Andalucía recupera las líneas de formación suspendidas por la corrupción del PSOE

Los cursos de formación para el empleo fueron, durante años, un foco de corrupción en la Andalucía del PSOE. Se habló, en los albores de la investigación, de una estafa de 3.000 millones de euros desviados mediante un sistema similar a los ERE: redes clientelares y agujeros en el control del reparto de fondos públicos a empresarios y sindicatos. Ante los primeros indicios de lo que acabaría siendo el caso de los cursos de formación, Susana Díaz dio un cerrojazo a estas ayudas. Su objetivo era intentar poner un cortafuegos que librase a su Gobierno de cualquier sospecha de corrupción.

La decisión de la expresidenta bloqueó durante años millones de euros en políticas para el desempleo en la comunidad con más paro de España. A su llegada al poder, el PP buscó fórmulas para desbloquearlas y no perder el dinero, aunque desmontó el antiguo modelo de reparto y dio prioridad a las licitaciones públicas. También abrió líneas de subvenciones a empresas, pero con tantas exigencias que muchas se quedaban sin adjudicar. Ahora, por primera vez desde el fraude de los cursos de formación, el Gobierno de Juanma Moreno abrirá la mano con las ayudas que tantos dolores de cabeza dieron a la Administración autonómica.

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La Junta de Andalucía publicará en los próximos días una novedosa convocatoria de subvenciones para que las empresas organicen cursos formativos tanto para empleados como para desempleados por valor de 20 millones de euros. Según fuentes consultadas por este medio, en esta ocasión las compañías beneficiarias no estarán obligadas a contratar a un mínimo de los participantes en el curso, a diferencia de las subvenciones aprobadas en los últimos años. La decisión supone retomar una fórmula suspendida tras los casos de corrupción.

En las convocatorias más recientes, todas las entidades privadas que recibieran una subvención debían asumir un compromiso de contratación de al menos el 40% del alumnado. Las más grandes impartían la formación directamente y las pequeñas la subcontrataban, aunque la exigencia de incorporar a los desempleados a sus plantillas provocaba que buena parte de las subvenciones se quedaran sin entregar. De hecho, desde 2020 estos programas formativos subvencionados contaron con una dotación de 20 millones de euros, pero solo se repartieron 6,7 millones entre 57 entidades que sí aceptaron contratar a una parte del alumnado.

Las empresas del sector recomendaban recuperar esta vía para dar respuesta a las necesidades de formación en algunos sectores

El dinero que se asignará a estas nuevas subvenciones apenas absorbe un 7% del presupuestado para la formación profesional para el empleo, pero supone la mayor flexibilización de requisitos desde la corrupción del PSOE. La Consejería de Empleo ha tomado esta decisión tras años de diálogo con las empresas del sector, que recomendaban recuperar esta vía para poder ejecutar todo el dinero presupuestado. El modelo de licitaciones no era lo suficientemente ágil, según criticaban compañías dedicadas a la formación.

Algunas de esas empresas especializadas tuvieron que buscar otras vías de negocio e incluso cerrar tras la suspensión de las ayudas y algunas no levantaban cabeza. La formación profesional para el empleo estuvo seis años sin funcionar y, solo en el periodo 2012-2018, Andalucía perdió más de 1.300 millones de euros para combatir el paro, según los cálculos de la Junta. A su llegada al Gobierno autonómico, el PP encontró más de 3.000 expedientes sin resolver en los cajones, algunos ya prescritos. La causa en los juzgados lleva años de retrasos, entre otras cuestiones, por la cantidad de documentos a analizar.

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La Consejería de Empleo pretende responder a la demanda del sector, que pedía recuperar esta fórmula. Recientemente, la Asociación de Entidades de Formación y Empleo (Cecap) criticaba el nuevo modelo de licitaciones y la falta de subvenciones al 100%. A su juicio, el modelo de licitaciones retrasa los pagos en exceso. "Hay centros que, casi dos años después de ser adjudicada, no han firmado el contrato con la Consejería", afirmó esta entidad en un comunicado reciente.

Urgencia en algunos sectores

La Junta necesita agilizar la formación en algunos sectores y el departamento está estudiando qué especialidades formativas son las más necesitadas en la hostelería, la construcción, el sector aeronáutico o de tecnología altamente cualificada, entre otros. De esta forma, los futuros programas de subvenciones ofrecerán empleados con la formación específica a empresas con dificultades para encontrar trabajadores. Tras desbloquear los cursos, la formación profesional para el empleo ha beneficiado a más de 21.800 andaluces en los últimos cinco años, según las cifras aportadas por la Junta, aunque se pretende llegar a una cifra mayor.

Empleo necesita agilizar la puesta en marcha de cursos tras las críticas del sector

Para dar garantía al procedimiento, las nuevas subvenciones priorizarán los proyectos con mayor puntuación según la baremación establecida en la convocatoria, que se adjudicará por concurrencia competitiva. La Consejería de Empleo, dirigida por Rocío Blanco, establecerá “más controles” y una mayor “transparencia” para garantizar la correcta gestión de las subvenciones, que de momento son solo una prueba, ya que también se mantendrán subvenciones con el requisito de la contratación.

En cualquier caso, el grueso de las subvenciones para la formación profesional seguirá corriendo a cargo de ayuntamientos y entidades sin ánimo de lucro. Desde la Junta, recuerdan que ese programa alcanzará los 180 millones de euros en esta convocatoria. En total, el presupuesto para la formación profesional para el empleo alcanzará en 2024 un total de 287 millones, 35 millones más y un aumento del 13,9% respecto a 2023. De este importe, 201,4 millones se destinarán a acciones dirigidas a personas desempleadas y 28,3 millones serán para personas ocupadas, tanto vía licitación como vía subvenciones.