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Negociaciones abiertas

Yolanda Díaz aterriza Sumar en Andalucía mientas la izquierda está empantanada en su lucha

La vicepresidenta del Gobierno tiene previsto llevar en enero su proceso de escucha a la región. Salvo sorpresa, llegará con las izquierdas que debe unir en una difícil negociación, producto del mal acuerdo de las autonómicas

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz en el mitin que compartieron en Córdoba en la campaña de las andaluzas. (EFE/Rafa Alcaide)
Ione Belarra y Yolanda Díaz en el mitin que compartieron en Córdoba en la campaña de las andaluzas. (EFE/Rafa Alcaide)

"Las izquierdas siguen en el pantano". Salvo sorpresa mayúscula, ese es el escenario que se encontrará Yolanda Díaz en Andalucía cuando desembarque con el proceso de escucha de Sumar. La vicepresidenta segunda del Gobierno tiene previsto llevar su proyecto a la comunidad en enero, avanzan desde su entorno. Mientras, las fuerzas que deben aunarse bajo el paraguas (o en coalición) de la plataforma están embarcadas en un complejo proceso de negociación que atañe a las candidaturas municipales, pero también al desbloqueo de la situación que se vive en el grupo parlamentario Por Andalucía, la coalición de izquierdas que se presentó in extremis a las autonómicas del pasado junio y que vive una suerte de guerra fría casi desde el día posterior a los comicios.

Después de muchos titubeos, Díaz se implicó en la conformación final de esa coalición y señaló a la candidata, la dirigente de IU Inma Nieto, por encima del aspirante de Podemos. El fracaso electoral del 19-J, con solo cinco escaños en el Parlamento regional, desató los navajazos casi desde el cierre de las urnas. De un lado se pusieron IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Del otro, Podemos y Alianza Verde. Ambos se acusan de no cumplir acuerdos que no reconocen tras una escalada que acabó con la representante morada fuera de la Mesa de la Cámara por decisión de IU, Más País y sus aliados, a pesar de que Podemos es mayoría en el grupo parlamentario, con tres diputados por uno de IU y otro de Más País.

Foto: Yolanda Díaz y Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

Es cierto que la dirigente gallega no tiene intención de involucrarse en las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Lo apuesta todo a las generales, aunque hay líderes de la izquierda que consideran que esto es un error. Sobre todo en Andalucía, donde están convencidos de que los comicios locales son muy útiles para implicar a los ciudadanos en un proceso como el que Díaz ha puesto en marcha con Sumar. "Si participas en las municipales, luego te puedes enganchar en un proceso mayor", apunta una fuente de la izquierda andaluza.

En cualquier caso, si la vicepresidenta del Gobierno es reacia a participar en los procesos de la próxima primavera, la situación andaluza no ayuda a terminar de convencerla. El bloqueo entre Podemos y el resto de fuerzas de la coalición se ha destensado en las últimas semanas. Existen negociaciones muy discretas para intentar que la guerra del Parlamento acabe y se normalice la situación del grupo. No es casualidad que dos de los diputados morados acudieran por primera vez a la sesión de control de mediados de diciembre, la última del año, durante la intervención de Inma Nieto. Los siguientes pasos deben ser la vuelta de la representante de Podemos a la Mesa de la Cámara y la participación de Juan Antonio Delgado en los intercambios quincenales con Juanma Moreno.

El motivo de este deshielo es precisamente la cercanía de las municipales y el resultado de las primarias moradas, que solo permitirían a Podemos presentarse en 81 municipios que abarcan algo más de la mitad de la población andaluza. Y a ello hay que sumar la dificultad de lograr escaños si hay tres listas a la izquierda del PSOE: una encabezada por IU, otra por Podemos y la de Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez.

