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El mercado de fichajes de abogados está que arde: estas son las 10 razones que lo explican
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Un 2021 de récord

El mercado de fichajes de abogados está que arde: estas son las 10 razones que lo explican

Despachos y abogados admiten que, desde comienzos de año, los contactos para cambiar de firma se han disparado. El covid, las aspiraciones profesionales y la mayor agresividad de los 'headhunters' explican este fenómeno

Foto: Entrevista de trabajo. (iStock)
Entrevista de trabajo. (iStock)
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Arde el mercado de fichajes en el sector legal. No hay semana en la que no se publiquen dos, tres o hasta cuatro contrataciones de calado de socios en los grandes despachos. Pero los movimientos que cristalizan son solo la punta del iceberg. Por cada uno de ellos, se produce un sinfín de contactos previos y llamadas de tanteo, tanto de otras firmas como de 'headhunters'. Ninguno de los socios y asociados consultados recuerda, al menos no en los últimos años, tal nivel de actividad. "Antes recibías unas cuatro o cinco llamadas cada dos meses. Ahora las tienes en uno o, incluso, en 15 días", describe en la asociada de una gran firma que, sin embargo, asevera no tener interés en cambiar de despacho; es decir, la llaman sin que ella esté buscando activamente un cambio.

Los bufetes y las firmas de cazatalentos coinciden en que, desde el pasado mes de diciembre, el sector vive un momento especialmente intenso en materia de contrataciones. Sin embargo, disienten en las causas que lo explican. La mayoría de ellas, eso sí, tienen su origen en el impacto que la pandemia ha tenido tanto en las organizaciones como en los propios letrados. Aunque también hay factores ajenos al covid, como la creciente competencia en el mercado del 'headhunting', que está llevando a sus profesionales a ejecutar estrategias cada vez más agresivas. Estas son las diez razones que explican el fervor en el mercado de fichajes.

1. El 'rebote' tras la parálisis del covid

El estallido de la pandemia, en el primer trimestre de 2020, produjo un 'shock' generalizado en los despachos, que decidieron suspender gran parte de sus procesos de contratación hasta poder evaluar el impacto real que tendría el covid en la economía y en sus propias estructuras. "Las firmas, especialmente las internacionales, que cierran su ejercicio fiscal en abril, adoptaron políticas muy conservadoras; tenían que pedir permiso a la matriz hasta para incorporar a un junior", explica un 'headhunter'. Sin embargo, la campaña de vacunación y la reactivación económica han disparado el optimismo de los bufetes, que se han lanzado a recuperar el tiempo perdido, lo que ha impulsado con más fuerza dicho 'rebote'.

Foto: Tras testarlo un año, lo cierto es que el teletrabajo no convence a las firmas.

"En junio o julio del año pasado los abogados no querían moverse; y en septiembre y octubre aún duraba esa desconfianza", agrega Javier Moreno, socio director de la firma Iuristalent; "ahora, sin embargo, hay confianza y ganas de apostar. Vemos movimiento en todos los niveles". La mejoría económica también ha ampliado las áreas en las que se buscan profesionales. Si laboral, concursal y reestructuraciones fueron los departamentos 'estrella' de la segunda mitad del año pasado, en este se ha disparado la demanda de abogados de M&A, financiero, seguros y mercado de capitales. "Se da la paradoja de que hay mucho trabajo, tanto del destructivo, propio de las crisis, como del constructivo de las épocas de bonanza", remata Moreno.

2. El virus como acelerador de estrategias

El virus también ha tenido un efecto psicológico sobre las organizaciones, mostrando que las circunstancias pueden cambiar de un día para otro de forma imprevista. Lo cual, subraya José Ignacio Jiménez, socio fundador de Talengo, "ha acelerado la ejecución de estrategias que quizás antes se proyectaban a medio o largo plazo". En su opinión, uno de los grandes aprendizajes que ha traído la pandemia es que no tener hechos los deberes a tiempo puede tener graves consecuencias. En materia de contrataciones, pero también de ajustes. De hecho, aunque muchas 'bajas' no han trascendido, el covid ha provocado que muchos bufetes aceleren salidas previstas, o se decidan en situaciones dudosas. En estos casos, no obstante, el factor más determinante ha sido el económico.

