‘Objetivo Málaga’: El PSOE calienta su Ley de la Vivienda apuntando a la ‘ciudad de moda’

El PSOE calienta su futura Ley de Vivienda mientras trata de sortear un nuevo choque con Unidas Podemos (UP) y abre un nueva batalla ideológica de cara a las elecciones municipales que libra sin tapujos en Málaga. Los socialistas están dispuestos a desmentir a los que alaban la transformación de la ciudad de moda e insisten en alertar sobre un supuesto “drama habitacional” desarrollando una estrategia electoral para la que incluso ha movilizado a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. Málaga se ha entregado a los “ricos” y los malagueños de cuna deben exiliarse. Esta es el mantra a repetir hasta las municipales. El alcalde malagueño, Francisco de la Torre, no ha dudado en calificar de “venta impresentable de humo” la propuesta de su principal adversario político.

No parece que fuese casual que Sánchez se desplazase este domingo a la capital malagueña para abrir la espita de la nueva norma sobre vivienda. Ya lo había hecho meses atrás, con una dura intervención contra De la Torre. Pero con la secretaria general de UP y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, presionando con esta materia, la dirigente socialista aprovechó que era la encargada de clausurar una jornada municipalista para lanzar varios mensajes.

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Ante un auditorio afín, aseguró que el Gobierno está “muy cerca de poder llevar al Boletín Oficial del Estado (BOE)” la primera ley nacional, que incluiría medidas como el tope a los alquileres en zonas de precios tensionadas. “Queremos revertir ese modelo salvaje y arbitrario en el que nos instaló el PP”, declaró, para después culpabilizar a esta formación de utilizar el acceso a un hogar como “un bien de mercado” que “servía a la especulación y para inflar la burbuja inmobiliaria”.

Raquel Sánchez focalizó este problema, del que descargó de cualquier responsabilidad al Ejecutivo central, en la capital malagueña. El claim acuñado, y que repiten en cada acto, es el del “drama habitacional” que sostienen que se vive en la ciudad. Un término en torno al que el candidato socialista a la alcaldía de la ciudad, Daniel Pérez, lleva semanas construyendo un discurso marcadamente ideológico e identitario y al que se sumó la ministra cuando aseguró que “Málaga tiene que ser para los malagueños, no para los turistas y los ricos”. Términos similares a los que se podrían escuchar en boca de un miembro de Vox para excluir a determinados colectivos.

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Esta dinámica, como es previsible, no escapa al actual momento electoral. En los comicios municipales de 2019 el PSOE se quedó a un concejal de hacer buena la suma con los partidos de izquierda y recuperar la alcaldía de Málaga tras más de dos décadas en la oposición. Un escenario que hubiese supuesto un golpe simbólico al PP en todos los niveles por ser el lugar desde el que se comenzó a fraguar la pérdida de la Junta de Andalucía.

Las encuestas dibujan que ese escenario fue coyuntural, y que Francisco de la Torre volvería a recuperar la mayoría absoluta, pero esto no frena la estrategia socialista. Pérez afirmó que la ciudad que tantos elogios cosecha nacional e internacionalmente “se está convirtiendo en una pesadilla para los malagueños”. “Los pisos turísticos se están comiendo el Centro”, añadió el candidato, que con asiduidad se apoya en un informe del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) para alertar sobre un presunto éxodo de ciudadanos que no pueden adquirir un inmueble por sus altos precios.

El PSOE eligió al alcalde de Mallorca, José Hila, para reforzar su argumentario, pero no contaba con que el relato de la ‘estrella invitada’, y la efectividad de sus políticas en materia de vivienda, perdería fuelle 48 horas antes. En primer lugar, porque los datos estadísticos del sector inmobiliario sitúan a la isla balear en los primeros puestos de alza de precios de compra y alquiler y cuestionan las medidas intervencionistas. Y en segundo, porque ese mismo día rebajó el margen de maniobra de la administración local para atajar cuestiones de este tipo. Lo hizo durante una entrevista en el programa Más de uno de Onda Cero, donde reclamó una Ley de la Vivienda que “me ayude en un tema tan importantísimo”, y que “un ayuntamiento, solo, no va a cambiar”.

Los socialistas, no obstante, remarcaron sus mensajes una y otra vez para dibujar una situación cuasi apocalíptica en una ciudad que no deja de ganar población y atraer empresas interesadas en instalarse. “Málaga sufre el mayor drama habitacional en su historia”, reiteró Daniel Pérez para poner en valor su plan de construcción de 10.000 VPO que Francisco de la Torre calificó este lunes como “venta de humo” por su inconcreción.

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E. Sanz

El regidor, que en contraposición alabó su proyecto de edificar 8.900 inmuebles en cinco años que se aprobará este jueves, declaró que, “para que las cosas tengan credibilidad, deben darse detalles”. “Que haya suelo disponible, financiación, hablar con las promotoras…”. Si no, “ese plan tiene unos cimientos blandos”, manifestó sobre la propuesta del PSOE, para seguidamente afear que la ministra de Vivienda se desplazase a la ciudad para un evento de partido y no reservase tiempo para reunirse con él y abordar asuntos locales.

Las cartas de los dirigentes socialistas para tratar de hacerse con el poder en Málaga están sobre la mesa. La consigna es machacar con el tema de la vivienda. La cuestión es si sus mensajes calaran en una población que ha demostrado una gran fidelidad electoral hacia el regidor popular o percibe que sus palabras están vacías y no se corresponden con la realidad. La gran dificultad con la que se encuentran es que, al igual que en Málaga, en otros puntos del país gobernados por miembros de su partido el sector inmobiliario está desbocado. Y parece complicado que allí denuncien otro “drama habitacional” o la acción de los “ricos”.