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Junts y la ANC llaman al boicot contra Òmnium por plegarse a ERC: "Nos venden a España"
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Junts y la ANC llaman al boicot contra Òmnium por plegarse a ERC: "Nos venden a España"

El desencuentro entre las familias independentistas catalanas es total. Activistas de la ANC explican en las redes sociales cómo darse de baja en Òmnium, al que acusan de alinearse con el Govern

Foto: El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich i Valero. (EFE/Toni Albir)
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich i Valero. (EFE/Toni Albir)

"Me sabe mal la guerra civil independentista que va a más cada día". La frase es del exdiputado de ERC Joan Puig, recientemente elegido miembro del consejo nacional de la formación. Es un dirigente que habitualmente se alinea con los postulados de JxCAT y, especialmente, con los de Carles Puigdemont, y razón no le falta, el soberanismo vive uno de los mayores desencuentros de su historia. Junts y ANC se encuentran en una trinchera. Òmnium y ERC, en otra. Caminan hacia una situación de enemigos irreconciliables. De hecho, los primeros están llamando a un boicot a Òmnium, explicando en grupos y redes sociales cómo darse de baja de la entidad, después de que esta no participase en la manifestación contra la derogación de la sedición convocada este martes.

Una de las claves para comprender la situación se encuentra en la definición que hace Marta A., una de las administradoras de un foro independentista: "O nos radicalizamos con el enemigo interior o nos seguirán desmovilizando y vendiendo a Españistán [uno de los nombres despectivos con que los extremistas denominan a España] utilizando la excusa de la no confrontación. Quien sale perjudicada: Cataluña y el independentismo".

Foto: Junqueras y Puigdemont, en una imagen de archivo. (EFE)

El lamento de Puig referido anteriormente es del pasado lunes, después de que Òmnium Cultural se desmarcase, una vez más, de la manifestación convocada por la ANC para este martes, con el fin de protestar contra la reforma del Código Penal para eliminar el delito de sedición y cambiarlo por desórdenes públicos con agravantes. Su posicionamiento, no obstante, coincide punto por punto con el de muchos círculos de JxCAT, que desde el mismo momento del desmarque de Òmnium Cultural han comenzado una gran campaña para que los activistas soberanistas pidan la baja en Òmnium.

Reguero de bajas

La guerra soterrada ya venía de días atrás, cuando Òmnium comunicó a la ANC que no convocaría la manifestación del 6 de diciembre para no presionar al Govern. En medio de una ola de indignación, a partir de este lunes, los círculos más radicales han comenzado a enviar una foto del presidente de Òmnium, Xavier Antich, con el mensaje "yo ya me he dado de baja" para alentar a sus colegas a hacer lo mismo. El senador Jami Matamala, el hombre que cuidó de Carles Puigdemont cuando este se fugó a Bélgica y a quien este metió en las listas electorales como compensación, fue uno de los primeros en abalanzarse contra la entidad: "Hoy he pedido darme de baja de Òmnium. No estaréis en la manifestación de mañana y ya tengo suficiente de sectarismo. Espero poder volver pronto a ser socio", dijo.

En términos parecidos cargó Antoni Strubell, exdiputado de Solidaritat Catalana per la Independència (SI). El dirigente escribió este lunes un mensaje muy clarificador: "Òmnium volviendo a hacer de comparsa del autonomismo. En este aspecto, suerte que mi madre y mi hermano ya no están para verlo", en referencia a Miquel Strubell, uno de los fundadores de la ANC, fallecido en marzo de este año. Luego, recotdó a Òmnium una consigna de Desmond Tutu: "Quien se declara neutral [ante una manifestación tan clara como la de hoy] es que realmente se está posicionando con el opresor. No hay una guerra civil entre indepes. Hay una rendición de ERC al R78 [régimen del 78] y punto".

