ERC y PSC exploran una vía para desbloquear los presupuestos de la Generalitat

ERC y PSC avanzan para cerrar los presupuestos de la Generalitat, según fuentes conocedoras del encuentro que se mantuvo este martes entre una delegación de los socialistas catalanes, encabezada por su portavoz económica, Alicia Romero, y otra de los representantes del Govern, encabezada por la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, y la de Economía, Natàlia Mas. Ambas partes han reconocido progresos y ya exploran una vía real para desbloquear las cuentas, pero el partido de Salvador Illa salió algo escamado por la insistencia desde el Palau de mantener a JxCAT en el juego.

“Se trata de hacer unos presupuestos de país”, declaró el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. “Y cuantos más apoyos, mejor”. La misma línea defendida por la portavoz del Ejecutivo autonómico, Patricia Plaja. Desde ERC, se insiste en que Junts sigue en las conversaciones, lo que genera desconfianza en el seno del PSC, ya que perciben que el peso de Carles Puigdemont y sus seguidores es muy grande y que esta facción nunca respaldará unas cuentas para que Aragonès siga gobernando. Pero, a la vez, mantener la ficción de que JxCAT está en la negociación resta margen de maniobra en las cesiones que se pueden hacer a los socialistas.

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Hasta ahora, la marcha de las conversaciones no había sido positiva. Pero a partir de este martes ha cambiado el tono. No solo por la presencia de la consellera Natàlia Mas. También porque se ha aportado documentación y se han aclarado dudas que planteaban los socialistas. Ambas partes han valorado que la reunión ha ido bien y se han emplazado a un nuevo encuentro.

El colmo del desastre fue ese fin de semana, cuando el PSC tuvo que conseguir la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos a través del Consejo de Trabajo Económico y Social, al que la Generalitat ha de enviar las cuentas en calidad de organismo consultivo. A partir de ahí, en los últimos días se ha hecho un esfuerzo por rehacer la relación.

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Ahora la tensión pivota alrededor del calendario. La Generalitat pretende enviar los presupuestos al Parlament el próximo miércoles 7 de diciembre. Pero, en cambio, los socialistas piden más tiempo y se niegan a negociar con prisas, ya que llevaban desde el mes de agosto ofreciendo su colaboración. El PSC ha advertido al Govern de Pere Aragonès de que si lleva la Ley de Presupuestos a la Cámara catalana el miércoles de la semana que viene, se los tumbarán. De manera que los de Oriol Junqueras analizan la oportunidad de esta jugada. Fuentes de la formación liderada por Illa reconocen que ahora tienen casi toda la documentación y que la analizarán y presentarán sus propuestas en el próximo encuentro. Se valora de manera positiva la buena predisposición mostrada por las conselleras de ERC.

Diferentes relatos

Detrás de este estira y afloja está la venta del relato de ambos partidos. Para ERC, su fijación es poder culpar a JxCAT del pacto con los socialistas catalanes. Poder decir que Aragonès se vio obligado a pactar con el PSC por la falta de predisposición de Junts. Un acto para proteger a los catalanes de la crisis.

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En el PSC, hay un problema parecido. Apuntalar a ERC sin parecer la muleta fundamental de una Generalitat que sigue insistiendo en su agenda independentista, la cual no comparten sus bases. Eso es más fácil con una negociación que parezca ardua —y por eso larga— que con una que sea fácil y rápida. Sin embargo, se venderá la idea de que se respaldan las cuentas por responsabilidad de país y con muchas resistencias.

La ceremonia política resulta confusa. Tanto como que Oriol Junqueras haga un llamamiento para pactar con los de Carles Puigdemont mientras estos son plenamente conscientes de que intentan involucrarles en la estrategia. Lo que se ve en la Ley de Acompañamiento es que ERC da por hecho que no podrá legislar. Por eso usa los presupuestos para que funcionen como una verdadera ley ómnibus, que cambia más de un centenar de normas. Así, de un plumazo, Aragonès podrá lucir algún tipo de obra de gobierno pese a contar solo con 33 diputados en el Parlament.