El 28-M empuja a la izquierda andaluza a la reconciliación a la espera de Yolanda Díaz

El diputado de Podemos Juan Antonio Delgado se ha estrenado este jueves en la sesión de control a Juanma Moreno en el Parlamento de Andalucía. Seis meses después de lo que debería haberlo hecho. Al menos ese era el acuerdo al que llegaron los morados con sus socios de IU en la conformación de la coalición de izquierdas que se presentó a las elecciones autonómicas del pasado 19 de junio. La enésima crisis de este espacio político provocó un bloqueo que alejó al guardia civil gaditano de las preguntas al presidente de la Junta. Hasta ahora, después de un largo, discreto y paulatino deshielo entre las partes, que se han ido acercando poco a poco al calor de los comicios municipales del próximo 28 de mayo.

Hace ya varios plenos que los otros dos diputados de Podemos, José Manuel Gómez Jurado y Alejandra Durán, comenzaron a sentarse en sus escaños durante la intervención de la portavoz, Inma Nieto, de IU. La pregunta de Delgado normaliza aún más la situación en un grupo parlamentario que vivió una guerra fría durante los primeros compases de la legislatura por las heridas que no se cerraron en la conformación de Por Andalucía, que así se llama la coalición de la que forman parte Podemos e IU, pero también Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

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La alianza saltó por los aires cuando IU y Más País utilizaron su mayoría de bloqueo en la coalición para sacar de la Mesa del Parlamento a Durán, de Podemos. Su puesto en el órgano rector de la Cámara era también parte de ese acuerdo, pero intentó registrar un reglamento que daba todo el poder de decisión al grupo parlamentario, donde los morados son mayoría. Este movimiento, aseguraban desde Podemos, fue en respuesta a la decisión de IU y Más País (junto a Equo e Iniciativa) de hacer portavoz adjunta a Esperanza Gómez, la líder andaluza del partido de Íñigo Errejón.

Las malas relaciones entre los viejos socios de Podemos y Más País han sido una de las principales razones de los desencuentros en Por Andalucía. El resultado fue el citado bloqueo del funcionamiento normal del grupo, que fue férreo durante los primeros meses. La cercanía de las elecciones del próximo 28 de mayo ha facilitado el deshielo, con acuerdos muy llamativos entre Podemos e IU en ciudades como Sevilla o Córdoba. Por momentos, planeó la amenaza de un veto de la dirección morada, pero las aguas han vuelto al cauce habitual. Los acuerdos se están dando salvo en los lugares, como Málaga o Granada, donde las relaciones entre morados e izquierdistas están viciadas desde hace años.

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La espantá de Más País, que anunció que abandonaba las negociaciones para las coaliciones municipales porque les recordaban demasiado a Unidas Podemos (de donde se escindieron), ha acabado diluida. Los errejonistas irán con sus viejos socios en Sevilla y con IU y otras fuerzas en Granada, Málaga y Jaén. El objetivo de esta reconciliación, que todavía puede extenderse a más ciudades, es evitar una fuga de votos que ponga en riesgo gobiernos de izquierda en Andalucía.

El único escollo serio que queda por salvar para alcanzar la normalidad absoluta es que Alejandra Durán vuelva a la Mesa del Parlamento, pero esa posibilidad parece más lejana. Esperanza Gómez, de Más País, ocupa el asiento de Por Andalucía en el órgano rector de la Cámara y ninguna de las fuentes consultadas es capaz de pronosticar cuándo cambiará esto. Cuando la diputada de Podemos fue apartada de la vocalía de la Mesa, IU y Más País explicaron que se trataba de una situación temporal. Estas mismas fuentes restan importancia a la situación y defienden que el funcionamiento del grupo está casi normalizado, como demuestra la pregunta de Delgado a Juanma Moreno.

La tardanza de Yolanda Díaz

La pacificación de la izquierda andaluza sería una buena excusa para que Yolanda Díaz desembarcase en la comunidad con su proyecto Sumar, aunque la gallega todavía mantiene la incertidumbre sobre si se presentará a las elecciones generales previstas a final de año. Fue precisamente en Córdoba, en su apoyo a la campaña de Por Andalucía, donde Díaz anunció que daría "un paso al frente", una frase que se entendió como su voluntad de ser candidata a la presidencia del Gobierno.

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Eso ocurrirá cuando acabe su "proceso de escucha", ha dicho en varias ocasiones la vicepresidenta y ministra de Trabajo. Empezó en julio, pero todavía no ha pasado por Andalucía, a pesar de que su equipo tenía previsto viajar a la comunidad en enero. Hay fuentes que aluden precisamente a las malas relaciones de la izquierda regional para justificar el retraso. Otra fuente cercana al entorno de Díaz desvela que incluso manejaron varias fechas y espacios para dos actos en la comunidad, uno en Sevilla y otro en otra capital por determinar.

"Será pronto, pero no podemos confirmar fecha", admiten desde Sumar. Hay cierto consenso en que el anuncio de Díaz sobre las generales solo puede llegar después de su paso por Andalucía, donde la gallega estará esta semana como ministra. Este viernes, CCOO en Andalucía celebra un acto en Cádiz donde la vicepresidenta debatirá sobre igualdad con el jefe del sindicato, Unai Sordo, y sus líderes en la comunidad y la provincia, Nuria López e Inma Ortega.

Yolanda Díaz anunció que daría "un paso al frente para ganar España" en un mitin de la campaña andaluza en Córdoba, el pasado junio

Como ocurrió unos meses antes de las elecciones andaluzas, Díaz se servirá de los sindicatos para un desembarco institucional. Entonces fue en Sevilla, en un acto con UGT y CCOO, donde anunció que su proyecto político no llegaría "a tiempo" de las andaluzas. Fue en plena pugna de las izquierdas para formar la coalición del 19-J, un conflicto que Díaz evitó todo el tiempo que pudo. Finalmente, acabó implicándose, señaló a la izquierdista Inma Nieto como candidata en un paseo por la Feria de Sevilla y participó en dos mítines multitudinarios durante la campaña. El mal resultado, con solo cinco diputados, fue precisamente el desencadenante de la posterior crisis, alimentada por el reparto de puestos y recursos.