Foto: Miembros de la ANC participan en la manifestación de la Asamblea Nacional Catalana en contra de la derogación del delito de sedición en Barcelona. (EFE/Marta Pérez)

Al coro de críticas se sumó el exvicepresidente del Parlament Josep Costa, que acusó a ERC de querer laminar al independentismo: "La principal ambición del Govern de ERC ahora mismo es derrotarnos con la ayuda del Estado. Y esto, nos guste o no, nos obliga a nosotros a hacer todo lo posible por derrotarlos a ellos". Y, tras la festividad de la Constitución, analizó el campo de batalla: "Mientras ERC priorice los pactos con el PSOE, la unidad independentista es imposible, indeseable y contraproducente, porque subordina todo el movimiento a los intereses y la estrategia del PSOE".

El excantautor Lluís Llach es otro de los que han renegado de ERC y, tras la manifestación —exigua— del martes, advirtió: "Es un buen día para repetir que la estrategia de quien dirige ERC no solo perjudica al independentismo, sino que lo aleja de la tan anhelada hegemonía a favor del PSC. La única alegría del gran estratega será si JxCAT queda por detrás suyo [sic]. Maravilloso por nimio". Llach también retuiteó el martes mensajes que animaban a darse de baja de Òmnium Cultural.

Foto: El expresidente de Òmnium Cultural Jordi Cuixart (i), junto al nuevo presidente, Xavier Antich. (EFE/Alberto Estévez)

Ramon Cotarelo, profesor que comenzó en las filas de ERC y pasó luego a las de JxCAT, señalaba este miércoles que "hablar de partidos independentistas, cuando independentista solo hay la mitad de Junts, es parte de la mentira sostenida de ERC. Y escandalizarse porque se pida la dimisión de un Gobierno que no tiene más que 33 diputados de 135, ya es de circo". Su particular teoría le permite concluir que "el independentismo no está dividido. Los que están divididos y confrontados son los partidos".

Cómo darse de baja

Es, en resumen, el definitivo asentamiento de las trincheras internas del soberanismo, inmerso en una lucha fratricida como no se recuerda. Pero el enfrentamiento sobrepasa la política. Se trata de una situación social sin precedentes en la historia reciente de Cataluña, puesto que las dos entidades cívicas mayoritarias, que han ido de la mano en todo el procés, que han sacado a la calle a millones de manifestantes desde 2012, están en estos momentos en una situación irreconciliable. La ANC, sujeta a las consignas de Puigdemont y de Junts, quiere volver a tomar el protagonismo de las calles. Òmnium ha adoptado, con ERC, una postura más moderada y de ahí las acusaciones de connivencia.

Foto: El portavoz de ERC, Gabriel Rufián. (EFE/Chema Moya)

"Para daros de baja de Òmnium, es preciso enviar un correo electrónico a (…) con el DNI. No permiten llamada telefónica", avisaba un militante muy activo este mismo jueves en los foros extremistas. "¡Devolved los recibos! Con esta gente no hay que tener consideración", bramaba otro. "Yo ya me he dado de baja. Si lo tenéis que hacer, hacedlo rápido y muy evidente, porque, por lo que sé y me ha llegado, somos unos cuantos los que nos hemos cansado de esta farsa", terciaba uno más.

En realidad, ERC puso toda la carne en el asador. Òmnium la apoyó, pero no fue la única. "Desde la Asociación Súmate, igual que Òmnium, no hemos ido a la manifestación de la ANC porque consideramos que ya está bien de dividir y confrontar a los independentistas. Ahora más que nunca, unidad, sumar y no dividir", declaró la entidad Súmate, de la que salió Gabriel Rufián. Se trata de la entidad de castellanohablantes independentistas que se integró en ERC.

"Me sabe mal la guerra civil independentista que va a más cada día". La frase es del exdiputado de ERC Joan Puig, recientemente elegido miembro del consejo nacional de la formación. Es un dirigente que habitualmente se alinea con los postulados de JxCAT y, especialmente, con los de Carles Puigdemont, y razón no le falta, el soberanismo vive uno de los mayores desencuentros de su historia. Junts y ANC se encuentran en una trinchera. Òmnium y ERC, en otra. Caminan hacia una situación de enemigos irreconciliables. De hecho, los primeros están llamando a un boicot a Òmnium, explicando en grupos y redes sociales cómo darse de baja de la entidad, después de que esta no participase en la manifestación contra la derogación de la sedición convocada este martes.

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