Rajoy, en manos de Fernández Díaz y Cospedal en el caso del espionaje a Bárcenas
Su declaración será clave, ya que el sumario no reúne, al menos de momento, pruebas directas del conocimiento por su parte del funcionamiento de la trama parapolicial
El sumario de la pieza del caso Villarejo en que se investiga el espionaje a Luis Bárcenas bordea la figura de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en el momento de los hechos, pero no reúne, al menos de momento, pruebas directas del conocimiento por su parte del funcionamiento de la red policial que vigiló y robó datos al extesorero más famoso del PP, informan fuentes jurídicas. El alcance de la implicación en el operativo del máximo responsable del partido en esa etapa, y también la de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se encuentra así en manos de tres personas: el exsecretario de Estado de Interior Francisco Martínez y los dos antiguos altos cargos cuya imputación ha reclamado la Fiscalía Anticorrupción, el exministro Jorge Fernández Díaz y la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal.
Ninguno de los tres ha declarado por el momento. Los mensajes que conservaba en su móvil el primero han desencadenado la solicitud de citación de los segundos, pero Martínez, sin embargo, se ha negado a declarar en las dos ocasiones en las que ha comparecido en la Audiencia Nacional. Tras el levantamiento del secreto que acaba de acordarse, se le citará de nuevo. En ese nuevo interrogatorio, tendrá oportunidad de concretar las sospechas que vierte en las distintas conversaciones que constan en la causa y en las que apunta directamente al expresidente.
No obstante, son Fernández y Cospedal quienes tienen la llave que conduce a Rajoy. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón estudia atender la petición, efectuada por la Fiscalía Anticorrupción, para que se cite como investigados a ambos. Es previsible que su decisión se alargue unos días y que no sea hasta la próxima semana cuando se acuerde su comparecencia. A los dos se les preguntará si daban cuenta de los pasos de la trama 'parapolicial' y nutrida con fondos reservados a sus superiores y si actuaban por orden de alguno de ellos.
Hasta el momento, las menciones al expresidente son de Martínez. En distintos mensajes incautados sobre el operativo que se alargó durante dos años, entre 2013 y 2015, el exsecretario de Estado da por prácticamente segura una futura imputación de Rajoy. Se refiere a él en el marco de un malestar más que patente por encontrarse, solo, en el centro de una investigación que, en su opinión, debería apuntar a un nivel superior al suyo.
En una de las conversaciones con el antiguo jefe policial Eugenio Pino, le espeta: "Te garantizo que si yo tengo que declarar también irán JFP (y probablemente MR)". En otra de esas charlas, en este caso con el comisario Enrique García Castaño, insiste en que se defenderá con todos los argumentos "y la pieza seguirá creciendo porque llamarán a Jorge (como mínimo)". Un tercer mensaje indica que no duda de que le será "fácil" probar su implicación y, en una escala de ese malestar, pasa a llamar "miserables" tanto a Rajoy como a Fernández y Cospedal.
En el sumario consta incluso una comunicación directa con el expresidente, aunque no hay constancia de si este contestó. En un mensaje de reproche, otro escalón en la escalada del malestar, Martínez le pide que se tenga en cuenta su lealtad y que no se le deje fuera de las listas 'blindadas' con aforamientos, mediante su inclusión en la Asamblea de Madrid. La misma solicitud o más bien otra muy similar la dirigió a Teodoro García Egea.
Las menciones de Villarejo
En la pieza Kitchen, también constan numerosas conversaciones en las que el comisario Villarejo se refiere a Rajoy, al que bautiza como 'el asturiano' o el 'barbas'. El policía jubilado —cuya credibilidad ha sido puesta en entredicho en numerosas ocasiones a lo largo del caso— se jacta de contar con datos que servirían para tumbar al expresidente e, incluso, llevarle a la cárcel. "Dile al 'barbas' que lo meto en la cárcel, a él el primero", dice en una ocasión. "Me podrá meter en el maco, me podrá no sé qué, pero le busco una avería que se caga, eh, le busco una avería que se caga", asegura en otra.
Las palabras parecen concretarse en algo menos volátil en otra de las charlas que refleja el sumario. El empresario Adrián de la Joya dice a Villarejo en una de esas ocasiones que tienen "todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda". En opinión del comisario, los datos en poder del extesorero podían acabar con el expresidente.
El sumario de la pieza del caso Villarejo en que se investiga el espionaje a Luis Bárcenas bordea la figura de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en el momento de los hechos, pero no reúne, al menos de momento, pruebas directas del conocimiento por su parte del funcionamiento de la red policial que vigiló y robó datos al extesorero más famoso del PP, informan fuentes jurídicas. El alcance de la implicación en el operativo del máximo responsable del partido en esa etapa, y también la de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se encuentra así en manos de tres personas: el exsecretario de Estado de Interior Francisco Martínez y los dos antiguos altos cargos cuya imputación ha reclamado la Fiscalía Anticorrupción, el exministro Jorge Fernández Díaz y la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal.
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