Podemos exige a IU liderar las confluencias en Andalucía: “La gente busca nuestra papeleta”

Por mucho que las distintas siglas se esfuercen en aparentar un ambiente de cordialidad, y repitan en cada comparecencia que tienen la mano tendida, lo cierto es que la fractura en la izquierda es cada vez más evidente. Pablo Iglesias la remarcaba este fin de semana al reivindicar el “patrimonio” de su formación frente al proyecto Sumar que impulsa la vicepresidenta Yolanda Díaz. Y antes se hizo carne en el Parlamento andaluz con conjuras a distintas bandas que acabaron echando a la representante morada de la Mesa de la Cámara autonómica. Pero cualquier duda sobre esta división quedó este lunes disipada públicamente durante la presentación de su candidato a la Alcaldía de Málaga, Nicolás Sguiglia. Un acto en el que la formación realizó una propuesta que hace prácticamente imposible una confluencia con Izquierda Unidad: “Liderar la candidatura”, sin primarias previas, bajo el nombre de Podemos. “La gente va a buscar nuestra papeleta”, defendió.

“Confiamos en que IU va a actuar con la misma responsabilidad y generosidad que Podemos en los últimos años”, declaró la concejala Paqui Macías, antes de enumerar los últtimos comicios en los que la coalición de izquierdas encabezó las diversas confluencias entre ambas siglas: “Tanto en las anteriores municipales, con Eduardo Zorrilla; como en las generales y andaluzas, con Alberto Garzón e Inma Nieto, respectivamente”.

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Macías recalcó que “es hora de que Podemos encabece la candidatura que pueda desalojar al PP” del Ayuntamiento de Málaga y dejó claro que no van a ir bajo el paraguas de ninguna denominación de consenso. “La gente busca la papeleta de Unidas Podemos”, por lo que entienden que “no podemos continuar mareando a nuestro electorado.

Esta exigencia que pone en jaque las posibles alianzas con IU y sus partidos satélites —como Equo o Más País— se sustancia, en parte, con los sondeos que les otorgan la mayor parte de los votantes del actual espacio político de la izquierda más ortodoxa en la capital malagueña y que mitigan notablemente los efectos negativos de concurrir a las municipales con listas diferentes.

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Esta decisión parece que se hará extensible a toda la comunidad andaluza, según se desprende de las palabras pronunciadas posteriormente por el todavía portavoz adjunto del grupo parlamentario de la confluencia Por Andalucía, Juan Antonio Delgado, quien afirmó que Podemos “no volverá a cometer el error” de concurrir en las próximas elecciones municipales sin su marca. El parlamentario aseguró que en las pasadas autonómicas “quedó claro” que la estrategia de presentar la confluencia con el nombre de Por Andalucía “no era acertada por desconocida”. Una coalición que nació dañada por los problemas durante su gestación y que en las municipales volverá a agruparse en torno al mismo nombre, lo que reafirma la salida definitiva de los morados.

La creencia de que las siglas moradas son las que tiran del carro de la izquierda es generalizada en Podemos y Macías lo dejó claro cuando obvió el papel de IU en el Gobierno central al afirmar que “es la fuerza que ha permitido avances históricos en materia de derechos”. “Somos el referente que el electorado entiende como alternativa”, por lo que “no debemos continuar mareándolo” y “debemos liderar la candidatura”.

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Las exigencias verbalizadas por Macías hacen inviable un pacto en el que las dos principales fuerzas quieren reivindicarse ante sus votantes con una posición de fortaleza sobre su socio y donde el proceso de elección interna del candidato se difumina.

Sguiglia, que este fin de semana estuvo en la Universidad de Otoño de su partido, mantuvó un perfil más institucional y dejó que su compañera en el Consistorio representase el sentir orgánico.

Desconexión

Esta ruptura en la capital malagueña se atisbaba desde hacía tiempo, sobre todo porque en las filas moradas no sentó nada bien que Izquierda Unida anunciase un acuerdo de confluencia con Equo, Más País e Iniciativa del Pueblo Andaluz que parecía querer dejarles en una situación comprometida. A ésto siguió la confirmación de Remedios Ramos como la candidata a unas hipotéticas primarias en las que el previsible adversario sería Nicolás Sguiglia. Para acabar conformando una situación que lo único que hace es denotar una desconexión que hace imaginar la compleja relación de los representantes de ambas formaciones en el grupo municipal que comparten.

Se contraponen el tirón de Podemos en las ciudades con la estructura de IU en el interior

Los dos partidos han iniciado un pulso, del que puede que ninguno salga bien parado. Es cierto que Podemos ha conseguido una base electoral muy importante en las capitales de provincia y los principales municipios, pero no dispone de la estructura e implantación que desde hace décadas lleva construyendo IU en los pueblos. Esta circunstania hace que, como informó este periódico, a estas alturas carezca de alcaldables en el 90% de las localidades andaluzas.

Hay quien sostiene en este partido que el crecimiento futuro debe sustentarse en la proyección que se logra en las grandes urbes, pero no se puede ignorar la todavía fuerza del interior andaluz. Serán las urnas las que determinen si finalmente la estrategia de acudir separados es acertada. El reto en la capital malagueña es mayúsculo: intentar, junto con el PSOE, arrebatar la Alcaldía al popular Francisco de la Torre.