El PSOE resucita el fantasma del Prestige para reactivar a la izquierda: "Con 3 puntos más, el PP corre peligro"

El PSOE ha tenido estos años una relación voluble con las encuestas, encadenando grandes aciertos y fallos clamorosos. No vieron venir la gigantesca ola de los populares en las elecciones autonómicas y municipales, pero sí leyeron con claridad el despegue del voto progresista en las generales, que en la última semana impidió la victoria de Alberto Núñez Feijóo. A 40 días de los comicios gallegos, en la Moncloa y en Ferraz trabajan con la idea de que es posible una suma de la izquierda con la fuerza que tuvieron las mareas y que acabe con la mayoría absoluta del PP. Y la crisis de los pellets se presenta como una oportunidad para resucitar el fantasma del Prestige y exprimir esta posibilidad.

Algunos sondeos publicados —otros no— ya apuntan a que la distancia no es tan amplia como podía pensarse. Y en el PSOE se aferran a varias circunstancias. Un deseo de cambio de gobierno detectado en las encuestas. El propio reparto de la Ley D'Hondt, que restaría escaños a Alfonso Rueda, en el caso de que Sumar obtuviera representación. Y, sobre todo, los efectos de una subida de la participación. "Con tres o cuatro puntos más de la media en las elecciones gallegas, la mayoría del PP corre mucho peligro", aseguran en el partido.

En esa necesidad de movilizar el voto progresista, al Gobierno y al PSOE se les ha puesto por delante la crisis de los pellets, las bolas de plástico que están llegando a las playas de Galicia después de que un carguero perdiera un contenedor en aguas portuguesas, que han comenzado a comparar con el desastre medioambiental del Prestige. Ferraz ya lo ha incluido en los argumentarios y le está dando fuelle en las redes como elemento de desgaste del PP. Y lo mismo ha hecho Sumar, que ha pedido la dimisión del conselleiro do Mar y estudia denunciar a la Xunta por "inacción" en los tribunales.

El Ejecutivo se ha ofrecido para participar en la recogida y limpieza de los pellets, pero previamente, para movilizar medios estatales, es necesario que la Xunta active el nivel de emergencia 2, algo que Rueda por el momento no ha hecho. Pero el cerco político en torno al dirigente gallego y candidato a la reelección se ha estrechado con el paso que ha dado este martes Asturias, gobernada por el socialista Adrián Barbón, que sí ha adoptado esta decisión para contar con la ayuda del Gobierno, porque los gránulos de microplásticos también han aparecido en sus costas.

Es pronto para saber si este asunto puede erosionar al PP que, ni en Santiago ni en Madrid, teme por su mayoría absoluta. Pero el PSOE y Sumar han tocado la tecla para favorecer el despertar del voto de izquierdas. "La gente decidirá si afecta o no, de momento el presidente de Galicia se ha puesto de perfil", aseguran en Ferraz.

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El PSOE está convencido —el propio Pedro Sánchez lo comentó estas navidades en una conversación informal con periodistas— de que existe un mar de fondo contra el PP, pero reconocen que antes debían "actuar sobre la conciencia electoral" y trasladar que es posible desalojarlos del poder. "Luchar contra la resignación", precisan. La ruptura entre Podemos y Sumar con la marcha de los morados al grupo mixto hizo temer a los socialistas para la viabilidad de la alternativa, pero la sensación ahora es que el voto morado es muy residual y que la clave es que entre en el Parlamento el partido de Yolanda Díaz.

Sumar podría lograr un escaño en A Coruña y otro en Pontevedra. Si eso sucediera, sería a costa del PP, del último de sus diputados en cada provincia. En Ferraz explican que "tres escaños por encima de la absoluta [en referencia a esta supuesta ventaja de Rueda] significa que se están peleando restos en tres provincias de cuatro". En este sentido, avalan la importancia de que Sumar obtenga representación y de que la plataforma presente un proyecto lo suficientemente diferenciado para "movilizar a votantes desde la abstención"

El reto del PSOE, de Sumar y en menor medida del BNG, que está más arraigado, es lograr que la participación sea mayor, porque en las autonómicas la abstención es mucho mayor. Para la izquierda ese plus de movilización aún es un espejismo. El PP, en cambio, da por hecho que no habrá nadie en Galicia que el 23-J votara a Feijóo y que ahora se quede en casa. No solo ellos, también quien en las elecciones generales apoyaron a Vox. En la dirección popular la radiografía electoral del PSOE no causa ningún temor.

Ribera carga contra Rueda

No obstante, en el Gobierno ya hay quien encuentra en el periodo preelectoral las razones de la gestión que el Ejecutivo de Alfonso Rueda está haciendo de la crisis de los pellets. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que la respuesta de la Xunta sería otra si no estuviera el 18-F en el horizonte. "La reacción de la Xunta tiene que ver con que se vea en el horizonte que no es capaz de resolver sus problemas", ha dicho Ribera en la Cadena SER, donde ha calificado como "llamativo" que Rueda haya dicho que la disposición del Gobierno para colaborar con los medios autonómicos sea "un auto de campaña".

"No sabemos la importancia que puede llegar a tener el vertido", ha dicho la ministra de Transición Ecológica, que ha calificado como "uno de los grandes problemas que enfrenta la humanidad" a la presencia de microplásticos en los mares. Ribera ha explicado que se puso en contacto con Alfonso Rueda para mostrar la disposición de la Administración central a colaborar en la limpieza y ha mostrado su extrañeza por el hecho de que la Xunta esté dejando esta labor en manos de los ayuntamientos y voluntarios.