Es noticia
El independentismo se revuelve contra la ANC: ERC y Junts critican la estrategia de la entidad
  1. España
  2. Cataluña
"Es vergonzoso"

El independentismo se revuelve contra la ANC: ERC y Junts critican la estrategia de la entidad

Los partidos independentistas descartan las posturas maximalistas de la entidad. Consideran que en este momento la Asamblea solo cuenta con el respaldo de las figuras más radicales

Foto: Un manifestante muestra una pancarta con las proclamas de la ANC. (EFE/Enric Fontcuberta)
Un manifestante muestra una pancarta con las proclamas de la ANC. (EFE/Enric Fontcuberta)

La dirección de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha conseguido algo muy difícil: unir a la mayor parte del independentismo en su contra, por las propuestas, consideran, sin sentido, los posicionamientos maximalistas, su órdago a los partidos políticos y su amenaza de presentar una lista cívica en las próximas elecciones autonómicas para ocupar su espacio y proclamar unilateralmente la independencia. La presidenta de la entidad, Dolors Feliu, fue la encargada de clausurar con su discurso la pasada manifestación de la Diada, pero no convenció a nadie. O sólo a algunos grupos extrsmistas que hace tiempo que vagan sin rumbo en la galaxia independentista. Feliu pudo recoger algunos aplausos aislados y poco más. Pero sí tuvo una abundante cosecha de críticas y reproches desde prácticamente todos los sectores del soberanismo.

Foto: Imagen aérea de la manifestación independentista. (EFE/Alejandro García)

La líder de la ANC puso en el disparadero al presidente Pere Aragonès, al que espetó: “O independencia o elecciones”. Feliu es partidaria de las opciones más extremistas y duras del independentismo, esto es, de cortar por lo sano, proclamar la independencia y defender esa posición hasta las que considera sus últimas consecuencias. En su discurso de la Diada reclamó que el Parlament y el Govern proclamen ya la secesión “porque para eso les dimos nuestros votos”. Les conminó a no investir a ningún presidente del Gobierno central si no hay antes un “reconocimiento explícito de la legitimidad del referéndum del 1-O” y les advirtió que si no declaran ya la independencia, “dejen paso a otra gente”, recordándoles que “nosotros tenemos proyectos decididos para hacer efectiva la independencia, como la presentación de una lista cívica en el Parlament para que haya gente en él que quiera la independencia”

Desde círculos moderados del soberanismo, se afirma que esa postura está fuera de lugar, se la acusa de desprestigiar al movimiento independentista y de fomentar la descalificación de los partidos políticos con mentiras y manipulaciones.

“Ridículo permanente”

Algunos círculos aplauden el extremismo de la ANC, pero la gran mayoría del independentismo mira con recelo a la ANC por sus propuestas poco realistas. “El ridículo permanente al que esta dirección que preside Dolors Feliu condena a la ANC es vergonzoso”, clamó Francesc Abad, uno de los activistas de referencia de la esfera de Junts per Catalunya. Sebastià Alzamora, otro de los opinadores independentistas con predicamento en Cataluña, lamentaba “la alarmante pobreza argumentativa de alguien como Dolors Feliu”.

Carme Forcadell, expresidenta de la entidad que luego fue presidenta del Parlament y acabó en la cárcel, es otra de las desencantadas. “La función de la ANC no es presentarse a las elecciones, sino presionar a los políticos y movilizar a la gente para conseguir el derecho a la autodeterminación”, criticó. También deslizó que la ANC de hoy “creo que actualmente, la ANC ha perdido su transversalidad.”. La crítica candente se debe a que Forcadell piensa que la organización “ha ido cambiando estos años. Cuando yo era presidenta, el secretariado era muy transversal, muy diverso, muy amplio, y por tanto, para hacer un discurso, tenías que poner de acuerdo a mucha gente. Y creo que ahora, la gente que hay en la ANC es menos tansversal y por eso es un discurso que quizá se dirige a una parte más minoritaria de la población. Ése es el problema. La ANC debería recuperar aquella transversalidad que tenía y donde todos se sentían representados”.

En otras palabras, la entidad es hoy un coto de un pequeño grupo de activistas, lejos de la organización que ella presidía y donde se tomaban las decisiones por consenso. “Posiblemente hoy me sienta más cerca de los postulados de Òmnium Cultural, como mucha otra gente. La prueba es que entonces tenía muchos más socios la ANC y ahora tiene más socios Òmnium”, afirmó Forcadell para terminar de hundir el puñal ideológico en la ANC.

