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El último bulo que llena la red: los seguidores comprados en Twitter de Sánchez (y Abascal)
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Un debate cerrado hace años

El último bulo que llena la red: los seguidores comprados en Twitter de Sánchez (y Abascal)

La guerra política sobre los 'bots' se aviva. Usuarios y medios aseguran que cuentas como la de Pedro Sánchez habrían crecido estos meses gracias a los bots, pero no hay nada que lo demuestre

Foto: (Foto: EFE)
(Foto: EFE)

Los 'bots' no descansan, ni las polémicas que los usan de combustible tampoco. Desde hace días la guerra política ha saltado a la red culpándose unos a otros de estar aumentando la audiencia de sus discursos y sus apoyos en internet a través de todo tipo de estrategias más o menos legítimas con la idea de influir en la opinión pública durante la crisis del coronavirus. Campañas coordinadas para colar sus mensajes, otras para viralizar bulos, otras para mostrar su opinión como mayoritaria... El último escándalo saltó este lunes con los 'bots' que reaccionaban de forma extraña a las publicaciones de Facebook del Ministerio de Sanidad y que ya analizamos en este artículo, pero una nueva polémica acaba de aparecer y ahora se centra en Twitter.

Usuarios de diferentes redes sociales, polemistas como Javier Negre y medios como ABC se han hecho eco de unos supuestos informes sacados de diferentes herramientas web gratuitas que indicarían que las cuentas de políticos como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias (también hay otros como Ana Pastor) habrían crecido de forma exponencial en los últimos días gracias a cuentas falsas, 'bots', creadas en los últimos 90 días. Aseguran que el 47% de todos los seguidores de Sánchez son falsos y que sus cuentas se habrían creado en los últimos 90 días, pero los expertos en redes sociales desmienten este dato.

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece en la Comisión de Sanidad del Congreso. (EFE)

Tal ha sido el empuje de la polémica que hasta la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha salido a denunciar la llegada de cuentas sospechosas a su perfil insinuando que podrían buscar "desacreditar" a la política, pero lo cierto es que ni los informes son fiables ni hay nada que pruebe estas prácticas, ya sea tanto para favorecer como para desprestigiar a los diputados. Y es que el problema de la proliferación de 'bots' en Twitter sin ningún control no es nuevo, ni siquiera para los políticos españoles.

¿De dónde salen los informes?

El supuesto porcentaje de seguidores falsos y recientes de Sánchez se ha obtenido a través de una herramienta de análisis de redes llamada Sparktoro. La herramienta efectivamente existe, pero las dudas comienzan una vez se analiza su funcionamiento. Se trata de una aplicación en desarrollo que especifica que no rastrea todos los perfiles e identifica si son falsos si no que solo coge una muestra aleatoria de 2.000 cuentas de cada perfil y con esa muestra saca sus conclusiones, especificando en cada apartado que se trata de un porcentaje sacado de una muestra. Por último, en la metodología, Rand Fishkin, explica que en ningún momento la 'app' te dice que un seguidor es un 'bot', solo saca conclusiones usando varios factores.

Con estos datos, buscamos las cuentas de los líderes de los cinco principales partidos españoles y encontramos una constante. Los cinco se mueven en porcentajes de seguidores falsos muy similares. Además, también comparten porcentajes en el número de cuentas falsas que les siguen y que se han creado en los últimos 90 días: Pedro Sánchez tiene un 48%, Pablo Iglesias un 50%, Pablo Casado un 39%, Santiago Abascal un 45% e Ines Arrimadas un 35%. No hay que olvidar que Pablo Iglesias tiene más de dos millones de seguidores, Sánchez más de 1 y los otros tres líderes rondan los 500.000 'followers'. Bajo este párrafo se da una muestra de la auditoría de Sparktoro.

