Borràs culpa a los funcionarios del Parlament del caso Juvillà y la oposición pide que dimita

Laura Borràs y el diputado Schrödinger, que está y no está a la vez. Laura Borràs había echado la culpa a mucha gente del caso Pau Juvillà, el diputado de la CUP condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Borràs acabó culpando a los funcionarios del Parlament a los que acusó de un comportamiento “improcedente” para justificar que ella había convocado un pleno el día 3 de febrero para defender a Pau Juvillà cuando Pau Juvillà ya no tenía el acta desde el 28 de enero. PP, Cs, Vox y comunes han pedido la dimisión de la presidenta de la Cámara. La CUP ha salvado la comparecencia de Borràs, aunque obviamente era el grupo perjudicado.

Laura Borràs explicó esto en una Junta de Portavoces extraordinaria, que los grupos forzaron que fuese pública, aunque ella en principio no quería. La presidenta ha evitado en todo momento dar una rueda de prensa para explicar el ridículo vivido en el Parlament. En su explicación hubo vacíos. Eludió hablar de su reunión en Manresa el 29 de enero, cuando Pau Juvillà ya no era diputado aunque nadie lo sabía, en la que Borràs invitó a Pere Aragonès a desobedecer juntos y vincular el caso Juvillà a la sentencia que obliga a dar el 25% de las clases troncales en castellano. También desapareció de su versión de los hechos la propuesta de 10 líneas con la que Borràs quería arrastrar a la Generalitat hacia la desobediencia.

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Según Borràs, “los trabajadores del Parlament desactivaron el voto electrónico”, lo que obligó a los diputados a botar a mano alzada en el pleno donde en teoría se iba a defender a Pau Juvillà, cuando Juvillà ya no era diputado. Borràs repartió las culpas entre los funcionarios y su secretaria general, Esther Andreu, una persona designada por ella y, en teoría, de su plena confianza.

“Cuando los funcionarios no hacen las cosas se llama miedo, no se puede culpar a nadie”, ha asegurado Borràs y se ha quedado tan tranquila asegurando que “fue una actuación de la Mesa en mayoría”. De nuevo, centrifugando la responsabilidad.

“Hay una doble realidad: la Justicia española que le retira la credencial y el día 27 que expende el acta de sustitución y la que responde a la legitimidad de este Parlament, para el cual el día 3 de febrero era considerado diputado de este Parlament, pero no se podía admitir a trámite su voto delegado porque demuestra que la firma del acta del pleno habla del diputado Pau Juvillà, era diputado de pleno derecho”, aseguró Borràs en una sesión delirante. Es decir, según Borràs, Pau Juvillà era diputado el día 3 de febrero, el del pleno, aunque ya no podía votar, ni recibir 'mails', ni ser convocado. Puro Schrödinger, como lamentaron hoy, entre otros hasta la propia CUP.

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A las muchas preguntas que se le hicieron a Borràs, la presidenta no respondió. Ha asegurado que “no hay intereses partidistas porque es evidente que no defendía a un diputado de mi formación”, y recordó que la CUP no la votó como presidenta. Borràs es del sector de JxCAT más cercano a la CUP.

Salvada por ERC

Meritxell Serret, de ERC, se limitó a “agradecer sus explicaciones públicas”. Y Eulàlia Regüant (CUP) fue muy suave en su intervención. También lo hizo JxCAT. Josep Rius cargó las tintas sobre la JEC. Y así salvó a una Borràs que empezó con mucho brío y acabó la Junta de Portavoces alicaída y ofreciendo una sensación de profundo desánimo.

Los republicanos se mostraron leales y la oposición inexorable, en una Junta de Portavoces que tuvo mucha más enjundia que la mayoría de las sesiones de control a Pere Aragonès. Así, Raül Moreno (PSC) afirmó: "Consideramos que usted se equivocó y que no han beneficiado ni a la institución ni a la política. Le recordamos que usted es la presidenta de todos. Usted vino el martes con la intención de cerrar el Parlament. Por suerte, esta intención pasó de cerrar a suspender. Usted ya sabía que la JEC tenía la potestad de retirar el acta. Según usted, el 4 de febrero, Juvillà era todavía diputado. Pero luego no fue así. Y, si no era diputado, ¿por qué se convocó una Comisión de Estatut del Diputado si ya no era diputado desde el día 27? ¿Por qué no se tramitó la delegación de voto si ya no era diputado? No se puede hacer. Usted mintió. Su contorsionismo solo ha servido para perjudicar la institución. Se votó a mano alzada porque los funcionarios tenían miedo de que Juvillà votase sin ser diputado".

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Borràs se defendió asegurando que “la secretaria general actuó por imperativo legal y se envía esta instrucción a todos los departamentos del Parlament y se aplican efectos retroactivos de la suspensión del 28 de enero”. Pero evitó también responder a la pregunta del diputado de los comunes, David Cid: "¿Usted mantiene la confianza en su secretaria general, que no le dice qué diputados están convocados?".

“Hicimos un pleno de la Cámara sin que Pau Juvillà estuviese convocado… Ni a través de correo electrónico ni con el SMS. ¿Nos podemos creer que usted no lo sabía?”, volvió a preguntar Cid.

Antoni Gallego (Vox) ha lamentado que “no ha aclarado mucha cosa. Todo el mundo tiene la sensación de que usted ha tirado de embustes y patrañas y ha convertido este Parlament en un circo”. Borràs también ha pasado de puntillas por su iniciativa de cerrar el Parlament. Eso tampoco ha pasado. Ya se sabe, según ella, no es que mienta, es que hay “dos realidades”.