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La 'marea blanca' de los 'pellets' no tiene nada que ver con el caso Prestige
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Contaminación marítima

La 'marea blanca' de los 'pellets' no tiene nada que ver con el caso Prestige

La situación creada por la caída al mar de los contenedores de 'pellets', cuyo contenido está arribando a las costas gallegas, no es comparable a la que generó el hundimiento del petrolero

Foto: Voluntarios, asociaciones de ecologistas y los propios municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas gallegas. (EFE/Kiko Delgado)
Voluntarios, asociaciones de ecologistas y los propios municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas gallegas. (EFE/Kiko Delgado)

Comparar la catástrofe causada por la marea negra del Prestige con la mal llamada 'marea blanca' de pellets que afecta a la costa gallega no es acertado, ni justo, tanto por el tipo de contaminación como por la causa, y, muy especialmente, la respuesta de los responsables. Repasemos un poco los hechos.

Según la información dada a conocer por la Delegación del Gobierno en Galicia, el 13 de diciembre los servicios de emergencia de la Xunta informan a Salvamento Marítimo que están recibiendo llamadas a través del 112 denunciando la llegada a las playas de sacos llenos de pellets de plástico y también pellets dispersos.

Una semana más tarde, el 20 de diciembre, cuando los pellets empezaban a acumularse por millones en las costas gallegas sin que la Xunta activase ninguno de los protocolos previstos en el Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Galicia (Plan Camgal), el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Fisterra comunica al servicio de Guardacostas, dependiente de la Xunta, que los pellets procedían de los seis contenedores que había perdido el buque Toconao el día 8 de diciembre mientras navegaba frente a las costas de Viana do Castelo, en aguas de Portugal. Cada uno de los contenedores almacenaba alrededor de 1.000 sacos de 25 kilos de pellets cada uno.

El Toconao es un container ship, un gran buque portacontenedores de 300 metros de eslora construido en 2013 y que navega bajo pabellón de Liberia, aunque la armadora está radicada en las Bermudas y pertenece a un naviero alemán cuya empresa, holandesa, tiene domicilio fiscal en Chipre. Los pellets son de fabricación polaca. Al escribir esta crónica, el servicio de rastreo marítimo Vessel Finder ubicaba el Toconao en aguas del Egeo, al sur de Grecia.

Foto: Recogida de pellets de la arena en A Coruña. (Europa Press/Elena Fernández)

En un principio, todo hace pensar que estamos de nuevo ante un urdido entramado como el del Prestige, donde las navieras recurren a llamadas ‘banderas de conveniencia’ para eludir el pago de tasas y escapar a las inspecciones de control que regulan el tráfico internacional de mercantes, además de dificultar la exigencia de responsabilidades y el pago de daños causados por su hundimiento o el vertido de las mercancías que transporta.

Sin embargo, en este caso, la asesoría jurídica de la naviera no solo ha reconocido los hechos, sino que ha contratado un equipo de servicios técnicos para el seguimiento y control del vertido y se ha puesto a disposición de las autoridades españolas para colaborar en las labores de limpieza y asumir el pago de los costes derivados. A este respecto, la Delegación del Gobierno ha facilitado a los concejos afectados los trámites a llevar a cabo para trasladar a la empresa dichos costes.

Foto: Continúa la limpieza de pellets en los arenales gallegos. (Europa Press/Elena Fernández)

Respecto al estado del vertido, el Gobierno ha informado que se está realizando un seguimiento en tiempo real, tanto por imágenes de satélite como por rastreo aéreo a cargo de la Dirección General de Marina Mercante, sin que hasta el momento se haya detectado ninguna mancha flotante de pellets: ni rastro de una 'marea blanca'.

Por lo que hace al estado del litoral, tras la alerta de los tres primeros municipios, Ribeira, Porto do Son y Muros, los pellets están arribando cada vez a más puntos de la costa gallega, desde las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa y Noia hasta las playas de A Coruña y Ferrol.

Ante esta situación, la Xunta, que activaba el nivel 1 del Plan Camgal el pasado 5 de enero, ya ha comenzado a desplegar agentes medioambientales, brigadas de Tragsa y equipos de limpieza en las zonas afectadas, unos trabajos que se intensificarán en los próximos días.

placeholder Los 'pellets' están llegando sueltos o en el interior de las sacas. (Reuters/M. Vidal)
Los 'pellets' están llegando sueltos o en el interior de las sacas. (Reuters/M. Vidal)

Mientras tanto, desde el Gobierno central, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, informaba este lunes a través de sus redes sociales que sigue “pendiente de la evolución” y ofrecía al presidente Alfonso Rueda “la colaboración y ayuda que considere necesaria, ya sean medios marítimos como terrestres, con el objetivo de detectar rápidamente la presencia de estos materiales para que puedan ser recogidos lo antes posible”.

Es cierto que se ha producido una acalorada disputa, avivada sin duda por la proximidad de las elecciones gallegas, entre ambas delegaciones respecto a las fechas de los comunicados, pero en esta ocasión nadie ha negado trascendencia a los hechos, se ha enzarzado en discutir las responsabilidades del accidente ni ha relativizado sus posibles efectos en el medio ambiente.

En lo único en lo que podemos establecer similitudes es en la rápida respuesta de la sociedad civil. Como en noviembre del 2002, de nuevo miles de voluntarios, convocados por asociaciones de vecinos y grupos ecologistas a través de las redes sociales, se han echado de nuevo a las playas afectadas para barrer la arena, filtrar con coladores o arañarla con los dedos y recoger los pellets antes de que acaben dispersándose por el ecosistema y descomponiéndose en micro- o nanoplásticos, lo que acabaría dañando gravemente a la flora y la fauna o incluso integrándose en la cadena trófica hasta acabar en nuestro propio organismo.

Comparar la catástrofe causada por la marea negra del Prestige con la mal llamada 'marea blanca' de pellets que afecta a la costa gallega no es acertado, ni justo, tanto por el tipo de contaminación como por la causa, y, muy especialmente, la respuesta de los responsables. Repasemos un poco los hechos.

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