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¿Quiere decir que todos los políticos españoles han pagado para mejorar sus estadísticas en los últimos 90 días? No, ni mucho menos, al menos no se puede afirmar con estos datos pues ni siquiera cuadran los números. Como recuerda Josep María Arpal Ruiz, experto en comunicación y cofundador de una firma dedicada a este ámbito, en su cuenta de Twitter, el perfil de Pedro Sánchez apenas creció en 240.000 usuarios desde el mes de noviembre, es decir que ha crecido alrededor de un 20% en seis meses. Y según otra herramienta de medición, Socialbakers, de esos 240.000, 85.000 llegaron en el último mes, es decir, durante el estado de alarma, en un crecimiento bastante constante.

Otros expertos en redes sociales como Marcelino Madrigal apuntalan esta explicación y defienden que páginas como Sparktoro no son nada "finas" a la hora de detectar 'bots'. "Son herramientas de análisis, lo más que te va a dar son cuentas trending, temas trending y demás", explica otro especialista que trabaja en marketing digital.

Por último cabe destacar el caso de Twitter Audit, la otra herramienta usada para 'destapar' supuestamente los 'bots' de perfiles como el de Ana Pastor, y cuya muestra, al menos en la versión gratuita también es de lo más limitada. Solo coge, según explican en la página, una muestra de 5.000 de todos los usuarios que tiene una cuenta para sacar los porcentajes. Por cierto, esta página dice que solo el 25% de los seguidores de Sánchez son falsos, y si se coge la versión de pago, la 'Pro', ese porcentaje baja al 12%.

¿Podrían, aun así, haber comprado los 'bots'?

Como explican los expertos, estas páginas solo dan pistas sobre el posible camino de estas cuentas y dan ideas de qué ha podido pasar, pero no se pueden sacar conclusiones de lo encontrado en ellas. Pero por poder, como ya explicamos en el caso de Facebook, es posible comprar seguidores falsos por muy poco dinero, ya sea para engordar tus estadísticas como para fastidiar a algún oponente. Aunque para los expertos resulta muy poco verosímil ya que, nuevamente, es un problema más que conocido y que apenas puede influir ni a favor ni en contra de la imagen de nadie.

Lejos de ser una nueva, la polémica sobre los 'bots' en Twitter lleva años circulando. En 2014 saltó un escándalo que, además, defendió Pablo Iglesias, en el que se acusaba a Mariano Rajoy de haber comprado seguidores, y también Pedro Sánchez. Ambos lo negaron y Twitter optó por borrar todos estos seguidores que en muchos casos venían con nombres en árabe y ningún tipo de información en sus perfiles. Unos 60.000 seguidores en el caso de Rajoy y 20.000 en el de Sánchez de los que nunca se supo su origen.

Además, cientos de usuarios llevan años denunciando la pasividad de los gestores de Twitter para controlar el problema de los 'bots'. Es el caso del informático forense Geoff Golberg que desde 2016 lleva denunciando casos de compra, venta y uso de bots en su blog. En 2017, el CEO de Twitter, Jack Dorsey confesó que el 5% de todos los usuarios de Twitter son falsos aunque una investigación posterior demostró que esta cifra podría ser mucho mayor, y llegar al 15%. En total unos 40 millones de cuentas controladas de forma automática.

Los 'bots' no descansan, ni las polémicas que los usan de combustible tampoco. Desde hace días la guerra política ha saltado a la red culpándose unos a otros de estar aumentando la audiencia de sus discursos y sus apoyos en internet a través de todo tipo de estrategias más o menos legítimas con la idea de influir en la opinión pública durante la crisis del coronavirus. Campañas coordinadas para colar sus mensajes, otras para viralizar bulos, otras para mostrar su opinión como mayoritaria... El último escándalo saltó este lunes con los 'bots' que reaccionaban de forma extraña a las publicaciones de Facebook del Ministerio de Sanidad y que ya analizamos en este artículo, pero una nueva polémica acaba de aparecer y ahora se centra en Twitter.

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