El campo andaluz retoma en Córdoba sus movilizaciones ante la “ruina del sector”

El campo andaluz vuelve a salir a la calle desesperado a pesar de la pandemia. Varios cientos de agricultores se han manifestado este martes por las calles de Córdoba en una caravana de tractores y vehículos convocados por todas las organizaciones agrarias (Asaja, Coag, UPA y cooperativas) para “concienciar a la sociedad de los problemas de rentabilidad que sufre el sector y para exigir a las administraciones medidas que palíen la crítica situación por la que atraviesan los productores andaluces”.

Agricultores y ganaderos andaluces han pasado en un año de ser unos de los “héroes” de la lucha contra el covid, por su trabajo en pleno confinamiento, a tener que salir a “pedir auxilio” ante lo que consideran “la tormenta perfecta”: con graves problemas a corto plazo, como el enorme encarecimiento de los costes de producción o la sequía, y con una enorme preocupación por el futuro a medio plazo por la reforma de la PAC (política agraria común) para el periodo 2023-27, que reducirá las ayudas europeas que percibe Andalucía y que le han permitido una gran transformación para convertirse en un sector competitivo que supone ya el 36% de la producción agraria de España, el 40% de las exportaciones agrarias nacionales y más de 50% del empleo del sector en el conjunto del país.

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A corto plazo, el problema más acuciante de los agricultores andaluces es poder salvar sus campañas sin perder dinero. Las organizaciones agrarias y cooperativas han dejado muy claro que los costes de producción se han disparado “a niveles nunca vistos”. Los piensos para el ganado se han encarecido un 30% en el último año. También son más caras las semillas (20%), los abonos (150%), el agua (33%) o los plásticos que se utilizan en los cultivos de invernadero (46%).

Sin embargo, las subidas más espectaculares son las que afectan al gasóleo que usan los tractores, que ha llegado a crecer un 73%, y a la energía eléctrica, con una subida del 270%. Además, recuerdan que a todo esto se suma una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 29,7% en los últimos tres años que ha afectado especialmente en el campo.

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Mientras esto ocurre, los alimentos siguen encareciéndose en la cesta de la compra para los consumidores, que pagan más por los productos que adquieren. Un aumento de precios que, sin embargo, aseguran que no repercute en los agricultores y ganaderos, el primer eslabón de la cadena alimentaria, que ven cómo se incrementan sus pérdidas porque ni siquiera cubren los costes de producción con la venta.

A esta situación se une la enorme incertidumbre actual por la sequía que está azotando la región (a pesar de las lluvias que esta misma semana están dando una tregua) y que ya ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a solicitar al Gobierno la declaración de esta situación de extraordinaria.

Para terminar de rematar esta 'tormenta perfecta', las organizaciones agrarias andaluzas llevan un año denunciando que los agricultores andaluces verán mermadas sus rentas con el “recorte severo de la nueva PAC” si se aplica el modelo propuesto por el ministro de Agricultura, el cordobés Luis Planas.

En concreto, la reforma de la política agraria común para el nuevo marco 2023-27 podría hacer perder unos 180 millones de euros cada año a la comunidad, según denuncian estas organizaciones. Andalucía recibe en estos momentos unos 1.900 millones de euros anuales, que se distribuyen entre unos 200.000 perceptores.

El ministro niega ese recorte y este mismo lunes aseguró precisamente en Córdoba que “la PAC será muy beneficiosa para Andalucía. Lo veremos en dos años”. En un encuentro organizado por 'ABC', el representante del Ejecutivo de Pedro Sánchez se refirió también a las dificultades puntuales que atraviesan algunos sectores, especialmente el lácteo, por el encarecimiento de los costes de producción, como los fertilizantes, los productos de alimentación animal y la energía, y precisó que se trata de una “situación coyuntural de ámbito internacional y que según previsiones como las del Ecofin y el Banco Central Europeo se revertirá en los primeros meses de 2022”.

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Pese a estas dificultades, Planas remarcó que la situación del sector agrario “es en general más favorable a la que había antes del inicio de la pandemia”. Ello ha permitido que la renta agraria durante 2021 se haya mantenido estable. Además, subrayó la importancia de la reciente aprobación de la Ley de la Cadena Alimentaria, que impedirá la venta a pérdidas de algunas grandes distribuidoras.

Por su parte, la Junta de Andalucía ha mostrado su apoyo a la movilización del campo andaluz. El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha asegurado “compartir las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos andaluces” y ha pedido firmeza al ministro para defender los intereses de este sector en España frente al recorte previsto por Bruselas.