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ERC y la CUP dejan sola a Borràs con su plan de paralizar el Parlament por el caso Juvillà
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La unidad independentista en la picota

ERC y la CUP dejan sola a Borràs con su plan de paralizar el Parlament por el caso Juvillà

La presidenta se tuvo que limitar a pedir a la Comisión del Estatut del Diputado que se pronuncie de manera inmediata y que la Cámara suspenda actividad hasta entonces

Foto: La presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE/Marta Pérez)
La presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE/Marta Pérez)

ERC y la CUP dejaron sola a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, con su idea de paralizar el Parlament en protesta por la inhabilitación del diputado de la CUP Pau Juvillà. Eso es lo que pasó de forma oficial. Porque de forma extraoficial lo que ocurrió es que los dos partidos tuvieron información del movimiento que iba a hacer Borràs desde anoche, pero ambos grupos callaron y prefirieron que la responsable de la Cámara se estrellara cuando presentase una propuesta que es del todo ilegal y que carece de viabilidad práctica.

A las diez de la mañana, aunque ya lo había comunicado en privado a los grupos parlamentarios independentistas, Borràs se quedó sola con la idea de paralizar el Parlament, mientras que el letrado mayor, Miquel Palomares, le recordaba que su plan era ilegal y que implicaba consecuencias penales.

Foto: La presidenta del Parlament de Cataluña, Laura Borràs. (EFE/Quique García)

En pocos minutos quedó claro como Borràs había quedado vendida por los propios independentistas. Tanto la CUP como ERC aseguraban que apoyaban la iniciativa de la presidenta del Parlament, pero matizando que “siempre que estuviese acotada en el tiempo”. Vamos, como que no. La CUP acusa al Parlament de que han quitado el sueldo de Juvillà. La presidencia del Parlament lo niega, la unidad por los suelos.

En la rueda de prensa de la Generalitat, tras el Consell Executiu, la portavoz Patricia Plaja se ponía de perfil. Era la segunda semana que lo hacía. Pero esta vez de una manera más fría y distante: "En el Govern no podemos entrar a valorar una decisión que, de hecho, ni siquiera conocemos de primera mano", manifestaron.

Con este panorama, Borràs empezó a recular, sobre todo intentando que no se notase. Optó por culpar a la prensa asegurando que su primera propuesta, la paralización del Parlament, no había sido tal sino que había sido malinterpretada por los periodistas. Añadió también mensajes rimbombantes: "Estamos aquí de nuevo firmes contra la represión, unidos ante las injerencias del Estado". Pero lo primero que había fallado había sido justo a lo que ella apelaba, la unidad entre el independentismo.

Foto: Pau Juvillà. (EFE/Alejandro García)

Así que Laura Borràs se limitó a "pedir a la Comisión del Estatut del Diputado que se pronuncie de manera inmediata" y a solicitar a "los órganos parlamentarios que desconvoquen las reuniones previstas hasta que la comisión no emita su dictamen", según sus propias palabras este mediodía.

El plan B de ERC

En la práctica lo que estaba haciendo Borràs era comprar el plan B de ERC. Se prevé que la Comisión del Estatut del Diputado se reúna en 48 horas, el jueves, el día antes de que acabe la fecha límite marcada por la Junta Electoral Central (JEC) para la retirada del escaño, que es el viernes. Pero durante ese período se podrán celebrar las comisiones que no estén presididas por independentistas. Es la alternativa de los republicanos, a la que ahora se aferra Borràs explicando que el Parlament estará parado mientras la Comisión de Estatuto del Diputado no elabore un dictamen sobre el caso Juvillà. Si dicha Comisión tarda más de un día en elaborar su resolución, la presidenta de la Cámara y los diputados que la secunden en la Mesa estarán desobedeciendo.

La medida de Borràs además es ilegal porque atenta contra la representatividad y la capacidad de actuación del poder legislativo, por eso ERC ha pedido acotarla en el tiempo, temerosos de las consecuencias.

Si Juvillà cobra este mes del Parlament ya no será desobediencia sino malversación

Hay dudas también sobre qué pasará a final del mes de febrero. Si Juvillà cobra su salario, Borràs en su calidad de presidenta es la que firma las nóminas, ésta estará prevaricando y malversando. El pasado viernes, personal del Parlament ya se puso en contacto con Maria Sirvent, exdiputada de la CUP y asesora de Pau Juvillà, para decirle que este mes ya no cobraría a menos que el partido cambiase la designación de su cargo. Juvillà no votará porque está ausente por enfermedad, pero si cobra la situación de Borràs se complicará mucho.

Para su público

Toda esta gesticulación de Laura Borràs se hace para su público. Después de 2017, como pasa casi siempre, ya no se trata de engañar a la JEC, al TSJC, a las autoridades nacionales o a los partidos constitucionalistas. Se trata de engañar a los propios votantes independentistas o a los militantes de unas futuras primarias de JxCAT a las que Borràs querría presentarse para dar continuidad a su carrera política con un segundo intento de alcanzar la presidencia de la Generalitat. Hacer ver que se desobedece sin desobedecer. Simular desacato cuando sólo se gana tiempo. Por ahora, la mayor consecuencia es que dos comisiones parlamentarias que tenían que celebrarse esta tarde se han suspendido. El poder judicial está temblando.

PSC y Cs ya han advertido que estudian medidas legales. Y los grupos parlamentarios tienen margen para sabotear esta parálisis de un Parlament que ya se encontraba en horas bajas en términos de credibilidad popular a causa de las jubilaciones de oro de sus trabajadores.

Por su parte, la CUP ha anunciado que propondrá a su diputado Carles Riera como sustituto de Pau Juvillà. En un comunicado, ha explicado que el objetivo de esta sustitución es seguir haciendo la tarea que hacía Juvillà en el órgano director del Parlament, "garantizar la mayoría independentista y la defensa de los derechos de los diputados y la soberanía del Parlament".

ERC y la CUP dejaron sola a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, con su idea de paralizar el Parlament en protesta por la inhabilitación del diputado de la CUP Pau Juvillà. Eso es lo que pasó de forma oficial. Porque de forma extraoficial lo que ocurrió es que los dos partidos tuvieron información del movimiento que iba a hacer Borràs desde anoche, pero ambos grupos callaron y prefirieron que la responsable de la Cámara se estrellara cuando presentase una propuesta que es del todo ilegal y que carece de viabilidad práctica.

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