Rajoy protagonizará la campaña bis del PP en Galicia pese a la ofensiva del PSOE

La tormenta política por la llegada de pellets a las costas gallegas amaina, pero todo apunta a que no será la última polémica que entrará con fuerza en la campaña gallega. A solo un mes para que se abran las urnas, el PSOE ha abierto fuego a discreción contra Génova por la publicación de nuevos documentos sobre la llamada operación Cataluña que implicarían de forma directa a Mariano Rajoy en los entresijos del espionaje a líderes independentistas. El PP no solo guarda escrupuloso silencio sobre el caso, sino que obvia la presión de la izquierda y utilizará el comodín del expresidente del Gobierno durante la carrera hacia el 18-F. "Es un gran activo", saludan desde Galicia.

Fuentes del PP gallego confirman que en las próximas semanas el partido desarrollará una especie de "triple caravana". Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Rueda y Mariano Rajoy tendrán actos conjuntos, pero desarrollarán una agenda individualizada para peinar todo el territorio y afianzar la absoluta. Los populares están convencidos del tirón del exjefe del Ejecutivo en su bastión gallego.

El PP le concederá un rol protagonista, acompañante de gala de su candidato a la Xunta, por más que la estrategia del PSOE sea estrechar el cerco sobre su presunta implicación (o conocimiento de los hechos) en la operación Cataluña, que puede acabar en los tribunales, como defiende hasta el propio Sánchez. El expresidente gallego ya apareció junto a Rueda y Feijóo en la presentación oficial del barón autonómico durante un desayuno informativo en Madrid la semana pasada. Y también apareció en el vídeo viral con el que el presidente de la Xunta dio pistoletazo de salida a su objetivo de revalidar el Ejecutivo regional. Es habitual ver a Rueda y Rajoy juntos, y ambos compartieron una caminata en Año Nuevo por la Ruta da Pedra e da Agua, en Pontevedra.

En la Xunta, minimizan el impacto político que puede tener una investigación de hace más de una década, mientras que miembros de la dirección nacional del partido cuestionan en privado la "oportunidad política" del aterrizaje de las informaciones que apuntan de forma directa a Rajoy, figura clave para el PP gallego. No obstante, la estrategia de Génova ha sido no saltar sobre ese charco y apuntar únicamente que "no hay nada nuevo" en el goteo de pruebas del caso. El equipo de Feijóo no quiere agrandar este asunto con especulaciones, por mucho que vean detrás a la Moncloa y la información en manos del Ministerio del Interior. Ese asunto, con el cambio de Administración, siempre ha sido una bomba de relojería.

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Durante el último año, era muy frecuente escuchar en ámbitos políticos que el PSOE la haría detonar de cara a las elecciones generales. Pero el botón no se pulsó. Hacerlo ahora, según fuentes del Ejecutivo de Rajoy, obedecería a que los socialistas tienen que "dar contenido" a las comisiones de investigación pactadas con Junts y ERC. Las llamadas comisiones del lawfare, precisamente sobre la operación Cataluña y el denominado caso Pegasus. La primera aborda la llamada brigada patriótica al servicio del exministro Jorge Fernández Díaz, que fabricaba pruebas contra políticos independentistas, que se han investigado en el Congreso hasta en tres ocasiones. Ya existen dos duros dictámenes contra el PP y no hubo un tercero porque se suspendió la comisión por el adelanto electoral del 23-J.

Pero ahora se está apuntando con más claridad contra Rajoy. El Ejecutivo ha abierto la veda para que comparezca de nuevo en la Cámara Baja. Su postura en estos momentos es mucho más proactiva. La protección concedida en anteriores ocasiones al expresidente popular, a quien se acusa de conocer los hechos, ha saltado por los aires y el PSOE exige "actuaciones judiciales inmediatas", además de la nueva investigación política en el Congreso.

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Durante la negociación de la ley de amnistía, una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza dieron a los negociadores fue pactar su alcance. Junts quería incluir hechos no vinculados con el procés, con el argumento de que sus protagonistas habían sido juzgados por ser independentistas —la tesis del lawfare—. Como esto no se podía incluir en la ley, se optó por las comisiones de investigación para que desfilen por ellas comparecientes que avalen esa tesis y que con sus testimonios o la documentación que se aporte ayuden a que los jueces concedan la amnistía en casos ajenos al procés.

La absoluta de Rueda, en juego

Fuentes conocedoras de aquellas conversaciones consideran que todo lo que está sucediendo ahora discurre por esta línea. Pero también está la vertiente política, el aprovechamiento que el PSOE puede hacer de cara a las gallegas. Aunque en Ferraz reconocen que puede tener un efecto muy limitado en el voto, también explican que con una movilización importante de la izquierda, la mayoría de Rueda estaría en juego. En el PP, creen que esta estrategia de los socialistas, como con la crisis de los pellets, tampoco dará resultado. "En Galicia, la sensación es que la izquierda se ha pasado de frenada", inciden.

Las encuestas que el PP maneja en privado siguen situando la horquilla del PP entre los 39 y los 40 escaños, dos menos respecto al último resultado de Feijóo, pero suficientes como para afianzar la Xunta cuatro años más. No obstante, el partido ha optado por la táctica del miedo para evitar una sorpresa similar a la del 23-J. No dar todo por ganado, por temor a que sus votantes se queden en casa. Es una estrategia de doble filo, porque la izquierda podría aprovechar la inquietud de los azules para animar a los suyos a acudir a las urnas con la esperanza de desbancar al PP y asestar, de paso, un duro golpe al liderazgo de Feijóo.

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