Es noticia
Guía para entender qué pasará en las elecciones: las diez claves numéricas del 23-J
  1. España
Cómo leer las elecciones

Guía para entender qué pasará en las elecciones: las diez claves numéricas del 23-J

Un primer consejo para vivir en paz este fin de semana: no lean las crónicas que manejen cifras de escaños citando fuentes de algún partido

Foto: Preparativos para las elecciones en un colegio de Bilbao. (EFE/Luis Tejido)
Preparativos para las elecciones en un colegio de Bilbao. (EFE/Luis Tejido)
Más información
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En esta fase de censura demoscópica, circulan por los mentideros atribuciones de escaños a los grandes partidos (la mayoría de ellas, fruto de intoxicaciones cocinadas por los propios partidos) que solo serían posibles si se dieran dos circunstancias imposibles: a) que el Congreso tuviera 400 escaños y no 350; b) que en esta semana se estuviera produciendo un terremoto electoral que afectara a la decisión de voto de más de cinco millones de personas.

Un primer consejo para vivir en paz este fin de semana: no lean las crónicas que manejen cifras de escaños citando fuentes de algún partido. Lo lamento por mis compañeros que elaboran esas crónicas pero, en circunstancias como esta, el "señor fuentes" es un intoxicador profesional o un político deslenguado al que su propio partido ha identificado como tal y le pasa mercancía averiada buscando precisamente que la difunda. En la vida real, no existe una dirección seria de campaña que, a pocos días de la votación, cuente a un periodista la verdad de su estrategia o la de sus encuestas.

Foto: El candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto de cierre de campaña que los socialistas celebran hoy viernes en la localidad madrileña de Getafe. (EFE/Kiko Huesca)

A partir de ahí, trataré de señalar las claves numéricas que, a mi juicio, son más relevantes para definir el resultado electoral:

1. Los porcentajes de voto son más reveladores que los cálculos de escaños. El morbo informativo se centra en el número de escaños que obtendrá cada partido, pero ese es un cálculo más impreciso y especulativo que los porcentajes, que es lo que propiamente ofrecen las encuestas y miden la fuerza electoral de cada partido.

El cálculo de escaños a partir de muestras pequeñas a nivel nacional es una operación artificial que puede hacerse técnicamente, pero tiene un valor meramente aproximativo y puede resultar engañoso. De hecho, a veces basta con mover medio punto el porcentaje de un partido y el de su rival (lo que entra de lleno en el margen de error de la encuesta) para que cambien de mano 10 o 12 escaños, sugiriendo un vendaval donde apenas hay una levísima brisa.

2. La clave más orientativa en una elección como la del 23-J es la relación de fuerzas entre los bloques políticos (que, además, es lo que señala más consistentemente la tendencia de fondo y el clima social predominante). Por un lado tenemos a los partidos de la derecha que se presentan en toda España (PP y Vox), por otra a los partidos de la izquierda que también comparecen en todas las circunscripciones (PSOE y Sumar) y, finalmente, a la constelación de fuerzas nacionalistas y regionalistas que solo presentan candidaturas en un territorio concreto.

Durante la legislatura se ha ido abriendo la diferencia a favor del bloque de la derecha, que se sitúa actualmente entre 7 y 10 puntos

Partiendo de un pertinaz empate entre la derecha y la izquierda desde 2015 a 2019, durante toda la legislatura se ha ido abriendo sostenidamente la diferencia a favor del bloque de la derecha, que se sitúa actualmente entre 7 y 10 puntos. Este es un dato estructural porque, así como la estimación para cada partido oscila al compás de las coyunturas, la fuerza de los bloques muestra con mucha más claridad la tendencia de fondo y la evolución del humor social. Definitivamente, hoy hay en España más personas inclinadas a votar a la derecha que a la izquierda. El tercer bloque, el de los partidos "territoriales", se mantiene establemente entre el 10% y el 12%.

3. La distancia entre el primero y el segundo. A efecto de la distribución de escaños, tan importante como el número de votos que obtenga el partido ganador como la distancia que lo separe del segundo. Un ejemplo histórico: En 1989, el PSOE de Felipe González tuvo el 39% de los votos y consiguió 175 escaños porque aventajó al PP en 14 puntos. Cuatro años más tarde, el mismo 39% solo le dio para conseguir 159 diputados porque la distancia con el PP se redujo a 4 puntos.

En el 23-J, si el PP es el partido más votado tendrá que estar atento a conseguir, además, una diferencia sustancial en votos sobre el PSOE. Todo lo que sea una ventaja inferior a 5 puntos reducirá drásticamente su expectativa de escaños. A partir de 5 puntos de ventaja, cada punto adicional en la distancia entre ambos puede llegar a valer hasta 10 escaños si el voto está bien repartido territorialmente.

