Es noticia
Fichajes, fugas y sueldazos se convierten en los grandes dolores de cabeza de los bufetes
  1. Jurídico
Lo económico queda en segundo plano

Fichajes, fugas y sueldazos se convierten en los grandes dolores de cabeza de los bufetes

Una encuesta revela cómo las cuestiones relacionadas con la captación y retención del talento escalan las primeras posiciones de las preocupaciones de los socios directores de los grandes despachos

Foto: Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Superado cualquier vestigio de temor a que la pandemia pudiera tener un impacto negativo en el negocio y la rentabilidad de los grandes despachos de abogados, las cuestiones vinculadas con el talento se erigen en la principal preocupación de los socios directores de las firmas del sector legal. Ante la intensa actividad en que se encuentra sumida la abogacía de los negocios, gracias a la enorme liquidez existente en el mercado y al optimismo que ha imperado en los últimos meses —y a la espera de conocer el impacto de la invasión rusa de Ucrania—, los bufetes se encuentran sumidos en una feroz batalla por el mejor talento. Y sus consecuencias ya están quitando el sueño a más de uno en sus cúpulas, según pone de manifiesto un reciente estudio.

Según el último informe 'Law Firm Business Leaders Report', que elabora cada año la editorial jurídica Thomson Reuters, los tres principales riesgos que detectan los socios directores de los bufetes para la rentabilidad de sus organizaciones tienen que ver con la gestión de las personas. Así, nueve de cada 10 consultados señalaron como 'riesgo alto' o 'riesgo medio' la captación y retención de los abogados; la primera opción fue elegida por el 51%, mientras que por la segunda optó el 35%.

La segunda gran inquietud que refleja la encuesta es el 'robo' de profesionales por parte de firmas de la competencia, que preocupa a casi siete de cada 10 (el 31% lo señaló como riesgo alto; el 38% como riesgo medio). Las subidas de sueldo son el tercer gran dolor de cabeza, siendo una de las opciones marcadas por el 75% de los encuestados.

"Irónicamente, la recuperación económica está produciendo las mayores amenazas para la rentabilidad del futuro", indica el informe, dado que ha desatado una "creciente guerra de talento, con implicaciones significativas para los costos, la rotación y la capacidad de las firmas para optimizar o, en algunos casos, incluso, contar con el personal adecuado para los asuntos". Esta batalla por los mejores abogados, enfatiza el texto, "podría complicar los planes de crecimiento y expansión" de algunos despachos.

Los datos que muestra el estudio de Thomson Reuters coinciden con la valoración trasladada en los últimos meses por los socios directores de despachos en España. "Es cierto que hay una auténtica batalla [por el talento] en dos momentos diferentes", expuso Ignacio Gómez-Sancha, socio director de Latham & Watkins, en una entrevista con este diario publicada a finales de septiembre del pasado año. La primera, explicó, tras la etapa de formación de los futuros abogados. La segunda, a partir de los dos o tres años de experiencia, cuando "ya se empieza a ver quién será el Michael Jordan del futuro; ahí es donde existe una grandísima pelea".

Semanas después, también en una conversación publicada en El Confidencial, Pedro Pérez-Llorca, socio director de Pérez-Llorca, suscribía las palabras de Gómez-Sancha. "Es cierto que existe una competencia enorme por atraer a los mejores", aseveraba, una circunstancia que se producía, en su opinión, por la suma de dos factores. El primero, "estructural", es la introducción del máster de acceso a la abogacía, que ha introducido una barrera de entrada a la profesión y está provocando que muchos jóvenes se decanten por opciones profesionales más directas, como la banca de inversión o la consultoría. El segundo, "coyuntural", el momento de fuerte crecimiento económico.

Foto: Una oficinista con mucho estrés. (iStock)

Jorge Vázquez, socio director de Ashurst en Madrid, situó en el fin de la formación de los futuros letrados el momento en que "la pelea es más feroz". E, incluso, expuso la desventaja a la que se enfrentan las firmas de la zona media del mercado, al carecer de los "contactos" y la "preferencia" que tienen algunos grandes despachos en las universidades "para acceder a los mejores expedientes".

¿Burbuja salarial?

Esta batalla por el talento, como refleja la tercera de las preocupaciones que detecta el informe, está traduciéndose en una fuerte competición salarial que empieza por la base y se extiende por todas las categorías profesionales de los despachos. En Londres, las firmas más importantes (Linklaters, Allen & Overy, Clifford Chance...) ya pagan a sus recién licenciados salarios por encima de las 100.000 libras (cerca de 120.000 euros). En el mercado neoyorquino, por su parte, las retribuciones resultan aún más estratosféricas.

