Un mosquito trol, "militontos" y mojitos: la guerra sucia digital en la izquierda andaluza

La historia ha dejado numerosos ejemplos de las luchas internas de la izquierda política. El asesinato de León Trotski con un piolet a manos de un estalinista o los enfrentamientos a tiros entre socialistas, comunistas y anarquistas durante la Guerra Civil. En la actualidad, afortunadamente, no corre la sangre. Los métodos van acompasados con los tiempos y las redes sociales pueden ser un arma tan efectiva para cobrar facturas y lograr los objetivos como un balazo. Nada como abrir una serie de perfiles e iniciar una campaña de desprestigio donde el anonimato no pone límites a la zafiedad.

Esto es lo que presuntamente se produjo en el seno de la izquierda andaluza en un momento de división interna que parece no cicatrizar nunca y que desembocó en una investigación interna de Izquierda Unida (IU) tras comprobarse un ataque sistemático y organizado contra diferentes miembros de su formación y cargos electos de Podemos.

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Las pesquisas, realizadas por un miembro del Partido Comunista, en primer lugar, y por un auditor externo contratado a tal efecto, después, coincidieron en apuntar a la supuesta implicación de la actual candidata de Por Andalucía a la alcaldía de Málaga, la concejala y máxima responsable de IU en el grupo municipal, Remedios Ramos, a quien vincularon con una campaña de desprestigio a través de cuentas fake en que se empleaban con asiduidad términos despectivos, injuriosos y algunos con un tufo xenófobo.

El origen de esta investigación interna se sitúa en una oleada de mensajes en la red social Twitter contra distintos miembros del grupo municipal Adelante Málaga, formado por la coalición entre Izquierda Unida y Podemos, y que en los comicios municipales de 2019 obtuvo tres representantes: Eduardo Zorrilla, Paqui Macías y Nicolás Sguiglia.

En ellos se ridiculizaba constantemente a los ediles, se calificaba de “militontos” a los militantes de la formación morada, se insinuaban robos de material, se hacían apreciaciones despectivas sobre el físico de Macías o Zorrilla, se deslizaban comentarios de tintes racistas sobre las raíces argentinas de Sguiglia y se aludía con cierta asiduidad al consumo de alcohol —mojitos, concretamente— de la citada concejala.

“A la señora de rosa del PSOE [la edil Begoña Medina], que lleva más años que el alcalde [Francisco de la Torre], parece que la dao un aire; pero Paqui Macías posa con una seguridad pasmosa, ¿será porque a ella no se la lleva el viento? Me pregunto aonde habrán metido al largo de IU [Eduardo Zorrilla]”, se puede leer en uno de los mensajes. En otro, en el que el entonces portavoz de IU aparecía en una fotografía con una mascarilla rosa, decía que “er Zorri está muy mono, se pondrá de lila rosácea para parecer feministo. Igual que su compi Macías. Ella es femilista, y él, femilisto. El Capitán Boludo [en referencia a Nicolás Sguiglia] no sé, será capullisto”.

Detectaron dos cuentas especialmente hostiles: 'Er mosquito de Guadalmar' y 'Capitán Boludo'

A un mensaje de la concejala de Podemos sobre la “propuesta de un servicio municipal de canguraje”, se responde: “Butal, brutal lo del canguraje y la conciliación explicado por la que solamente concilia con el cajero”. “Los antisistema le han cogido gustirrinín a la alfombra roja. Tienen más gañote que la Cayetana: los Goya, el Festival de Cine, los Max…”, comentaba sobre la foto de miembros del partido morado frente al Teatro Cervantes.

En relación con una protesta ciudadana contra el cambio climático, censura que no se ha visto a Paqui Macías y que “se podía haber venido con su burra, al menos para hacer bulto, pero los mojitos están mu güeno”.

32 páginas de estudios

Las publicaciones se prolongaron durante muchos meses y, aunque se detectaron cuatro que sobresalían, había dos perfiles falsos especialmente activos: Er mosquito de Guadalmar y Capitán Boludo. Ninguna de las dos cuentas está operativa en la actualidad. La primera fue cerrada y la segunda está suspendida.

Las fuentes consultadas por El Confidencial explicaron que en los mensajes se difundían datos internos de ambas formaciones, lo que hizo sospechar que su autor “podría ser miembro de Izquierda Unida o el Partido Comunista de Andalucía (PCA)”. La situación se trasladó al responsable de Organización y Comunicación, José Antonio Carmona, que decidió que se realizara una auditoría de redes.

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Finalmente, se realizaron dos, a las que ha tenido acceso este periódico. Una preliminar, elaborada por Manuel Alén, que se entregó con el membrete del PCA en Málaga; y la definitiva, realizada y firmada por un experto en la materia, Carlos Castro. El primero informe consta de 18 páginas, cuatro más que el segundo, y se llevaron a cabo de forma consecutiva. El coste del segundo trabajo fue 250 euros, que se abonaron por transferencia bancaria, como quedó reflejado en la factura emitida el 22 de enero de 2021 por Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía.

