Juvillà (CUP) se ausentará del Parlament por enfermedad, pero no renuncia a su escaño

Este lunes por la tarde la CUP ha emitido un comunicado de cuatro líneas en el que anuncia dos cosas: que el diputado Pau Juvillà está enfermo y que, por lo tanto, tendrá que ausentarse de sus tareas parlamentarias. También ratifica que no renuncia a su escaño y que quiere mantener su condición de diputado. La nueva situación otorga dramatismo, pero no cambia los problemas de fondo de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que ha asegurado que iba a mantener hasta sus últimas consecuencias el escaño del anticapitalista, al que la Junta Electoral Central (JEC) quiere cesar por una sentencia contra él del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por no haber querido retirar unos lazos amarillos de su despacho en época electoral, cuando era regidor en el Ayuntamiento de Lleida.

El comunicado tiene cuatro líneas: “Comunicamos que el diputado de la CUP NCG Pau Juvillà se encuentra en una situación de salud complicada que le impedirá mantener su actividad política habitual. Pese a esta circunstancia, el diputado ha expresado su voluntad de mantener su condición de diputado en defensa de la soberanía del Parlament de Cataluña”.

En la práctica, no cambia nada. La enfermedad de Pau Juvillà puede añadir dramatismo a la situación, pero Borràs sigue con el mismo problema: esta semana ha de responder al requerimiento de la JEC sobre la retirada del escaño. Si Laura Borràs en su calidad de presidenta de la Cámara catalana intenta desobedecer a la JEC, le podría costar la inhabilitación. Como en el caso de Quim Torra, se trataría de algo menor que luego acaba teniendo consecuencias sobredimensionadas. Torra y las pancartas o el propio Juvillà y sus lazos amarillos.

Que Juvillà esté enfermo no cambia nada, en término jurídicos. La obligación de la Laura Borràs es que Juvillà deje de ser diputado y cumpla su condena de inhabilitación de seis meses, firme por parte del TSJC.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Borràs (JxCAT) se comprometió a desobedecer para marcar distancias con su antecesor, Roger Torrent (ERC). Para este martes ha convocado la Mesa del Parlament y posteriormente una Mesa ampliada, que incluye a la totalidad de los grupos parlamentarios, incluyendo los que no pueden votar en la Mesa pero sí están presentes en el pleno de la Cámara. El futuro de Juvillà será el tema estrella. Se da la circunstancia, además, de que Pau Juvillà forma parte de la Mesa. Se desconoce si sus problemas de salud le impedirán ir a la reunión, pero se entiende que será así. Por lo tanto, se prevé que se debata sobre su futuro político en su ausencia.

Aviso desde Waterloo

Desde Waterloo, Carles Puigdemont ya ha marcado doctrina. Se ha emitido un comunicado conjunto del Consell per la República y del Parlament paralelo, la denominada Asamblea de Representantes. En su nota, se marca que “pedimos a los diputados y presidenta del Parlamento que defiendan con hechos, y hasta las últimas consecuencias, la soberanía del Parlament y los derechos de los diputados electos como muestra de dignidad política y de rigor en la representación parlamentaria. Si se da el caso, pedimos al pueblo que defienda a los representantes legítimos de Cataluña”.

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Hay que recordar que Borràs forma parte de la Asamblea de Representantes que impulsó Puigdemont. La nota desde Bélgica implica la paradoja de que es Borràs ordenando a Borràs que desobedezca “hasta las últimas consecuencias”. Los sectores más radicales de JxCAT esperan que esta semana, que es el límite marcado por la JEC, se visibilice una nueva ruptura que sirva para dar un nuevo impulso a un independentismo en horas bajas.

JxCAT, con otro punto de vista

Pero en JxCAT tienen otro punto de vista. Para ellos, la enfermedad de Pau Juvillà lo cambia todo y permite a Laura Borràs ganar tiempo. Lo que siempre han buscado, por ejemplo, con el recurso al Tribunal Supremo. Prolongar la situación considerando que el fallo del TSJC no era suficientemente firme.

También se deslegitima la JEC. Como explica la nota de Waterloo, para el independentismo “un organismo administrativo nunca puede condicionar ni sustraer el derecho de representación que el pueblo ejerce mediante el sufragio”. Pero es poco probable que la Mesa y los letrados del Parlament lo vean así. Jurídicamente, no ha cambiado nada y Borràs sigue con una patata caliente entre manos.