la hiperespecialización. "Los despachos grandes y medianos se dividen en áreas jurídicas o sectoriales y dentro de ellas trabajan todo lo relacionado con ese ámbito. Pero, en las 'big four', esta división es mucho más marcada", describe. Así, por ejemplo, el departamento de Derecho Fiscal cuenta con subdepartamentos especializados en temas concretos, como tributación indirecta, impuesto sobre sociedades o precios de transferencia.

Esta hiperespecialización tiene un aspecto positivo, y es que permite al profesional adquirir mucho conocimiento y experiencia en un ámbito en concreto, lo que ayuda a hacerlo destacar en el mercado. Por otro lado, Díaz recuerda que centrarse en solo un sector muy concreto, especialmente al principio de la carrera, tiene un efecto negativo, y es que "cercena" el desarrollo profesional del abogado. "Si solo sabes de una pequeña cosa, te dedicarás a ello toda la vida e, indudablemente, podrás ser el mejor en ello, pero no sabrás nada más", alerta. En la misma línea, la trayectoria laboral se verá muy marcada por esa materia, y el profesional lo tendrá más difícil para saltar a otros departamentos o a bufetes más generalistas.

Firma pequeña vs. gran despacho

Frente a la especialización existente en grandes firmas y 'big four', Díaz destaca las ventajas de trabajar en un despacho pequeño, especialmente si no tienes claro qué área jurídica es la que más te interesa. "Te formarás en Derecho y trabajarás directamente con el maestro, aprendiendo gestión y atención al cliente y trabajando los casos de forma global, no solo una parte de ellos", indica en el libro, y recomienda dedicar al menos un año en estas estructuras.

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Asimismo, la guía considera que ejercer en bufetes de menor tamaño tiene otro factor positivo para el letrado recién incorporado al mercado laboral, y es que ayuda a desarrollar capacidades resolutivas y la seguridad en sí mismo, ya que la responsabilidad profesional suele ser mayor. "En equipos más grandes, debes consultar todas las decisiones. Es habitual que los superiores revisen tu trabajo", señala el texto.

Bufete vs. asesoría jurídica de empresa

¿Qué bondades ofrece ejercer como abogado en una compañía en comparación con hacerlo desde un bufete? Para Díaz, el principal elemento es la calidad de vida facilitada por las condiciones laborales más ventajosas. "Las empresas grandes y medianas han avanzado mucho en materia de racionalización de horarios y conciliación, facilitando no solo jornadas más razonables, sino el trabajo. Un avance que, por desgracia, no está tan extendido entre los despachos", detalla.

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Por el contrario, las compañías están muy limitadas por el sector en el que se enmarcan. De nuevo, entra en juego la especialización, que puede ser un factor muy atractivo para el recién graduado que tenga claro el ámbito en el que quiere ejercer, pero no para que el que todavía no lo haya decidido.

En todo caso, la abogada recomienda trabajar unos años en bufetes o 'big four' y, de ahí, dar el salto a la asesoría jurídica. "Para la empresa, serás un activo de valor, no solo por el 'expertise' concreto que puedas tener, sino por las habilidades y la visión global del Derecho que hayas adquirido en el despacho de abogados", desarrolla.

Emprender

Por otro lado, el libro aborda la posibilidad de trabajar como autónomo en un despacho propio. Esta salida puede resultar muy atractiva para aquellos que busquen independencia y flexibilidad. Se trata, no obstante, de una opción en absoluto sencilla, especialmente durante los primeros años. "Los ingresos son irregulares, incluso hay meses que los gastos superan a las ganancias", advierte Alberto Cabello, coautor y presidente de AJA Madrid. Esta situación es habitual sobre todo en los comienzos, cuando el abogado tiene muchos gastos iniciales, pero todavía no tiene una cartera de clientes sólida ni una red de contactos que le pueda generar negocio.

Además, como todo autónomo, el letrado que decide emprender debe hacer cargo a una serie de pagos fijos, como el RETA, las mutualidades o las cuotas del Colegio de Abogados. "Debes contar con que los tres primeros años de profesión son duros a nivel económico, pero, transcurrido ese periodo, comienzan a surgir oportunidades y sinergias que hacen crecer tu proyecto", asegura.

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En este sentido, la guía aconseja minimizar costes desde un principio en la medida de lo posible. Por ejemplo, comenzando a ejercer en un 'coworking', un espacio que no solo resulta más asequible, sino que también ayuda a generar sinergias con otros profesionales. Asimismo, estos contactos son de gran utilidad para los abogados emprendedores, ya que les permite pedir opiniones ajenas acerca de una estrategia procesal, un presupuesto o, simplemente, resolver cualquier duda jurídica.

Más allá de estos elementos, Cabello insiste en que ejercer en un bufete propio tiene varias ventajas. Para empezar, la retribución, que dependerá del negocio generado en vez de ser una cuantía fija. Además, permite al abogado organizar su jornada laboral según sus propias necesidades y no depender de terceras personas para tomar decisiones como la posibilidad de teletrabajar, tomar un día libre o terminar la jornada antes de lo previsto. "El trabajo de autónomo es arduo, requiere de un constante reciclaje y una capacidad de sacrificio brutal, por lo que debes poner en una balanza qué te compensa más y autoanalizarte con total sinceridad para ver si eres capaz de iniciar tu propia aventura o eres carne de asalariado", subraya.