El pueblo de 200 habitantes de Burgos que ha conseguido reabrir su cine 50 años después

Cilleruelo de Abajo es un pequeño pueblo burgalés de apenas 200 habitantes que, en plena España vaciada, ha logrado algo casi imposible: recuperar el que fue su antiguo cine. De mano de la asociación cultural del municipio, Collalba, las proyecciones de películas han vuelto a la localidad desde el pasado 30 de diciembre, cuando se exhibió La contadora de historias.

Desde esta primera proyección, el apoyo de las gentes de Cilleruelo de Abajo a esta iniciativa ha sido total, ya que cada sesión cuenta con una media de 140 espectadores. O lo que es lo mismo, más de la mitad de los vecinos que constan como censados. Una iniciativa tiene el respaldo, además, del Ayuntamiento y de su alcalde, Domingo López.

"El Consistorio ha cedido el local cultural, al que hemos dotado de internet con una nueva línea de fibra, así como todos los elementos técnicos necesarios. Hemos intentado apoyar en todo lo que hemos podido desde nuestra posición", explica Domingo López, el primer edil de Cilleruelo de Abajo, quien destaca la gran acogida de esta iniciativa para revitalizar el pueblo: "Estamos encantados".

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A este primer título cinematográfico le han ido sucediendo otros cada sábado, a excepción del fin de semana de carnavales, que se ha aprovechado para proyectar dos películas en vez de una, la primera el viernes y la segunda el domingo. Entre ellas, algunas de las nominadas en los premios Goya, como es el caso de Chinas.

Esta última, además, contó con la presencia de dos de sus protagonistas, quienes se trasladaron hasta el pueblo para compartir un coloquio después de la visualización del film con los asistentes al centro cultural. Una gran cita que vivieron desde la asociación con mucha emoción por su gran importancia para Cilleruelo de Abajo.

Más de 50 años después

En 1968 en el pueblo se llevaron a cabo proyecciones, pero luego se perdió. "Por eso, hemos querido recuperarlo, sentarnos a ver una película y disfrutar", indica Raquel Casado, presidenta de la asociación cultural. "La idea es continuar y más cuando lo hemos iniciado ahora en invierno, que es la peor época para los pueblos por el frío que hace y la poca gente que hay", confiesa.

La asociación Collalba tiene la intención de replicar este proyecto en otros municipios de la zona. Actualmente, la provincia de Burgos no cuenta con ningún otro cine rural. La asociación defiende que esta no solo se trata de una iniciativa para ver películas, sino mucho más: un lugar de encuentro y de puesta en común de la cultura cinematográfica.

"Trabajamos con la asociación y lo hacemos todo de acuerdo con ellos. Tiene mucho tirón, se mueve mucho y se implica por el pueblo. Nosotros les damos una aportación económica. Estamos tratando de dar todas las facilidades para que se siga haciendo, pero los verdaderos artífices son la asociación", señala el alcalde.

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Desde la asociación Collalba se ha querido dinamizar la vida en los pueblos y la idea es continuar también de cara al buen tiempo y durante todo el año con iniciativas similares. Además, las empresas locales del municipio también se han volcado en el retorno del cine al pueblo y les están donando algunos productos.

"La afluencia de gente cada fin de semana se está manteniendo, hay salas de cine en las ciudades que están más vacías que esta. Hay muchos vecinos que nos cuentan que, por ejemplo, su madre llevaba todo el invierno sin salir de casa y esto ya es un motivo para hacerlo. Es muy bonito", concluye Domingo López.

Actualmente, son los miembros de la asociación quienes eligen los títulos de las películas que se proyectan, pero la idea es que en un futuro sean los propios vecinos a través de una asamblea quienes elijan qué ver en un pueblo donde han logrado algo casi milagroso.