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Las elecciones en España, un dolor de cabeza para el reparto de cargos del PP europeo para 2024
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REPARTO DE ALTOS CARGOS DE LA UE

Las elecciones en España, un dolor de cabeza para el reparto de cargos del PP europeo para 2024

Los democristianos europeos confiaban en un Gobierno conservador en España que jugaría un papel fundamental en los equilibrios de poder en la cúpula de la Unión Europea

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a Manfred Weber, líder del PPE. (EFE/PP/Tarek)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a Manfred Weber, líder del PPE. (EFE/PP/Tarek)

El alemán Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (PPE), tenía mucha confianza puesta sobre Alberto Núñez Feijóo. Para la familia democristiana europea, la cita electoral en España era clave, y los populares españoles sabían que tras los comicios podrían ganar mucho peso dentro del PPE. Por eso también Feijóo ha viajado a Bruselas en los últimos meses para participar en las reuniones de líderes democristianos. Pero las elecciones no han ido como el PPE esperaba. Aunque los populares han sido el partido más votado, todas las cartas están en las manos del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que si junta la mayoría suficiente, podrá seguir gobernando.

Y eso trastoca y mucho los planes del PPE de cara al verano de 2024, unos meses clave en los que se decidirá el equilibrio de poder en la cúpula de la Unión Europea para los siguientes cinco años. En esa negociación, que se desarrollará entre junio y julio de 2024, se deciden los presidentes del Parlamento Europeo, de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, además del alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad.

Foto: Pleno en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. (EFE)

Para repartir dichos cargos, se tienen en cuenta tres criterios: el equilibrio geográfico, el reparto de fuerzas en la Eurocámara, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones europeas, que se celebrarán el próximo 9 de junio de 2024, y por último el peso de las distintas familias políticas en el Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. En 2019, la anterior ocasión en que se celebró esta negociación, el peso de las familias políticas en el Consejo Europeo tuvo una importancia enorme.

Es esta la batalla que el PPE libraba en España el pasado domingo: obtener a un líder popular fundamental para ese equilibrio entre las distintas fuerzas políticas en el Consejo Europeo. Tras la desintegración política de Forza Italia y la debacle de Les Républicains en Francia, el partido se ha quedado sin ninguna opción de liderar dos de los cuatro principales países de la Unión. En Alemania, la CDU está fuera del Gobierno y ahora el Partido Popular español, el único que podía ofrecer al PPE una plaza clave de cara a la negociación de julio de 2024, se ha quedado corto y sin opciones de gobierno en España.

placeholder Reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. (EFE)
Reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. (EFE)

El PPE gobierna en bastante países. Es el caso de Croacia, Grecia, Suecia, Austria, Irlanda, Finlandia, Letonia, Lituania y la presidencia de Rumanía. Pero ninguno de estos es uno de los cinco grandes: Alemania, Italia, Francia, España y Polonia. Estos son los países grandes con mucha población, y eso es clave en la votación en el Consejo Europeo, donde por ejemplo se nomina al presidente de la Comisión Europea por mayoría cualificada (al menos 15 Estados miembros de los 27 que representen al menos el 65% de la población). Eso significa, por ejemplo, que aunque el resto de Estados miembros estén todos de acuerdo respecto a un nombre, si España, Alemania, Francia y cualquier otro país votan en contra de dicho candidato, su nominación queda bloqueada, ya que alcanzan la llamada “minoría de bloqueo” de cuatro Estados miembros que haga que la segunda condición de la mayoría cualificada (que supere el 65% de la población) no se cumpla.

La coalición a la derecha

Para Weber, las elecciones en España y un posible Gobierno del Partido Popular con Vox eran una señal para avanzar en una idea que el alemán ha estado explorando: la de mirar hacia el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) en la Eurocámara en búsqueda de potenciales aliados. El presidente del PPE ha rechazado siempre que esté buscando una unión con todo el bloque de ECR, algo que impide fundamentalmente la rivalidad total que existe entre los polacos de Plataforma Cívica (PO) y los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS), que se disputan el Gobierno en unas elecciones parlamentarias este otoño, la última bala del PPE para obtener un asiento de paso en el Consejo Europeo de cara a 2024.

Pero Weber sí que ve en Fratelli d’Italia, la formación de Giorgia Meloni, que también forma parte de ECR, la opción de volver a tener un partido del PPE en un Gobierno de los cuatro grandes países, y con la proyección de que siga siendo un partido relevante en el medio plazo. No sería una operación muy diferente a la que se hizo cuando en su momento se aceptó en el PPE a Forza Italia, del difunto Silvio Berlusconi.

Foto: Ursula von der Leyen. (Reuters/Pool/Henry Nicholls)

Hay muchos miembros del PPE, entre los que se encuentran los más liberales, que se oponen a una unión o a ir de la mano con ECR, pero Weber sabe que puede conseguir que acepten acuerdos concretos para incorporar a algunos partidos de ECR, especialmente después de que algunas de estas formaciones estén teniendo que adaptarse a un nuevo escenario en el que requieren del apoyo de formaciones de extrema derecha para estar en el Gobierno, como es el caso de los Moderados en Suecia.

Esa normalización de los pactos se terminaría de producir con el nuevo Gobierno de España del PP y Vox. Ese era el paso previo perfecto para plantear posibles acuerdos con algunos miembros de ECR, como por ejemplo Fratelli d’Italia. Esta es una operación que los populares españoles apoyaban y apoyan, como demuestra la entrevista que Feijóo ofreció al Corriere della Sera pocos días antes de las elecciones generales, señalando que “indudablemente” sería bueno que Meloni se uniera al PPE. Weber y su equipo cercano mantienen el mismo objetivo, pero, con unos populares españoles más débiles de lo que preveían y en pleno fuego cruzado con Vox, la operación es algo más compleja y delicada.

El alemán Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (PPE), tenía mucha confianza puesta sobre Alberto Núñez Feijóo. Para la familia democristiana europea, la cita electoral en España era clave, y los populares españoles sabían que tras los comicios podrían ganar mucho peso dentro del PPE. Por eso también Feijóo ha viajado a Bruselas en los últimos meses para participar en las reuniones de líderes democristianos. Pero las elecciones no han ido como el PPE esperaba. Aunque los populares han sido el partido más votado, todas las cartas están en las manos del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que si junta la mayoría suficiente, podrá seguir gobernando.

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