Exèrcit Català o Diada del Soldat: grupos independentistas banalizan la violencia

El último informe del Catalonia Global Institut (CGI), un think tank independentista catalán ubicado en Suiza, admite por primera vez que en el procés hubo violencia. Disculpaba estos atisbos aduciendo que se practicó solamente contra "bienes", pero que nunca fue dirigida hacia personas. Las manifestaciones de otoño de 2019 convocadas por Tsunami Democràtic, sin embargo, desmienten esta teoría. Los manifestantes practicaron el tiro al policía, convirtiendo a los agentes en la diana de pedruscos, tornillos, objetos contundentes e incluso cócteles molotov. Y un sector radical del soberanismo normaliza ahora la violencia.

En las redes se ha vislumbrado la intención de determinados grupos de recurrir a la violencia —o, al menos, hacer apología de ella— para alcanzar la independencia. Así se ha generado una gran campaña de banalización que aborda el tema sin los tabús que hasta hace poco había. Círculos vinculados a una asociación de moteros han promovido un Exèrcit Català (Ejército Catalán) al que denominaban Cat Forces. Uno de sus integrantes se permitió el lujo de fotografiarse con pistolas. El activista, que responde a las siglas F. X. F., residente en una localidad del Maresme, incorporaba imágenes y consignas independentistas de corte radical.

En muchas fotografías, aparecían gran cantidad de armas largas y cortas, pero esas posiblemente no fueran de él ni del grupo. F. X. F. trabaja en el sector de la seguridad, pero, según fuentes consultadas por El Confidencial, no tiene licencia de armas. Su domicilio es una casa que está a nombre de una empresa familiar del sector inmobiliario.

La proyección del ejército catalán es algo más que un juego en las redes: es la verbalización de una manera de vivir y de entender la sociedad que incluye el uso de la fuerza para proteger lo que se consideran derechos inalienables. En los círculos en los que se mueve F. X. F., también se hace apología de un grupo denominado Guerrers Catalans, con el lema "Patria o mort" ("Patria o muerte"), y el propio activista se hizo eco de fotografías de iconos y parafernalia de él.

Para el CGI, solo se puede considerar que hubo violencia contra las personas si algún grupo admite explícitamente que se organizaron comandos expresamente, lo que no ha ocurrido nunca. De hecho, los ataques a policías fueron siempre camuflados como actos de "derecho a la defensa" y justificados por el independentismo en general. Este think tank que revisa las teorías sobre la violencia durante el procés, según fuentes consultadas por este diario, tiene conexiones con la Societat d’Estudis Militars (SEM), otra plataforma de estudiosos surgida de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

En realidad, la SEM es la antigua sectorial de Defensa de la ANC, sacada de la estructura de esta organización para evitar proyectar una imagen militarista de la misma. Ambos grupos, pues, tienen un origen común, puesto que la cúpula del CGI también posee responsabilidades en la entidad independentista catalana que preside Dolors Feliu. En el último trimestre de 2023, la SEM encargó un estudio de campo a Gesop, que concluyó que el 49,2% de los catalanes están a favor de unas "fuerzas de defensa catalanas". El 40,8% de los encuestados están en contra. Los más favorables a unas fuerzas armadas, según el informe, son los jóvenes de entre 16 y 29 años, que apoyan un futuro ejército catalán en un 63,1%.

Un desfile militar

Los grupos Moviment Identitari Català (MIC) y Renaixença Nacional Catalana (RNC), considerados de extrema derecha por el independentismo parlamentario, también se abonan a la parafernalia y la estética militarista. El pasado 14 de enero, convocaron actos en conmemoración de la Diada del Soldat Català. En su acto cumbre, llegó a reunir a una veintena de personas en el tradicional homenaje, entre las que había varios activistas con el uniforme paramilitar pardo y con el ave fénix (de infaustas reminiscencias) en las hebillas de sus cinturones.

Además, portaron banderas con la cruz roja sobre fondo blanco con el ave fénix en medio, así como banderas independentistas de color negro (la que ayudó a diseñar Quim Torra) y brazaletes con la bandera catalana. En el acto de homenaje al soldado catalán, se realizó una parada militar con lectura de discursos y formación típicamente castrense.

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"En estas horas indecisas y confusas, nosotros levantamos aún más alto nuestra bandera nacional. Cataluña solo tendrá esperanza si se sabe defender ella misma. ¡Por la memoria de los mártires caídos en combate!", alardeó la organización por las redes sociales. El himno que desde hace semanas distribuye el MIC entre sus activistas tiene pasajes tan gloriosos como estas estrofas: "Loemos la lámpara del odio no extinta / en el pecho del soldado catalán (...) Loemos la sangre redentora / del soldado catalán (...) Loemos la sangre, los músculos, la fuerza / El coraje del voluntario catalán / Loemos la muerte heroica, loemos la vida nueva / Loemos la victoria y la libertad".

