El PSOE compara la "marea blanca" de 'pellets' con el Prestige y Rueda minimiza la crisis

Un nuevo Prestige que sirva para erosionar a Alfonso Rueda a poco más de un mes para las elecciones gallegas. El PSOE ha visto un punto débil en la gestión que el presidente de la Xunta está haciendo de la crisis de los pellets, esas bolas de microplásticos que han llegado a la costa de Galicia tras caer de un contenedor de un carguero en aguas portuguesas. En un vídeo difundido en las redes sociales de los socialistas, se bautiza al vertido como la "marea blanca" de plásticos, un concepto que recuerda a esa marea negra que inundó las playas gallegas hace ya dos décadas y provocó una oleada de descontento en todo el país.

"De los hilillos de plastilina a los microplásticos inofensivos", ha dicho este lunes el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en una rueda de prensa en la calle Ferraz. La pugna entre el Gobierno central y el Ejecutivo gallego la ha protagonizado antes el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha entrado en el cuerpo a cuerpo con el propio presidente de la Xunta desde X —antes Twitter—. La relevancia del choque es mayor porque se produce en pleno periodo preelectoral, con la izquierda enfrascada en un intento por erosionar la mayoría absoluta del PP en Galicia después de que Alberto Núñez Feijóo dejase su fortín en manos de Alfonso Rueda.

Cerdán ha criticado incluso que el jefe del Ejecutivo regional estuviera este lunes en un desayuno informativo con Feijóo en lugar de atender la crisis en el territorio. Pero más elocuente aún es el citado vídeo. "Son desastres medioambientales de los que se avisaron previamente", defienden los socialistas, que aseguran que el primer aviso al 112 se produjo el 13 de diciembre y el 20 de diciembre la Delegación del Gobierno en Galicia hizo lo propio. "¿Qué hizo la Xunta? Nada", continua el vídeo, que acusa de mentir a Rueda antes de compararlo con las imágenes de Mariano Rajoy con la declaración sobre los "hilillos de plastilina".

"Están usando el manual del PP, que es el del Prestige", cierra la publicación del PSOE en redes, lo que anticipa un nuevo foco en este periodo preelectoral. No es casualidad que el candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, estará este martes en la playa de Carreirón, en la Isla de Arosa (Pontevedra). Es uno de los arenales que ya están limpiando voluntarios en otra práctica que también recuerda a la crisis del Prestige. En el PSOE hay un cierto optimismo, creen que el cambio es posible si Rueda se deja por el camino algunos de los escaños que sí logró Feijóo en 2020, a pesar de que las encuestas todavía no apuntan a una mayoría alternativa a la del dirigente gallego.

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El presidente de la Xunta ha asegurado este lunes que Sánchez es quien se presenta de forma encubierta al 18-F y ha augurado que no tendrá mucha presencia en la campaña para evitar el desgaste. Pero en Ferraz enmiendan esta posición y aseguran que el presidente estará cuando lo requiera el PSdG. De entrada, el PSOE celebra en La Coruña una Convención entre los días 19 y 21 de enero, lo que supondrá un empuje a Besteiro para intentar elevar a un candidato que consideran bueno, pero que todavía es muy desconocido por los gallegos.

El PP minimiza la crisis

El PP no es indiferente a la estrategia "electoralista" de la izquierda y trata de contener el impacto de los vertidos para evitar que ésta cuestión lastre la campaña de Alfonso Rueda. Desde la Xunta piden que "no cunda el pánico" y censuran que el discurso "catastrofista" del Gobierno sólo responde a un interés "político". Queda poco más de un mes para que se abran las urnas en Galicia, y el candidato del PP se juega mantener su marca por encima de los 38 escaños. Perder la Xunta no sólo implicaría un duro golpe para su futuro político más inmediato. También se tambalearían los cimientos de la dirección de Génova.

Oficialmente, el ejecutivo gallego asegura que no activará por el momento el nivel dos de alerta porque, a su parecer, se trata de sustancias que "no son tóxicas ni peligrosas". Exigen además "más información" al Ejecutivo antes de valorar elevar el nivel de emergencia. Pero en el fondo de la decisión subyace cierto temor a que la crisis crezca, marque el camino de Alfonso Rueda a las urnas y opaque cuestiones como la amnistía o la financiación autonómica como ejes de la campaña del Partido Popular.

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En el PP aducen que hay que "acertar" con la crisis de los microplásticos, sobre todo en un contexto electoral en el que cada error tiende a mirarse con lupa, y no regalar el relato al PSOE con un diagnóstico "exagerado". Fuentes del PPdeG tachan de "barbaridad" la comparación con el desastre del Prestige y recuerdan que aquella crisis pasó especialmente factura al Gobierno central, entonces presidido por José María Aznar. "¿Es que la culpa siempre la tiene el PP?", cuestionaba el portavoz nacional del partido, Borja Sémper.

Génova, por su parte, cierra filas con la gestión de Rueda y trata de desviar el foco de presión hacia el Ejecutivo por su "responsabilidad" en el caso. Este mismo lunes, y para ahondar en esa estrategia, el Grupo Parlamentario Popular registró tres peticiones de comparecencia en el Congreso dirigidas a Teresa Ribera, Óscar Puente y Luis Planas para que "informen" en sede parlamentaria sobre el vertido de pellets de plástico, el seguimiento que ha realizado por el Gobierno y las medidas que piensa adoptar al respecto.

Insisten, en contraposición con la versión del PSOE, que la primera comunicación formal sobre la crisis medioambiental no se produjo hasta el pasado 3 de enero, y que la ministra de Transición Ecológica no telefoneó a Rueda hasta este mismo domingo. "El Ejecutivo no sólo ocultó información y no ejerció sus competencias, sino que tardó 14 días en avisar a la Xunta", sentencian.