Foto: Uriel Bertrán (izquierda), entonces diputado por Solidaritat per la Independendencia, en una imagen tomada en el Parlament de Cataluña en 2011. (EFE/Alberto Estévez)

Una fuente de Junts reconoce que hasta no hace mucho tiempo a Feliu se la jaleaba desde diversas instancias del partido porque atacaba sólo a ERC. Pero ahora se ha posicionado en contra también de JxCat y de Carles Puigdemont. “Lo que hizo este lunes fue un ultimátum en toda regla a Puigdemont y a Aragonès. Pero que se presente a las elecciones y así saldremos de dudas. Lo que tendrá será un nicho muy minoritario de votos, que además serán los más talibanes”. Esta fuente subraya que “la actual dirección de la ANC no tiene sentido de la realidad. De hecho, ya tienen preparada su lista cívica. Sólo hace falta que se presenten a las elecciones. Ahí, Junts y ERC coincidimos plenamente: que se presente, ya veremos qué apoyo tiene cada uno”.

Un sector de Junts, el más extremista, no ve con malos ojos la deriva de la ANC, aunque recela de que se convierta en otro partido más, porque eso contribuiría a dispersar aún más el voto soberanista. Le gustaría que el tic partidista latente en el posicionamiento de Feliu se pusiese al servicio de su formación, pero eso será prácticamente imposible: sólo se podrá conseguir si la ANC no presenta su lista cívica. El silencio público en las cúpulas de los partidos por el posicionamiento de la entidad contrasta con las exacerbadas críticas que se vierten en privado ante el discurso de la presidenta de la organización.

Encendido debate

Dentro de la Asamblea, hay opiniones encontradas. “Es imprescindible hacer la lista cívica porque es la única manera de que los partidos autonomistas como ERC pierdan más votos”, destacaba un militante lanzando sus dardos hacia los republicanos. Otro ironizaba sobre el “ridículo” que hizo Aragonès asistiendo a la manifestación (estuvo poco tiempo y fue sacado rodeado de mossos en cuanto hubo algunos abucheos). “Cuatro fotos y para casa, con el Tardà y la Jordà [la consejera Teresa Jordà], haciendo una cerveza en un bar de chinos lejos de la plaza España, mientras hacían los discursos”. Otro activista aporta su grano de arena: “Hace tiempo que comenzaron a organizarse. Tienen grupos en Telegram y X. Me dijeron que el objetivo era desenmascarar y desplazar a los botiflers (traidores). Cuando les pregunté qué pensaban de la vía más efectiva que conozco para ejercer el derecho a decidir con reconocimiento, me contestaron que eso no iba con ellos”.

Foto: La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, en una imagen de archivo. (EFE/Marta Pérez)

Hay quien cree que es demasiado arriesgada una operación como la que propone Feliu: “No creo en la lista cívica y menos en la de la ANC. Es una violación de sus propios estatutos y, en todo caso, esta lista debería salir de gente independiente que no arrastre a la ANC en caso de darse el batacazo”, razona un independentista que está de acuerdo con muchos de los postulados expresados, pero que prefiere una mayor moderación en las formas.

El debate, no obstante, ha saltado a la calle. La actual dirección de la ANC necesitará tiempo para calibrar sus posibilidades y diseñar con tiralíneas su hoja de ruta. Un traspiés en la estrategia significaría el fin de esta convulsa era dentro de la organización, con una escisión en toda regla y la tumba política de algunos de sus dirigentes.

La dirección de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha conseguido algo muy difícil: unir a la mayor parte del independentismo en su contra, por las propuestas, consideran, sin sentido, los posicionamientos maximalistas, su órdago a los partidos políticos y su amenaza de presentar una lista cívica en las próximas elecciones autonómicas para ocupar su espacio y proclamar unilateralmente la independencia. La presidenta de la entidad, Dolors Feliu, fue la encargada de clausurar con su discurso la pasada manifestación de la Diada, pero no convenció a nadie. O sólo a algunos grupos extrsmistas que hace tiempo que vagan sin rumbo en la galaxia independentista. Feliu pudo recoger algunos aplausos aislados y poco más. Pero sí tuvo una abundante cosecha de críticas y reproches desde prácticamente todos los sectores del soberanismo.

Noticias de Cataluña