La Fiscalía advierte "indicios de toxicidad" en el vertido de 'pellets' de las costas gallegas

La Fiscalía ha abierto una investigación sobre el vertido de millones de microplásticos en las costas gallegas para aclarar si puede acarrear responsabilidad penal. "Presentan indicios de toxicidad, no son biodegradables y no pueden eliminarse", advierte el fiscal de Sala de Medio Ambiente, Antonio Vercher. "Consta que estos se han extendido, además de a la costa gallega, a las de Portugal y Francia".

Para justificar la apertura de diligencias, la Fiscalía apunta a que los hechos pueden encajar con el artículo 325 del Código Penal, que castiga con penas de entre seis meses y dos años de prisión a quienes "contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter general protectoras del medio ambiente" lleven a cabo vertidos que causen o puedan causar "daños sustanciales a la calidad del aire, del suelo o de las aguas". Este delito también contempla penas de multa e inhabilitación especial para "profesión u oficio por tiempo" de uno a dos años.

"Se trata de un vertido en la costa gallega, de pellets de plástico, también conocidos como viveros, nibos y pellets de resina, fuente de contaminación por microplásticos, tóxicos y no biodegradables", sostiene Vercher. "Resulta además necesario delimitar su afección y extensión a otros territorios e incluso a Francia y Portugal".

En el escrito, adelantado por Cadena Ser y al que ha tenido acceso este diario, el fiscal de Sala de Medio Ambiente explica que el 4 de enero ya abrieron un expediente de seguimiento, pero apunta a la necesidad de ir ahora un paso más allá para garantizar la "persecución de los hechos". Aunque otras zonas como Tarragona también han sufrido vertidos de pellets durante los últmos años, considera que esta vez se trata de un "modus operandi distinto que resulta preciso esclarecer".

La naviera promete asumir el pago

La Xunta de Galicia sostiene que el vertido tuvo lugar el 8 de diciembre, cuando un buque perdió en aguas portuguesas hasta seis contenedores con millones de estos pellets. Como ha informado este lunes El Confidencial, la asesoría jurídica de la correspondiente naviera ha contratado un equipo de servicios técnicos para el seguimiento y control del suceso, poniéndose a disposición de las autoridades españolas para colaborar en las labores de limpieza y asumir el pago de los costes derivados.

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Ana Belén Ramos

Los pellets están llegando desde hace semanas a distintos puntos de la costa gallega, desde las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Noia hasta las playas de A Coruña y Ferrol. El consejero de Fomento de Asturias, Alejandro Calvo, también ha confirmado este mismo lunes la aparición de estos microplásticos en distintos puntos del litoral de su comunidad, y la Dirección General de Medio Ambiente de Cantabria ha comenzado a inspeccionar su costa.

El Gobierno y la Xunta se enzarzan

El vertido también ha provocado un enfrentamiento a nivel político. En pleno arranque de la precampaña por las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero, el presidente Alfonso Rueda ha descartado activar el nivel dos de emergencia pese a la petición expresa del Gobierno central, que no ha tardado en criticar la gestión que han hecho del suceso. "La Xunta está trabajando en esto, mientras que la oposición lo utiliza para hacer campaña", censuró el presidente gallego durante un desayuno informativo celebrado en Madrid este lunes.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, le acusó por su parte de "mentir" con estas declaraciones. Según aseguró a través de redes sociales, Rueda "debía saber" de la existencia del vertido a mediados de diciembre y hasta el 5 de enero "no hizo nada". Fue en ese momento cuando el Ejecutivo gallego activó el nivel mínimo de alerta, el uno, para proceder a la limpieza. "El Gobierno, dentro de sus competencias, ha hecho y hace seguimiento vía satélite y con vigilancias aéreas programadas que concluyen que los residuos no están en el mar ni en las aguas costeras, y se encuentran en tierra, donde solo podemos intervenir a instancia de la Xunta", denuncia el ministro.

En medio de este cruce de acusaciones, voluntarios, asociaciones de ecologistas y los propios municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas gallegas. El servicio de Guardacostas mantiene vigilancia en todo el litoral, tanto por medios marítimos como terrestres, y también se han tomado muestras de los materiales recolectados para conocer en detalle su composición.