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JxCAT infla el pacto en inmigración y hace pasar como un traspaso la delegación de competencias
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Falsas expectativas

JxCAT infla el pacto en inmigración y hace pasar como un traspaso la delegación de competencias

El acuerdo entre la formación independentista y el Gobierno habla de "pactar la delegación integral de las competencias de inmigración", pero en ningún caso de una transferencia total

Foto: Míriam Nogueras en el último pleno del Congreso. (EFE)
Míriam Nogueras en el último pleno del Congreso. (EFE)
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JxCAT ha inflado el resultado de su negociación sobre inmigración y hace pasar una delegación de competencias por una transferencia total. Pero el texto de los acuerdos, incluso el comunicado inicial de la formación independentista, se refería a "pactar la delegación integral de las competencias de inmigración". Otra cosa es que la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y su secretario general, Jordi Turull, hayan vendido otro relato en los medios de comunicación en catalán.

En realidad, el pacto alcanzado es menos que una "cesión", lo que consiguió ERC para los servicios de Cercanías de Renfe en Cataluña. La fórmula de delegación encajaría con lo que ya prevé la Constitución. Incluso el artículo 138 del Estatut de Cataluña recoge en su punto 3: "Corresponde a la Generalitat la participación en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial trascendencia para Cataluña y, en particular, la participación preceptiva previa en la determinación del contingente de trabajadores extranjeros a través de los mecanismos previstos en el Título V".

Junts se ha llenado la boca con que ha logrado la gestión de la inmigración para la Generalitat, pero ha rehuido cualquier concreción. En Catalunya Ràdio, se le recordó a Jordi Turull que en 2021 el partido se había manifestado en la Zona Franca de Barcelona con una pancarta que rezaba "Cerremos los CIES", los Centros de Internamiento de Inmigrantes. Ante la cuestión, Turull salió por la tangente, alegando que en 2021 no había podido seguir al detalle los debate internos en el seno del partido, al estar en ese momento en la cárcel.

JxCAT tampoco podrá echar a los inmigrantes que reincidan, una cuestión que compete a jueces y policías. La formación liderada por Carles Puigdemont está vendiendo humo, consciente de que buena parte de sus votantes rechazan que hayan salvado a última hora los decretos de Pedro Sánchez. Desde la Generalitat y desde ERC ya han destacado que delegar no es cambiar la titularidad de la competencia.

La vuelta de las empresas

Lo mismo pasa con el retorno de las 7.000 empresas que sacaron su sede de Cataluña para que regresen ahora que ha acabado el procés. Junts asegura que ha pactado "revertir el Real Decreto del PP en 2017", en palabras del comunicado de la formación independentista de esta semana.

Pero en realidad, no se revertirá el decreto. Desde el Ministerio de Hacienda, se ha explicado a JxCAT que, si anulan el decreto que facilitaba la movilidad de las sedes, el efecto práctico será dificultar su regreso. Así que se están buscando las fórmulas, porque en realidad el partido no sabe cómo afrontar esta cuestión.

JxCAT evita concretar sus planes para la inmigración y para la vuelta de las empresas

Turull, consciente de que pisa terreno resbaladizo y de que metieron la pata cuando hablaron de "multas", matizó sus palabras. "Esto no va contra las pequeñas y medianas empresas, sino contra las grandes corporaciones que se fueron en 2017", dijo. No da ni un nombre. Y todo apunta a que si no es ni capaz de explicitar siquiera a quién se señala, es que tampoco tiene muy claro cómo afrontar el problema.

Las contradicciones en el caso de la vuelta de las empresas son enormes. JxCAT no se ha reunido en los últimos meses con ningún representante de estas grandes corporaciones para buscar fórmulas para la vuelta de las compañías, según confirman fuentes empresariales y de las patronales catalanas. Todo parece responder más bien a una improvisación para justificar que permitió sacar adelante los decretos de Sánchez.

Más aún. Una de las primeras medidas que deberían tomarse para que las empresas regresasen sería cambiar la fiscalidad de los altos directivos de dichas compañías en una Generalitat que les castiga, sobre todo a través de su tramo del IRPF y del Impuesto de Patrimonio. Dicho de otra manera: la Generalitat debería virar a una fiscalidad tipo Isabel Díaz Ayuso en Madrid, si quiere que directivos que cambiaron su residencia de Barcelona por Madrid vuelva ahora a la capital catalana.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Julio Muñoz)

Nada de esto ha sido propuesto por JxCAT ni se está negociando en las conversaciones para los nuevos Presupuestos de Pere Aragonès. Nada de esto está pasando, y así todas las propuestas de la formación en ese terreno son poco más que una cortina de humo para vender en sus altavoces mediáticos.

JxCAT ha inflado el resultado de su negociación sobre inmigración y hace pasar una delegación de competencias por una transferencia total. Pero el texto de los acuerdos, incluso el comunicado inicial de la formación independentista, se refería a "pactar la delegación integral de las competencias de inmigración". Otra cosa es que la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y su secretario general, Jordi Turull, hayan vendido otro relato en los medios de comunicación en catalán.

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