Moncloa descarta una reunión entre Sánchez y Feijóo y aleja la negociación de investidura

No habrá encuentro entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras las elecciones generales del 23-J. El líder de los populares alentó esta reunión tras un intercambio de mensajes la noche del domingo con el secretario general del PSOE, en el marco de intentar su investidura, cuya única vía pasaría por la imposible abstención de los socialistas. Un escenario que el PSOE ni se planteó durante la campaña y, mucho menos, tras los resultados del 23-J. Fuentes del equipo del presidente niegan que Sánchez y Feijóo se emplazasen a hablar tras el recuento del voto CERA, este viernes. "En ningún caso hay un compromiso de reunión", afirman estas fuentes, que además alejan los tiempos para las negociaciones de investidura al mes de septiembre. Dejan ahora el balón en el tejado de los grupos parlamentarios con el primer hito de conformar la Mesa del Congreso el próximo 17 de agosto.

Este martes se celebró el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones y Sánchez reducirá su agenda al mínimo durante las próximas semanas. No habrá tampoco despacho extraordinario con Felipe VI en el Palacio de Marivent. Así lo ha confirmado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, argumentando que el Ejecutivo está en funciones y que solamente se reunirá con el jefe de Estado "de forma ordinaria, como viene siendo habitual". En 2019, con Sánchez en funciones, sí se trasladó a Miravent para mantener este despacho.

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La versión de la Moncloa dista de la que ha explicitado este martes Alberto Núñez Feijóo, que insiste en proseguir la ronda de contactos para intentar una mayoría suficiente frente al desgobierno que, a su juicio, supondría una alianza de Sánchez con las fuerzas independentistas. El líder popular ha reiterado en Santiago que, en la misma noche electoral, el jefe del Ejecutivo le propuso "hablar después del recuento CERA", previsto para este viernes, por lo que espera un contacto en el corto plazo. De hecho, ha dado por sentado que "la próxima semana" hablará tanto con el PSOE como con Vox. Los socialistas, sin embargo, niegan que Sánchez emplazase a Feijóo a iniciar conversaciones y alejan esa posibilidad.

Feijóo trata de recomponerse del portazo que este lunes evidenció el PNV e insiste en sus opciones de intentar una investidura pese a que la aritmética es tozuda y los números no le dan para sacar con éxito una votación. El mandatario gallego se ha tomado un respiro tras el shock de la noche electoral, y se ha desplazado este martes a Santiago con motivo de las fiestas del Apóstol. Con semblante serio, Feijóo ha reiterado que su "victoria" en la noche del 23-J le "obliga" a encabezar el "diálogo" con el resto de grupos parlamentarios, y ha reiterado la buena disposición que dice haber encontrado en UPN y Coalición Canaria.

Este lunes, durante la reunión de la Junta Directiva Nacional en Génova, el dirigente popular desveló que acababa de abrir conversaciones también con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, en busca de un acercamiento que, finalmente, terminó en fiasco. Horas después de que Feijóo enviase un mensaje al mandatario peneuvista, los jeltzales comunicaron que Ortuzar había telefoneado a Feijóo para comunicarle que no estaba dispuesto a abrir siquiera conversaciones de cara a una eventual investidura. El portazo del PNV cortó de raíz las posibilidades del líder del PP de llegar a la Moncloa. Pero, por el momento, el gallego no se resigna a ese destino.

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"Creo que España merece estabilidad", reitero Feijóo este martes, en una breve declaración a los medios de comunicación. "Sería un inmenso error que en España gobernasen los independentistas (...). Yo, evidentemente, cumpliré mi deber e intentaré hablar con los grupos para intentar una investidura", insistía. Feijóo evita responder por el momento a la pregunta de si pediría al Rey que le proponga como candidato, pese a no contar con los apoyos necesarios, antes de que cumpla el plazo. El líder del PP no lo tiene decidido. Se trata de un debate que divide a los populares: importantes barones le animan a ello porque "hay que jugar el partido hasta el final"; otras voces populares advierten de los riesgos de la operación: "La imagen sería demoledora".

El presidente en funciones tendrá unos días de vacaciones hasta la constitución de las Cortes, siguiendo la estrategia de trasladar la iniciativa a Alberto Núñez Feijóo para que se retrate aislado junto a Vox. Dejar correr el tiempo durante el mes de agosto, encapsulándose sin descolgar teléfonos, con el fin de que el resto de formaciones "analicen y reposen los resultados". "Ahora los protagonistas son los grupos parlamentarios", insisten desde la Moncloa.

Traslado de la presión al bloque independentista

Desde el Gobierno, quieren aplazar las negociaciones formales para la investidura y trasladar la presión sobre el bloque nacionalista e independentista, confiando así en rebajar el precio de su necesario apoyo para reeditar la coalición. El bloqueo no forma parte de su lectura. Una "hipótesis", según fuentes del Ejecutivo, que no se producirá porque creen que el mensaje de las urnas va en dirección contraria. Su baza es el "rechazo a la involución y el retroceso", que identifican con un Gobierno de PP y Vox. Sin embargo, en referencia a las reclamaciones de las fuerzas independentistas, como la celebración de un referéndum de autodeterminación, la ministra portavoz ha remarcado que en esta legislatura se habría demostrado que la acción política respecto a Cataluña "solo cabe en el marco de la Constitución".

La también titular de Política Territorial sí reconoció que el resultado de las urnas ha constatado una "España diversa y plural", con un guiño a estas formaciones. Al mismo tiempo, deslizando una advertencia, señaló que el presidente convocó las elecciones "para clarificar el rumbo" del país con el resultado de un "rechazo a los retrocesos", por lo que se mostró confiada en que "sabremos administrarlo para dar una respuesta a ese mensaje de la sociedad española".

En referencia a los resultados en Cataluña, en la dirección del PSOE han llamado la atención sobre que tanto JxCAT como ERC deben reflexionar, porque “un partido constitucionalista [el PSC] suma más que todo el independentismo”. Una de sus bazas es que las formaciones independentistas entiendan el mensaje del voto prestado al PSOE. Esto es, que para recuperarlo en unos comicios autonómicos no podrían situarse en posiciones de bloqueo.