En 2019, el PSOE superó al PP en algo más de 7 puntos y ello le permitió conseguir 31 escaños más que su rival. Por tanto, el gran objetivo de Sánchez, dando por hecho que quedará segundo, es reducir los escaños del PP haciendo que la distancia en votos entre ambos sea lo más pequeña posible.

La circunscripción provincial es el factor más determinante de nuestro sistema electoral

4. La distribución provincial de los escaños. Es extraordinario que algunos hayan descubierto ahora algo que se sabe desde 1977: que aunque políticamente se elige una sola cosa (el Parlamento nacional), en realidad funciona como 52 votaciones distintas, cada una con sus características propias. No es lo mismo elegir 37 diputados con la ley D'Hondt, en Madrid, que elegir dos, como en Soria, o tres, como sucede en otras 8 provincias. No es lo mismo donde solo compiten las cuatro fuerzas de ámbito nacional que donde concurren también fuerzas de ámbito territorial que maximizan el rendimiento de sus votos.

La circunscripción provincial es el factor más determinante de nuestro sistema electoral y el que más contribuye a alterar la proporcionalidad. Existen 27 provincias que elegirán 5 diputados o menos. Son provincias vacías de habitantes pero repletas de escaños: representan el 20% de la población pero eligen casi el 30% de los diputados. Todas ellas, excepto dos (Castellón y Huelva) pertenecen a la España interior, carecen de acceso al mar. En todas ellas es fundamental obtener el primer puesto para conseguir el "escaño del ganador" (2-1 en la provincias de tres, 2-1-1 o 3-1) en las de cuatro, y se requieren porcentajes de voto muy elevados para no quedar excluido del reparto de escaños. La mayoría son provincias de mayoría tradicionalmente conservadora, donde la fragmentación en tres castigó duramente a la derecha y premió al PSOE en 2019, que se coló como partido más votado con porcentajes modestos de voto. En ellas, cada escaño que cambia de manos entre los dos grandes partidos adquiere valor doble.

En 2019, el PSOE fue el primer partido en 13 de esas 27 provincias electoralmente sobrerrepresentadas. Hoy solo ganaría 4. El PP ganó 8 de las 27 y el último sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial le atribuye 22. Ahí es donde se fragua principalmente el vuelco que predicen las encuestas.

En 25 de las 27 provincias pequeñas, los votos de Sumar serán improductivos

Lo que nos conduce a la leyenda urbana de la lucha por el tercer puesto entre Vox y Sumar. Al margen de quién quede por delante en el porcentaje nacional de votos, la realidad es que esa lucha es mucho menos trascendental de lo que se cuenta en lo que se refiere a la atribución de escaños por provincias.

El tercer puesto es muy relevante en las provincias pequeñas, porque el tercero tiene opciones de entrar en el reparto y el cuarto quedará inexorablemente fuera. En casi todas ellas, el tercero será Vox. Por el contrario, todos los escaños de Sumar los obtendrá en las provincias medianas y grandes, de seis o más escaños, donde lo más probable es que entren ambos, el tercero y el cuarto. En 25 de las 27 provincias pequeñas, los votos de Sumar serán improductivos. Vox es mucho más fuerte en la España interior, rural y despoblada, mientras toda la fuerza de Sumar se concentra en la España periférica, urbana y superpoblada. Por ese motivo, si Vox se mantiene fuerte en las provincias pequeñas, en igualdad de porcentajes nacionales debería superar claramente a Sumar en la cuenta de los escaños.

Presten mucha atención a Cataluña: el PSC ganará con mucha claridad y el PP puede dar un salto que le permita disputar la segunda posición

5. Los 6 territorios más poblados. Las seis comunidades autónomas más pobladas de España son Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia y Castilla y León. En conjunto representan el 70% de la población y en ellas se repartirán 233 escaños (el 66%).

En 2019, el PSOE se impuso al PP en Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, y empataron en Galicia y Castilla y León. La previsión para 2023 es que el PP gane contundentemente en Madrid, Galicia y Castilla y León y supere con holgura a los socialistas en Andalucía y en la Comunidad Valenciana.

Presten mucha atención a Cataluña: el PSC ganará con mucha claridad y el PP puede dar un salto de gigante que le permita incluso disputar la segunda posición a los dos partidos nacionalistas, ERC y JxC. Sumando ambas crecidas y el resto que obtenga Vox, es probable que asistamos, por primera vez en mucho tiempo, a una clara mayoría no nacionalista en Cataluña.