Las dos investigaciones reforzaron la sospecha inicial de que la persona detrás del perfil más activo era un dirigente de la formación, aunque lo sorprendente es el nombre en el que coincidieron: Remedios Ramos, la cuarta en la lista de las pasadas elecciones municipales, y que se había quedado sin acta de concejal por unos cuantos votos.

El experto, que utiliza al menos seis herramientas informáticas en su trabajo, concluye que la candidata de la coalición Por Andalucía —IU, Verdes Equo, Más País e Iniciativa del Pueblo Andaluz— para los próximos comicios locales del 28 de mayo “está tras la cuenta Er mosquito de Guadalmar con una altísima probabilidad”. “Tras la aplicación de un estudio informático, comprobamos que hay una conexión entre ambas”, plasma en su informe tras analizar la cuenta fake y la oficial de la actualmente edil del Consistorio malagueño. Porque uno de los movimientos internos que se produjeron dentro de este contexto fue la salida de la política de Eduardo Zorrilla y que Ramos recogiera su acta de concejal. Esto ocurrió en marzo de 2021, cuando el partido ya disponía de los resultados de ambos estudios, que para reforzar sus dictámenes utilizaron el perfil de Santiago Abascal, líder de Vox, como prueba de contraste.

“Con el sumatorio de todas las evidencias e informaciones obtenidas, se puede afirmar, con un grado de confianza suficientemente alto, que Remedios Ramos es la persona tras la cuenta Er mosquito de Guadalmar”, se escribe en su informe preliminar del PCA en Málaga, en el que se destaca la “gravedad de la situación” porque supuestamente se trataba de una dirigente del partido.

La dirección de IU desoyó los dos informes que encargó y decidió no abrir expediente a Ramos

El autor “rechaza” que la utilización de este perfil “haya sido fruto de un calentón esporádico” y recuerda que estuvo vigente desde agosto de 2020. Sobre las otras tres cuentas analizadas, afirma que “no se puede asegurar la identidad de ninguna, si bien una de ellas parece ser de Podemos y otra requeriría una investigación en la base de datos de la militancia”.

Como es fácil imaginar, cuando los resultados de ambos informes se conocieron, provocaron un gran malestar entre los afectados y reclamaron a Izquierda Unida que tomara cartas en el asunto. Aunque finalmente no adoptó ninguna medida disciplinaria. La Comisión de Instrucción del Proceso de Conciliación elaboró un documento en el que se constataba el desacuerdo entre Ramos y los miembros del partido que se sintieron atacados por los mensajes. Y la Comisión Colegiada de IU Andalucía, tras analizar toda la información recopilada, recomendó no abrir expediente a la concejala, “ante la falta de medios técnicos que nos permitan determinar de manera fehaciente la existencia de una relación probatoria entre los hechos denunciados y la presunta infractora”.

Esta resolución es de octubre de 2021, un periodo en el que la cuenta Er mosquito de Guadalmar permanecía sin actividad, que se interrumpió cuando en el seno del partido trascendieron la investigación y la realización de los dos informes.

Las fuentes consultadas lamentaron que esta resolución “reforzó” a la edil, que poco tiempo después se impuso holgadamente en un proceso asambleario en la capital malagueña que allanó su camino político hasta su reciente candidatura a la alcaldía de Málaga.

“Me la 'refanfinfla”

Remedios Ramos, a preguntas de este periódico, reiteró lo que previamente había manifestado a los órganos de control de su partido: que ella no era la persona que estaba tras las cuentas fake, ni era la autora de los mensajes soeces y denigrantes. La dirigente culpó a Podemos de la difusión del caso, pero no quiso entrar en detalles cuando se le cuestionó por el hecho de que fuesen dos informes solicitados por su propia formación los que apuntasen en un alto porcentaje que ella estaba detrás de al menos uno de los perfiles falsos.

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“Me la refanfinfla” y “tengo cosas mejores a las que dedicar mis horas”, declaró la edil, que dijo que “son cosas de los que no ganan en primarias y se dedican a estas gilipolleces”. “Niego completamente” estar detrás de perfiles falsos de Twitter, porque “tengo muchas cosas que hacer”. “Hay otros que no tantas, y que no les gusta tanto trabajar”, añadió. En este punto, hay que incidir en que muchos de los mensajes publicados aludían a la supuesta inactividad de los concejales de la formación morada y Eduardo Zorrilla.

Remedios Ramos insistió en que no fue acusada de nada y confirmó que no emprendió acciones legales a pesar del contenido de los informes. “Soy una persona con 57 años que llevo desde que eché los dientes en el partido Izquierda Unida y mi trayectoria es intachable”, remarcó antes de despedirse, recordando que, “ojo”, forma parte de la “máxima dirección” de su partido.