Sin llegar a esas cifras, los bufetes en España también han llevado a cabo en los últimos meses revisiones salariales al alza. Como informó este diario, Uría Menéndez aplicó un incremento general que, en concreto para los júniors, situó su retribución inicial en los 42.000 euros anuales. El presidente ejecutivo de Garrigues, Fernando Vives, en una intervención ante la prensa la semana pasada, también indicó que su despacho ha subido los salarios de entrada. "Es algo que hacemos cada dos o tres años", explicó, "pero lo tomamos con naturalidad, porque queremos que nuestros profesionales estén bien pagados".

Foto: Coral Yáñez e Isidro del Moral, socios codirectores de Bird & Bird. (Fotografía: Isabel Blanco)
TE PUEDE INTERESAR
Yáñez y Del Moral (Bird & Bird): "Hay algo de burbuja en los salarios de los abogados"
Pedro del Rosal Fotografía: Isabel Blanco

Asimismo, Vives indicó que, en su opinión, el sector legal español está mejor equilibrado, en este sentido, que los despachos internacionales. "La distancia entre lo que gana un abogado que empieza su carrera y un socio es mucho mayor en los despachos de Londres que en los nacionales, esa es una gran diferencia respecto de lo que ocurre en el Reino Unido", resaltó.

Los socios codirectores de Bird & Bird, Coral Yáñez e Isidro del Moral, en una entrevista en El Confidencial publicada en febrero, reconocían la presión existente en materia retributiva. "A ello hay que sumar el problema de la inflación", agregó Del Moral (antes de que la guerra en Ucrania disparara aún más los precios), que indicaba la necesidad de que en los despachos se encuentre un "punto de equilibrio" entre mejorar los sueldos para seguir siendo competitivos y "unos 'rates' que el mercado sea capaz de absorber y seguir manteniendo la rentabilidad". Yáñez agregaba que, en su opinión, sí existe "cierta burbuja, pero si el negocio lo genera y podemos pagarlo, habrá que asumirlo".

"Es lo que hay", remataba la socia directora de Squire Patton Boggs, Teresa Zueco, al respecto, y atribuía la actual situación a un problema de falta de profesionales cualificados. "Oferta y demanda están muy alejadas, y eso ha provocado una competición. Las 'soft skills' no bastan para atraer y retener el talento", argumentaba.

Los problemas de negocio, en segundo plano

La preocupación por las cuestiones relativas a la gestión del talento han dejado en un segundo plano, subraya el informe de Thomson Reuters, los factores que en 2020 se señalaron como grandes amenazas a la rentabilidad de los despachos. En dicha edición, la situación económica general y el rendimiento de los letrados fueron los riesgos más repetidos por los socios directores entrevistados, ambas dos vinculadas al efecto de la pandemia sobre los negocios y la actividad económica. En cambio, nada de lo relacionado con la gestión de las personas aparecía entre los cinco principales peligros.

Foto: Las asesorías jurídicas y los bufetes medianos y pequeños despiertan poco interés. (iStock)

Así, en la última edición, los líderes de los bufetes eligieron como cuarto riesgo el rendimiento de sus abogados y, en quinta posición, la guerra de precios entre los propios despachos. En sexto lugar, pero siendo mencionada por nueve de cada 10 encuestados, aparece la inquietud por la presión de los propios clientes para que las firmas rebajen sus honorarios. Completan las 10 primeras posiciones de riesgos para la rentabilidad de las organizaciones, la productividad de la plantilla, la falta de diversidad, la situación económica general y la falta de capacidad interna para responder a la creciente demanda de servicios jurídicos.

Superado cualquier vestigio de temor a que la pandemia pudiera tener un impacto negativo en el negocio y la rentabilidad de los grandes despachos de abogados, las cuestiones vinculadas con el talento se erigen en la principal preocupación de los socios directores de las firmas del sector legal. Ante la intensa actividad en que se encuentra sumida la abogacía de los negocios, gracias a la enorme liquidez existente en el mercado y al optimismo que ha imperado en los últimos meses —y a la espera de conocer el impacto de la invasión rusa de Ucrania—, los bufetes se encuentran sumidos en una feroz batalla por el mejor talento. Y sus consecuencias ya están quitando el sueño a más de uno en sus cúpulas, según pone de manifiesto un reciente estudio.

Despachos Abogados Rentabilidad Isidro del Moral Inflación Uría y Menéndez Garrigues Latham & Watkins Pandemia Recuperación económica Conflicto de Ucrania
El redactor recomienda