Andalucía es estratégica, sobre todo para el PSOE. Sin un gran resultado en Andalucía, es imposible que los socialistas ganen en España

6. Los territorios clave: Cuando los datos del escrutinio real empiecen a ser estadísticamente significativos, yo miraré en primer lugar lo que suceda en Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Andalucía es estratégica, sobre todo para el PSOE. Sin un gran resultado en Andalucía, es imposible que los socialistas ganen en España. Los 4 o 5 escaños que, como máximo, podrían ganar en Cataluña no compensarían en absoluto las pérdidas en Andalucía, donde el PSOE se impuso en las ocho provincias hace cuatro años y ahora está sufriendo para resistir en Sevilla, Jaén y Huelva, mientras se verá rebasado en las demás.

En las dos Castillas es donde más fuertemente puede alterarse la relación de fuerzas entre el PP y el PSOE y el reparto de los escaños a causa de la reagrupación del espacio de la derecha. En concreto, el PSOE ganó en las cinco provincias de Castilla-La Mancha y ahora todas ellas podrían caer del lado del PP.

7. Los battlegrounds. En aproximadamente 30 provincias los expertos tienen ya definido el reparto de los escaños y no errarán. La batalla final se reduce a las otras 20, donde el último escaño se disputa por cantidades de votos muy pequeñas, indetectables para las encuestas. Ahí es donde los líderes y los aparatos partidarios han concentrado todos sus esfuerzos durante los últimos días y donde se seguirá con la máxima atención el escrutinio hasta los últimos votos.

Es probable que la suma de los dos grandes se sitúe por encima del 60% del voto y se aproxime a los 250 escaños

8. El bipartidismo. En 2019, el PP y el PSOE no llegaron a la mitad de los votos (sumaron el 49%) y consiguieron 209 escaños. Las encuestas difieren en la magnitud del crecimiento, pero son unánimes en la tendencia. Es probable que la suma de los dos grandes se sitúe por encima del 60% del voto y se aproxime a los 250 escaños. Aún así, sería una exageración hablar de la restauración del bipartidismo. Tiene razón Iván Redondo cuando apunta que el mapa político resultante de esta votación podría devolvernos a 1977, con dos partidos grandes flanqueados por dos medianos y una presencia significativa, pero minoritaria, de fuerzas nacionalistas. Lo que ahora cambiará respecto a las elecciones de la transición es el papel de las fuerzas menores en la formación de la mayoría parlamentaria y del Gobierno.

9. El comportamiento de los nuevos votantes. Los más jóvenes de los jóvenes. Son un millón y medio de personas que han cumplido 18 años desde 2019 y, por tanto, votarán por primera vez. Lo que se sabe de ellos por las encuestas es que se sitúan más a la derecha que el resto de la población, que se muestran muy críticos con la actuación del Gobierno, que son los que menos intención tienen de participar y también los más indecisos a la hora de elegir partido, que la mayoría decidirá su voto en el último momento y que es el segmento de edad con la mejor previsión para Vox (18%).

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, posa para El Confidencial. (B. A.)
TE PUEDE INTERESAR
"Consultaré a Felipe González de forma intensa si soy presidente del Gobierno"
Ana Belén Ramos Pilar Gómez Fotografía: Biel Aliño Vídeo: Ernesto Torrico

10. El escenario de la investidura. Si el PP es el partido más votado y el Rey propone a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura, este necesitará al menos una votación en la que los votos afirmativos superen a los negativos. Con las últimas encuestas legalmente publicadas, puede hacerse la cuenta de los votos negativos: PSOE, Sumar, ERC, JxCAT, CUP, PNV, Bildu y BNG sumarían en torno a 170 noes. Lo que significa que Feijóo solo podría ser investido con al menos 171 síes, lo que se antoja inviable sin los votos afirmativos de Vox.

Con los datos numéricos y un poco de análisis político, podría ensayarse una especie de cálculo probabilístico de los escenarios resultantes de las elecciones. Con todas las cautelas del caso, propongo la siguiente estimación:

• Gobierno de Núñez Feijóo: 65%
◦ Coalición de Gobierno PP-Vox: 38%
◦ Gobierno PP con voto afirmativo de Vox y pacto de legislatura: 21%
◦ Gobierno PP con abstención de Vox: 5%
◦ Gobierno PP con abstención de PSOE o Sumar: 1%
• Gobierno de Pedro Sánchez: 12%
• Bloqueo y repetición de elecciones: 23%

En esta fase de censura demoscópica, circulan por los mentideros atribuciones de escaños a los grandes partidos (la mayoría de ellas, fruto de intoxicaciones cocinadas por los propios partidos) que solo serían posibles si se dieran dos circunstancias imposibles: a) que el Congreso tuviera 400 escaños y no 350; b) que en esta semana se estuviera produciendo un terremoto electoral que afectara a la decisión de voto de más de cinco millones de personas.

Elecciones Generales
El redactor recomienda