3. Nuevas demandas de los clientes

La reflexión sobre la necesidad de reinvención y de acelerar planes que se encontraban en barbecho o se estaban abordando con calma no solo se ha producido en el sector legal, también en el mundo de la empresa. Los clientes también han demandado asesoramiento legal para embarcarse en nuevos proyectos, lo que ha trasladado a las firmas importantes exigencias en materia de contratación de profesionales o creación de equipos y áreas de negocio que antes no tenían o se encontraban relegadas en segundo plano. No contar con esa especialidad o con un socio capaz de captar esas oportunidades es, directamente, estar perdiendo negocio. Así, en los últimos meses muchos despachos han anunciado la creación de áreas como concursal, nuevas tecnologías, seguros o reestructuraciones.

Foto: Ilustración: EC Diseño.

4. Desconexión por el confinamiento

El socio director de un despacho internacional relata otro factor que, en su opinión, ha contribuido al baile de profesionales en el sector: la desconexión que el confinamiento provocó en algunos abogados respecto de su organización. "Este trabajo es duro y exigente y, para mucha gente, su mayor motivación es sentirse parte de un equipo, compartir los éxitos y las decepciones, o aprender de sus compañeros. Tras el encierro, detectamos que algunos profesionales volvieron diciendo que se habían dado cuenta de que esta profesión no les gustaba tanto como creían antes". Experiencias como la descrita explican, al menos en parte, el interés de las cúpulas de muchas firmas en que las plantillas vuelvan a las oficinas. "El vínculo de una persona con su entorno depende de la presencia física; el sentimiento de pertenencia se genera con el contacto", añade Juan San Andrés, consultor experto en dirección de organizaciones y RRHH, para quien "se ha trivializado en exceso el impacto del teletrabajo".

5. Mala gestión emocional de la pandemia

José Ignacio Jiménez también detecta movimientos motivados "desafección emocional" del profesional con su propio despacho, debido a la mala gestión que la dirección del mismo ha llevado a cabo durante la pandemia. El covid introdujo un importante factor de estrés personal en las plantillas y, a su vez, disparó el trabajo y las necesidades de asesoramiento de las empresas. Angustia, jornadas interminables y, todo ello, encerrados en casa con circunstancias muy diversas. No todos los bufetes supieron manejarse en ese contexto y cuidar a sus equipos, por lo que el 'headhunter' augura "movimientos relevantes" de aquí a final de año impulsados por este factor.

No todos los bufetes supieron cuidar a sus plantillas en el confinamiento y eso ha roto el vínculos entre profesionales y organizaciones

6. Asociados que quieren ser socios

El covid frenó o retrasó la designación de nuevos socios en muchos despachos, especialmente en los ingleses, que debían nombrarlos a finales de abril, momento en el que la incertidumbre por el covid era máxima. Esta situación, como señala Sancho Peña, de Page Executive, inquieta a los asociados con más experiencia —la paciencia no es una cualidad que abunde en la abogacía de primer nivel— que ya se han fijado como meta alcanzar el 'partnership'. En todo caso, el 'headhunter' recuerda que en las firmas internacionales alcanzar la categoría de socio "es siempre muy complicado", incluso en situación de normalidad. Se trata, por tanto, de un movimiento habitual que, simplemente, se ha acelerado por la pandemia.

Foto: Las grandes firmas han apostado por no congelar nombramientos. (iStock)

7. Talento descentralizado

Una circunstancia totalmente nueva en la que coinciden todos los cazatalentos consultados es en lo que denominan 'talento descentralizado'. "Antes de la pandemia, era imposible pensar en cubrir ninguna una posición con un abogado que no residiera en la misma ciudad en la que el bufete tenía la oficina; ahora ya no", afirma Sancho Peña. Otro 'headhunter' que prefiere permanecer sin identificar admite que hasta hace un año no habían recibido ningún encargo de buscar un profesional en Londres. "Y ahora sí lo hacemos". El tabú del presencialismo se ha roto también para la captación de talento. Si el candidato lo merece y la tarea puede desempeñarse de forma deslocalizada, ¿por qué no?

