Duelo de jefes en Galicia: Feijóo, "hiperactivo", y Sánchez echará el resto
El líder del PP se instalará allí y solo volverá a Madrid en las jornadas con actividad obligatoria, mientras que el presidente del Gobierno prevé tres visitas y desplegará a sus ministros en la región
La cuenta atrás para el inicio de la campaña de las elecciones en Galicia se agota y los grandes partidos van deshojando la margarita de su despliegue en la región. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, trasladará prácticamente su cuartel general a la comunidad que gobernó durante 14 años para consolidar la mayoría absoluta y espantar cualquier posibilidad de vuelco. El PSOE combinará el despliegue de Pedro Sánchez con las visitas de los ministros en un intento por empujar al PSdG y mejorar los resultados de 2020 para hacer posible la carambola que acabe erosionando la mayoría absoluta de los populares y brinde una oportunidad al bloque de izquierdas.
Feijóo ha esperado las órdenes de Alfonso Rueda para organizar su campaña las dos próximas semanas. El candidato del PP a la Xunta no cree que una excesiva exposición de su predecesor traslade una imagen negativa en términos electorales, sino más bien todo lo contrario. Considera que su presencia contribuirá a pelear contra una posible "campaña sucia" de la izquierda. Comenzó con la crisis de los pellets, aunque en las filas de los populares no descartan que sus rivales lleven la campaña "al barro" con otros asuntos, por ejemplo, con nuevas "filtraciones" sobre la llamada operación Cataluña que salpiquen a Mariano Rajoy, que también tendrá un papel, como informó El Confidencial.
"Él suma mucho en campaña", sentenció el propio Rueda durante un discurso abierto en la Junta Directiva Nacional del partido, que Génova convocó con el fin de impulsar formalmente al candidato hacia su primera mayoría absoluta en el feudo de Feijóo. El líder del PP le ha tomado la palabra, y perfila una actividad electoral "muy intensa", tanto, que solo volverá a Madrid en ocasiones puntuales durante las dos próximas semanas por sus obligaciones en el Congreso o con el partido. El equipo de Feijóo trabaja en una especie de campaña "minifundista", en la que se propone "tener impacto" en todo el territorio gallego, no solo en las grandes ciudades, sino también en el medio rural.
La agenda del líder popular estará tan apretada que en su equipo barajan que haya días en los que acumule varios actos en distintas provincias para llegar hasta el último rincón. Feijóo cuenta con una ventaja sustancial respecto a Sánchez, que es el conocimiento de un territorio que gobernó durante 14 años y su experiencia en la preparación de campañas electorales que le han llevado a la cima. En Génova, apuntan también que la política nacional será un recurso constante en las visitas de Feijóo, aunque sin perder la clave gallega. El líder popular presentará una dicotomía a los gallegos: sumar la región al bando independentista y, por tanto, a Sánchez o blindar Galicia como territorio "constitucionalista".
El PP ha previsto dos caravanas separadas y diferenciadas de Feijóo y Rueda, además de una agenda con Mariano Rajoy, para peinar toda la región en apenas 14 días. Los dos líderes sí coincidirán en algunos actos, como el que está previsto este mismo sábado en la Plaza de Toros de Pontevedra, un lugar emblemático que el PP ha elegido para exhibir fuerza ante más de 14.000 personas, y en la que también está prevista la presencia del expresidente del Gobierno.
Este lunes, Alfonso Rueda pidió "apoyo" tanto a Génova como al resto del partido para la campaña. Y una de las dirigentes a las que ha requerido es Isabel Díaz Ayuso, que prevé dar un mitin en Galicia la última semana de campaña, según confirman en el equipo de la madrileña. Tanto en la dirección nacional del PP como en la regional piden, en privado, enmendar los errores del 23-J y dar la credibilidad justa a las encuestas, aunque los análisis demoscópicos les permiten, de momento, respirar tranquilos. Para perder la absoluta, advierten en Génova, Rueda tendría que dejarse al menos un escaño en cada provincia, un escenario que ven prácticamente imposible.
Ayuso acudirá a Galicia la última semana de campaña para arropar a Rueda en la recta final
Pero el PP quiere reducir todas las posibilidades a cero. En las filas del partido, hablan de que la "hiperactividad" que Feijóo ha demostrado en las últimas semanas —con multitud de actos, intervenciones o reuniones— y la que prevé mantener en Galicia no son fruto de la casualidad. Un inesperado revés en su feudo podría tambalear también el liderazgo nacional del gallego, aunque tanto la dirección nacional como los barones del PP insisten en cerrar filas y separar ambas circunstancias. Feijóo ha dado máxima prioridad al ciclo electoral de 2024 para llegar con fuerza a las próximas generales, sean antes o después. Y para ello, opinan en el partido, debe hacer pleno este año: mayoría absoluta en Galicia, crecer en País Vasco y arrasar en Europa.
