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Motín en la ANC: las bases se rebelan contra una lista cívica que rompa el mapa político independentista
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Motín en la ANC: las bases se rebelan contra una lista cívica que rompa el mapa político independentista

La estructura territorial cuestiona a la dirección de la principal entidad soberanista la opción de presentarse a las próximas elecciones autonómicas

Foto: La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EFE/Quique García)
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EFE/Quique García)

Las aguas en la Asamblea Nacional Catalana (ANC) bajan turbulentas. Y todo por culpa de la lista cívica que la presidenta de la organización, Dolors Feliu, está dispuesta a presentar en las próximas elecciones autonómicas. La principal entidad independentista, la que había movido millones de personas en cada manifestación que convocaba, es hoy una vetusta entidad que sólo mueve unas decenas de activistas y a la que sus propias bases, cada vez más apáticas y desinteresadas, ponen contra las cuerdas día sí y día también.

Importantes federaciones territoriales, como Girona, Sabadell y Terrassa, así como miembros del secretariado nacional, rechazan las maniobras de Feliu de crear una lista propia que compita en contiendas electorales y amenazan con llevar al garete el barco de la principal organización soberanista de Cataluña. Para el pasado jueves 11 de enero, la ANC había previsto, en comandita con Òmnium Cultural y el Consell Local de la República, una charla en Sabadell con Clara Ponsatí, la exconsejera de Educación que suena para ser la cabeza de lista de la candidatura en caso de que el proyecto vaya adelante.

Es la líder in péctore del nuevo independentismo irredento, escluyente y unilateralista. Es la nueva cara visible del independentismo que quiere ser la tabla de salvación de Cataluña pero que es vista desde algunos sectores del propio soberanismo como una mueca informe del espíritu soberanista.

Foto: Clara Ponsatí, el pasado mes de julio. (EFE/Marta Pérez)

Así, un día antes del bolo de Clara Ponsatí, las federaciones locales de Terrassa y Sabadell de la Asamblea se plantaron ante Feliu. Acusaron a la cúpula de la entidad de oscurantismo y de no respetar la hoja de ruta que había aprobado la militancia. En un escrito de dos páginas, recuerdan a la presidenta de la ANC que, por sorpresa, el pasado 2 de diciembre el secretariado nacional decidió “la creación de un grupo de trabajo para desarrollar el proyecto de la lista cívica, sin que todavía se haya votado a favor de ella por parte de los asociados.

Valga la comparación: es como su una pareja decide que se pone a preparar su boda antes de decidir casarse”. Es decir, le recuerdan que la asamblea anual de la ANC había acordado que sólo se presentará a las elecciones si hay una consulta interna que así lo decida. Pero nadie ha convocado esa consulta interna y Feliu ya está preparando su lista cívica al margen de lo que decidan los militantes.

Una estrategia ‘oscurantista’

Nadie de la cúpula de la ANC trasladó a las asambleas de base ninguna propuesta. De hecho, Feliu llevaba dos meses organizando actos territoriales para explicar los beneficios para todos de presentar una lista cívica por parte de la ANC para dar un toque de atención a los partidos tradicionales y para romper el bloque político en el Parlament.

La carrerilla de Feliu es criticada por sus propios compañeros de filas: los amotinados exigen que antes de comenzar cualquier movimiento para formar la lista cívica se ponga a votación de los militantes si quieren esa lista cívica o no, tal y como se aprobó en la hoja de ruta el año pasado. El hecho de que Dolors Feliu haya comenzado ya hace meses una campaña interna para promocionar la lista cívica, es uno de los agravios que le echan en cara.

placeholder La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EFE/Alejandro García)
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EFE/Alejandro García)

La presidenta de la organización soberanista cuenta en esta guerra con la ayuda del exdirigente de ERC y de Solidaritat Catalana per la Independència (SI) Uriel Bertran, convertido en su mano derecha, como miembro del comité Permanente y coordinador de la comisión de Estrategia y Discurso de la ANC. Bertran es, sobre todo, el mayor valedor de una lista electoral alternativa que rompa con la hegemonía de ERC, Junts y la CUP.

Lo malo es que una parte importante del independentismo está en contra de que la ANC salte al ruedo político, porque eso puede restar apoyos a los grandes partidos tradicionales y atomizaría el voto soberanista haciendo perder cuota de poder a JxCat, ERC y la CUP. Si a eso se le añade la posibilidad de que la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, pueda presentar también una lista propia para capitalizar el voto radical, se puede entender la preocupación de los partidos tradicionales, que temen una fuga de votos hacia las opciones “más auténticas” del independentismo que apuestan exclusivamente por la vía unilateral y abominan de cualquier pacto con el Gobierno central o con partidos de “obediencia españolista”.

Ante el peligro de la irrupción de una nueva oferta soberanista en la política catalana, los partidos independentistas han movilizado a todos sus peones para que causen problemas a la ANC y disuadan a su presidenta de presentar la lista cívica. Lo tienen fácil, porque las decisiones personalísimas que ha tomado Dolors Feliu han provocado un cisma dentro de la ANC, en la que 14 secretarios nacionales llegaron a dimitir hace algo más de un año y en la que más de una veintena de los miembros del secretariado se muestran muy críticos con la estrategia de Feliu.