8. 'Headhunters' más agresivos

Varios bufetes también creen que influye en la volatilidad del mercado la mayor agresividad de los 'headhunters'. "Antes eran reactivos; esperaban a que les llamaras para trasladarles una necesidad y ponerse a trabajar. Ahora ya no. Supimos de un cazatalentos que decía que buscábamos un socio para un área determinada y estaba recopilando candidatos, cuando no le habíamos hecho ningún encargo en ese sentido. Esa actuación nos generó una situación muy incómoda", describe el socio director de un gran despacho. También hay quien sospecha que algunas firmas de 'headhunting' ofrecen posiciones inexistentes solo para captar currículums. La realidad es que esta actividad está sometida cada vez a una mayor presión y competencia. De hecho, hay cazatalentos realizando búsquedas para despachos en Madrid desde Londres o Milán. Todo ello ha obligado a estos profesionales a ser más proactivos e incisivos.

9. Los 'millennials' siguen siendo muy 'millennials'

Este factor no es nuevo, pero contribuye a la falta de estabilidad en las plantillas. "Los 'millennials' siguen moviéndose al mismo ritmo que antes de la pandemia. Sus ciclos laborales son mucho más cortos, incluso, llevando a cabo procesos de cambio que no están lo suficientemente reflexionados", expresa Javier Moreno. Las nuevas generaciones han roto la regla no escrita de que, para no dar mala imagen en el mercado, no es conveniente cambiar de despacho antes de los tres o cuatro años. "No hay miedo a rotar. Picotean más, y eso va en detrimento de su formación", remata Moreno. Un riesgo que, para Juan San Andrés, puede potenciarse en el actual contexto de 'calentura' en el mercado. "En estas circunstancias hay muchos abogados que pueden verse deslumbrados por ganar 6.000 euros más al año, pero mi recomendación sería que no dieran el salto sin haber estudiado bien otras circunstancias como la calidad humana y profesional de su futuro equipo, la cartera de clientes o la perspectiva de carrera", aconseja.

Foto: Foto: iStock.

10. El salto a una asesoría jurídica

Las asesorías jurídicas de las grandes empresas siguen siendo una salida natural para muchos abogados de grandes despachos que buscan mayor certidumbre y control sobre la gestión de su tiempo. No porque la carga de trabajo y los horarios sean menores en este tipo de compañías, pero sí se reabaja la inestabilidad que provoca la dependencia del cliente —externo—. El covid, en la medida en que ha agitado muchas conciencias, ha acelerado que muchos profesionales activen el salto al otro lado de la profesión.

Bonus track: consecuencias para los bufetes

La agitación en las plantillas no sale gratis a las firmas. De hecho, les provoca un importante número de dolores de cabeza, según explica Ignacio Escobar, exdirector de RRHH de Cuatrecasas y consultor experto en personas. "La marcha de un abogado, especialmente cuando ya tiene unos años de experiencia, dispara las alarmas y el nerviosismo". Por tres razones. La primera es que traslada un mensaje interno de que quizás el despacho está pagando a sus profesionales por debajo del mercado, lo cual inquieta a las direcciones. La segunda es porque se trata de letrados que ya tienen capacidad de gestionar directamente clientes y sacan mucho trabajo. Y, por último, porque la búsqueda de un sustituto no resulta en absoluto sencillo.

Arde el mercado de fichajes en el sector legal. No hay semana en la que no se publiquen dos, tres o hasta cuatro contrataciones de calado de socios en los grandes despachos. Pero los movimientos que cristalizan son solo la punta del iceberg. Por cada uno de ellos, se produce un sinfín de contactos previos y llamadas de tanteo, tanto de otras firmas como de 'headhunters'. Ninguno de los socios y asociados consultados recuerda, al menos no en los últimos años, tal nivel de actividad. "Antes recibías unas cuatro o cinco llamadas cada dos meses. Ahora las tienes en uno o, incluso, en 15 días", describe en la asociada de una gran firma que, sin embargo, asevera no tener interés en cambiar de despacho; es decir, la llaman sin que ella esté buscando activamente un cambio.

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