Presencia de Sánchez y goteo de ministros
La apuesta del PSOE comenzó cuando colocó la convención política del partido en A Coruña el fin de semana del 19 al 21 de enero. Antes, celebró un acto similar a nivel regional que sirvió de empuje para José Ramón Gómez Besteiro, el candidato socialista. Diputado en el Congreso y rehabilitado para la primera línea tras un calvario judicial del que ha salido absuelto, en Ferraz están convencidos de que su cabeza de cartel tiene tirón. Lamentan, en privado, que no tenga más tiempo para consolidarse frente a una líder del BNG, Ana Pontón, que lleva varios años al frente de los nacionalistas gallegos y es referencia en el bloque de la izquierda.
"Pasar al BNG es muy difícil", admiten con resignación en las filas socialistas, conscientes de que existe un voto dual entre las autonómicas y las generales que el 18-F beneficiará a Pontón. En el PSOE cuentan con mejorar los 14 escaños que lograron en 2020 y aseguran que todas las encuestas, salvo una —la realizada por Gad3 hecha pública este lunes—, prevén ese mejor resultado en los comicios. Y confían en que esos datos todavía pueden ser mejores si son capaces de apelar a los indecisos para que los números de las autonómicas se aproximen a los que logró Sánchez en las generales del 23-J o en las municipales del 28-M.
En Ferraz, trabajan con unos sondeos que todavía contemplan el 27% o 28% de indecisos, un dato coherente con lo que se viene registrando en las últimas convocatorias electorales. Cada vez más ciudadanos eligen la papeleta en las fechas próximas a la apertura de las urnas, y por ese motivo los partidos echan el resto en las campañas. Las visitas de Sánchez previas a las elecciones no serán ni mucho menos las últimas. A las dos citadas convenciones hay que sumar un acto de partido del pasado fin de semana en Pontevedra y, como presidente, un anuncio de un nuevo barco para Navantia en los astilleros de Ferrol.
Este sábado, el líder socialista volverá a la comunidad con un acto en Ourense, pero todavía se esperan al menos entre dos y tres mítines más. Uno se prevé para el fin de semana del ecuador de la campaña, pero también habrá viajes entre semana al territorio para apoyar a Besteiro. El presidente del Gobierno no será el único que arrope al candidato socialista, ya que se prevé un goteo de ministros en consonancia con lo que en Ferraz llaman "la agenda gallega". Se prevé la presencia de Pilar Alegría en más de una ocasión, pero también de María Jesús Montero, que ya ha compartido algún acto con el candidato en las últimas semanas.
Este despliegue tiene un doble objetivo. El primero es insuflar ánimo al PSdG, pero también a la población que apuesta por un cambio de color en la Xunta. En Ferraz, están convencidos de que hay una voluntad de cambio latente, a pesar de que todas las encuestas dan como ganador a Alfonso Rueda y muchas no ponen en peligro la mayoría absoluta que Feijóo consiguió en 2020. Esa apuesta por el cambio en Galicia, afirman los socialistas, se detecta en los sondeos, pero dependerá de un puñado de votos. Y los que necesita el bloque de izquierda se pueden ir por el sumidero de la división de la izquierda.
Las cuentas de los socialistas colocan Sumar en torno al 4% de los votos, cuando el 5% es el mínimo que requiere la ley electoral gallega para lograr un escaño. En Pontevedra y A Coruña, las provincias más grandes, los de Yolanda Díaz están cerca de rebasar ese porcentaje, pero es cierto que no está garantizado. Y en parte se debe a que Podemos lograría algo menos de un punto, entre el 0,8% y el 0,9%. En Lugo y Ourense, el reto es aún más complicado, ya que los porcentajes necesarios para alcanzar un diputado en el Parlamento de Santiago de Compostela son aún mayores.
La cuenta atrás para el inicio de la campaña de las elecciones en Galicia se agota y los grandes partidos van deshojando la margarita de su despliegue en la región. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, trasladará prácticamente su cuartel general a la comunidad que gobernó durante 14 años para consolidar la mayoría absoluta y espantar cualquier posibilidad de vuelco. El PSOE combinará el despliegue de Pedro Sánchez con las visitas de los ministros en un intento por empujar al PSdG y mejorar los resultados de 2020 para hacer posible la carambola que acabe erosionando la mayoría absoluta de los populares y brinde una oportunidad al bloque de izquierdas.
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