Para marzo, tienen previstos actos de homenaje a Daniel Cardona, uno de los ídolos del independentismo radical (y de Quim Torra, según su propia confesión), así como uno de los fundadores del grupúsculo Nosaltres Sols (Nosotros Solos), clasificado como xenófobo, integrado en ERC durante la República.

El pasado 25 de diciembre, una decena de uniformados en formación militar y con banderas esteladas hizo otro homenaje ante la tumba del expresidente de la Generalitat Francesc Macià, en el cementerio de Montjuic, con ocasión del aniversario de su fallecimiento. "Cuando un imperialista de Castilla ve a un catalán con honor, con fidelidad y con carácter, sabe que su derrota se aproxima. Los identitarios tenemos claro el mensaje, honor y carácter. ¡Nosotros no seremos derrotados nunca! La tiranía será derrotada...", advertía la organización para conmemorar el aniversario de la muerte del político.

Haciendo caja

El MIC se ha posicionado en el debate sobre la inmigración. La CUP, por medio de la concejala Basha Changue, abomina del modelo de control de inmigración propuesto por Junts, aduciendo que es "un modelo caduco. Las diferencias culturales no son un crimen ni nos hacen menos catalanes. Señores de Junts, más que ir criminalizando la inmigración y dando a entender que los migrantes y descendientes somos delincuentes potenciales, es preciso ir a la raíz de la cuestión: el modelo de convivencia".

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Pero para modelo de convivencia, el MIC ya tiene el suyo: "¡Eso es la CUP! Nosotros continuamos pidiendo lo mismo, la naturalización, la normalidad de un país. O naturalización o expulsión, porque no queremos una sociedad paralela. Queremos la Cataluña catalana de nuestros abuelos y padres, la Cataluña viva, la auténtica, la natural". Precisamente el lema "Per una Catalunya catalana i lliure" ("Por una Cataluña catalana y libre") es una de las consignas que más se hacen correr por las redes sociales. Otra de las organizaciones consideradas de extrema derecha, el Front Nacional de Catalunya (FNC), acaba de anunciar el fichaje del exalcalde convergente de Lleida, Manel Oronich.

En medio de esta efervescencia del extremismo, la plataforma Renaixem tiene también a la venta camisetas con el lema "Exèrcit Català" y vende un diseño "que reivindica un ejército catalán regular para la defensa de la futura República Independiente de Cataluña". También ofrece otros diseños con dibujos patriótico-militares y lemas como "Solo el pueblo salva al pueblo", "Patria y libertad", "Muerto antes que el deshonor", "Freedom Catalonia", "Ave fénix Sant Jordi", "República catalana", "Defensors 1714", "Venganza catalana", "Patria inmortal" o "Desperta ferro", el grito de los piratas almogávares.

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Ofrece, asimismo, polos con lemas como "Batalla de Urquinaona" (en homenaje a los violentos enfrentamientos convocados por Tsunami Democràtic en el centro de Barcelona en otoño de 2019, que el independentismo quiere convertir en mito) o "Soldado catalán". Y en sudaderas, ofrece frases como "Ni olvidamos ni perdonamos", lema del extremismo violento independentista, o "Hijos de la tierra". Este negocio es controlado por Jordi Bosch, un empresario radicado en la localidad de Besalú (Girona). Todo un negocio bajo el paraguas de un creciente interés por el extremismo.

El gusanillo de Junts

La SEM se ha arrogado la tarea de "generar conocimiento en materia de política de defensa al servicio del interés nacional catalán. Ante la falta absoluta de instituciones académicas dedicadas al estudio de la política de defensa que hay en nuestro país, a diferencia de otros países de nuestro entorno similares a Cataluña (Dinamarca, por ejemplo) —atribuible a la desidia o la falta de visión estratégica de las instituciones autonomistas—, nos propusimos llenar este vacío". Siguiendo esa estrategia, el pasado 28 de diciembre, colgó en su web una traducción del Acuerdo de defensa de Dinamarca 2018-2023, que se traduce en un aumento singular de los presupuestos de defensa de aquel país en los últimos años (pasó de 0,8 millones de coronas en 2018, unos 107 millones de euros, a 4.800 millones, unos 640 millones de euros, en 2023).

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A algunos sectores de Junts también les ha entrado el gusanillo de estar presentes en los aparatos del Estado donde se discuten asuntos de defensa nacional. La propia Míriam Nogueras, la extremista portavoz de JxCAT en el Congreso, hizo durante la pasada legislatura el Curso de Defensa Nacional, organizado por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, en el que solo pueden participar cuatro diputados y cuatro senadores.

En algunos círculos de Madrid, no deja de parecer chocante el interés personal de Nogueras por estar en determinados foros relacionados con la seguridad: también forma parte de la Comisión de Defensa del Congreso que se creó el pasado 4 de diciembre y es miembro de la comisión mixta de Seguridad Nacional desde el 12 de diciembre y de la Comisión de Control de los Créditos destinados a Gastos Reservados desde el 19 de diciembre.