"La ANC no puede dar ese paso"

El escrito de las federaciones de Sabadell y Terrassa le dejan claro a Feliu que no goza del apoyo de algunas de las principales estructuras territoriales de la ANC: "Finalmente, ya hemos entrado en 2024 y aún no se ha fijado la fecha de la consulta. ¿Por qué? ¿Por qué no se decide con la suficiente antelación una fecha y todos los plazos previos de la correspondiente campaña? (…) ¿Podrán ser escuchadas, contrastadas y bien reflexionadas las posiciones a favor y en contra de un tema tan trascendente? ¿Será una campaña transparente, libre y democrática?", le preguntan a Feliu en la misiva.

Los responsables de las dos federaciones citadas terminan subrayando que "lo que pretendemos es velar para que se cumpla la hoja de ruta y se consulte a todos los asociados si están de acuerdo con la lista cívica de la ANC, antes de destinar más recursos humanos y económicos en una cuestión de tanta importancia. Queremos respuestas públicas y las queremos cuando antes".

Foto: El ex consejero delegado de DKV Josep Santacreu. (EFE/Andreu Dalmau)

Josep Pinyol, uno de los dirigentes críticos con la dirección, advertía a la cúpula de la ANC estas Navidades que la lista cívica no es una lista de oposición a los partidos. “Esta lista sólo se puede referir a promover una candidatura unitaria como fue la de Solidaritat Catalana en 1907”. Para el dirigente crítico, “la misión de la ANC no es articular esta posible nueva agrupación política, porque lo prohíben sus estatutos, porque es un error estratégico para una entidad que reúne activistas de todo el país.

Lo pueden hacer los miembros de la ANC que crean en la necesidad de una cuarta formación electoral independentista. Pero lo han de hacer a título individual, de la misma manera que hay socios que militan en la CUP, ERC y Junts. Pero la ANC, como entidad, no puede dar este paso. Rompería con sus principios fundacionales, se desnaturalizaría y sería el final de una asociación fundamental para alcanzar la independencia”.

La poderosa Girona, en contra

La Federación de la ANC de Girona es otra de las que se ha sublevado contra la cúpula de la organización. Un escrito aprobado el 21 de diciembre pasado por la asamblea gerundense rechaza la lista cívica de Dolors Feliu porque "la aceptación comportaría, de facto, la anulación de algunos de los rasgos característicos y fundacionales de la entidad: su voluntad de ser plural y el compromiso de no participar en elecciones políticas, con candidatura propia ni integrándose en ninguna candidatura de partido político, coalición electoral o grupo de electores".

Esta poderosa federación territorial sostiene que "las personas que a día de hoy conforman la ANC no nos comprometimos con una plataforma electoral, sino con una entidad no partidista y plural que rechaza explícitamente participar en contiendas electorales". Reflexiona también que "somos conscientes de que, ante la fuerte abstención electoral, hay sectores del independentismo que ven la necesidad y reivindican la creación de este espacio. Algunos de los mismos firmantes de este posicionamiento comparten la oportunidad.

Simplemente, defendemos que las personas que legítimamente quieran impulsar este nuevo espacio no lo hagan en nombre de la ANC, ni reconvirtiendo la entidad en una opción electoral, sino que lo hagan de manera libre e independiente". De ahí que la organización de Girona “nos posicionamos manifiestamente en contra de ratificar la propuesta de impulsar desde la ANC una lista cívica para concurrir a las próximas elecciones al Parlament de Cataluña”.

Presiones internas

Las presiones finalmente dieron sus frutos y este fin de semana, el secretariado de la Asamblea decidió agarrar el toro por los cuernos y aprobó convocar una consulta interna sobre la lista cívica entre el 1 y el 14 de marzo. La pregunta que se someterá a la militancia es: "¿Estás de acuerdo con que la ANC impulse la presentación del proyecto de la Lista Cívica por la Independencia (sic) en las próximas elecciones al Parlament de Cataluña para hacer efectiva la independencia?".

Según la propia ANC, "durante el periodo de votación, que incluye dos fines de semana, se hará un esfuerzo para que los socios que lo soliciten puedan hacer el trámite presencialmente en algunas de las sedes territoriales de la entidad Port eso, se quieren crear grupos de apoyo en las distintas regiones en que se estructura la ANC para que organicen charlas informativas y preparen los puntos de asistencia a la votación de la consulta". En las próximas semanas, la organización creará una página web especial sobre el tema para explicar el proyecto de la lista paralela.

La dirección es partidaria de llevar adelante la lista cívica porque considera que "es un instrumento de movilización para llegar cuanto antes a la independencia de Cataluña, esta vez mediante el impulso de una agrupación de electores en las próximas elecciones al Parlament, que se alejaría del sistema de partidos y sacudiría el escenario autonomista actual". La entidad artífice de lo que se denominó la revolución de las sonrisas ha degradado la esencia de ese movimiento hasta convertirlo en una suerte de sonrisa del Jocker. Los dardos que aniquilan a los independentistas de la ANC provienen ahora de las propias filas, nunca del campo contrario. El enemigo está en la misma trinchera y la ANC corre el peligro de hundirse en la tormenta ideológica en la que está inmersa.

Las aguas en la Asamblea Nacional Catalana (ANC) bajan turbulentas. Y todo por culpa de la lista cívica que la presidenta de la organización, Dolors Feliu, está dispuesta a presentar en las próximas elecciones autonómicas. La principal entidad independentista, la que había movido millones de personas en cada manifestación que convocaba, es hoy una vetusta entidad que sólo mueve unas decenas de activistas y a la que sus propias bases, cada vez más apáticas y desinteresadas, ponen contra las cuerdas día sí y día también.

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