La dirigente gaditana —que ha dejado el Parlamento, pero no la portavocía de su formación— no tiene intención de coaligarse con sus antiguos colegas. Su tesis es que es necesario que Adelante se consolide como partido andalucista y esto es imposible en una alianza con los partidos de la izquierda estatal. En Cádiz y Sevilla, los de Rodríguez cuentan con apoyos que les permitirían entrar en varios consistorios, pero no así en el resto de provincias. Si a esta división, ya cierta, se le suma un divorcio entre Podemos e IU, las posibilidades de la izquierda de lograr concejales en los ayuntamientos andaluces disminuyen dramáticamente. De esto pueden depender consistorios tan importantes como el de Sevilla, donde el PSOE tendrá que mirar a su izquierda ante la desaparición de Cs y el crecimiento que se presume al PP.

Tres listas a la izquierda del PSOE (Adelante, Podemos e IU) harán muy difícil lograr representación en los ayuntamientos

Mientras se producen las negociaciones discretas sobre la situación del Parlamento, hay otras conversaciones que buscan esas alianzas municipales, aunque su ritmo es muy distinto. En Córdoba capital, todos los partidos que formaron Por Andalucía se han puesto de acuerdo para ir al 28 de mayo bajo la marca Hacemos Córdoba. Se da la particularidad de que en la ciudad de Julio Anguita la izquierda nunca se ha presentado a unas municipales de forma unitaria y la entente se ha logrado en el momento más complicado que se recuerda.

En la provincia de Sevilla hay consenso en que los partidos se presentarán con su nombre precedido de la preposición con, pero en la capital todavía hay dudas sobre quién debe encabezar la lista y las relaciones entre Podemos y Más País son complicadas. En Málaga también hay un cierto bloqueo después de que los morados dejasen las conversaciones, en parte, por la presión de la dirección estatal. A las difíciles relaciones históricas que hay en determinados territorios (como ocurría en Córdoba) hay que sumar la influencia de la pugna estatal y los posicionamientos que los partidos del espectro de la izquierda van tomando respecto a Sumar.

Foto: Juan Antonio Delgado, junto a Yolanda Díaz y Alberto Garzón, en la campaña de las andaluzas. (EFE/José Manuel Vidal)

En IU tienen claro desde las autonómicas de junio, a pesar del fracaso, que el experimento de Por Andalucía sirvió para colocarlos en el mismo lugar que a Yolanda Díaz. Su líder autonómico, Toni Valero, se posicionó hace unos días públicamente a favor de que sea la ministra de Trabajo la que encabece el espacio de la izquierda en el ciclo que está por venir. Valero cuenta con el aval de la organización con mayor implantación del espacio de la izquierda en Andalucía. IU cuenta con una masa de afiliados y 921 concejales que son el mimbre perfecto para el aterrizaje de una organización como Sumar, que todavía no tiene con estructuras y tiene que apoyarse en los partidos existentes.

Podemos acusa la marcha de Teresa Rodríguez, que controló el partido durante sus primeros cinco años de existencia, y su presencia es menor en el territorio. La actual dirección está alineada con la estatal, que todavía apuesta por la coalición con el Sumar de Díaz para no diluir una marca que consideran exitosa. Tanto es así que explican parte del fracaso del 19-J en la desaparición de su nombre de la papeleta y han puesto como requisito que sí esté en las municipales.

"Las izquierdas siguen en el pantano". Salvo sorpresa mayúscula, ese es el escenario que se encontrará Yolanda Díaz en Andalucía cuando desembarque con el proceso de escucha de Sumar. La vicepresidenta segunda del Gobierno tiene previsto llevar su proyecto a la comunidad en enero, avanzan desde su entorno. Mientras, las fuerzas que deben aunarse bajo el paraguas (o en coalición) de la plataforma están embarcadas en un complejo proceso de negociación que atañe a las candidaturas municipales, pero también al desbloqueo de la situación que se vive en el grupo parlamentario Por Andalucía, la coalición de izquierdas que se presentó in extremis a las autonómicas del pasado junio y que vive una suerte de guerra fría casi desde el día posterior a los comicios.

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