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El PP encara la recta final en 140 escaños y Vox será decisivo para gobernar
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ENCUESTA DE IMOP-INSIGHTS PARA EC

El PP encara la recta final en 140 escaños y Vox será decisivo para gobernar

La derecha mantiene la mayoría absoluta a seis días del 23-J. El PSOE resiste por Sumar, que le da el 25% de sus votos, y el PSC, que bebe del nacionalismo. El PP pincha en su expansión por la derecha

Foto: Alberto Núñez Feijóo, en un acto electoral en Zaragoza. (EFE/Toni Galán)
Alberto Núñez Feijóo, en un acto electoral en Zaragoza. (EFE/Toni Galán)
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En la semana triunfal de Alberto Núñez Feijóo, quien se impuso con claridad a Pedro Sánchez en el debate electoral del pasado lunes, la noticia es que el PSOE y Vox resisten y que el PP no será tal vendaval en las urnas como ambiciona. A seis días de las elecciones generales, la cuarta y última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial constata que los populares están anclados en el 33% del voto y 140 escaños, lo que en verdad supone una victoria importante sobre el PSOE (106 escaños), que se queda sin opciones de reeditar su coalición de gobierno y saldría de la Moncloa cinco años después. Sin embargo, Feijóo estaría hoy muy lejos de las expectativas que aventan desde Génova, donde aspiran a llegar en esta última semana a 160 diputados para intentar un Gobierno en solitario. Lo único que está claro a día de hoy es que el partido de Santiago Abascal, con entre 38 y 42 escaños, será decisivo en la gobernabilidad de España.

Este periódico publica hoy la que será, por imperativo legal, su última encuesta. Hasta la misma jornada del 23-J, muchas personas decidirán su voto y podría haber aún importantes movimientos respecto de la previsión actual. El sondeo de IMOP-Insights otorga a PP y Vox 178 diputados, la suma suficiente (140 y 38 escaños, respectivamente) para ganar la investidura en el Congreso. Al otro lado, se sitúan las formaciones de izquierda y los nacionalistas, que entre todos reunirían 170 escaños. Solo con el apoyo de Abascal, Feijóo lograría más síes que noes en la Cámara Baja.

Si las elecciones se celebraran hoy, el Partido Popular las ganaría claramente, con un 32,9% de los votos, lo que se traduce en un mínimo de 134 y un máximo de 142 diputados en el Congreso. Dentro de esa franja de entre 134 y 142, IMOP-Insights estima que, a día de hoy, la cifra más probable para el PP es de 140 diputados. Este resultado supone un crecimiento de 12 puntos y 51 escaños respecto de las elecciones de 2019. Si el número de votos válidos fuera similar al de entonces (24,3 millones), el PP podría pasar de cinco a ocho millones de votos. Ello supone que Alberto Núñez Feijóo sería el único candidato con posibilidades de conseguir la investidura, pero no podría hacerlo en solitario.

La frontera caliente sigue estando entre el PP y Vox, donde transitan 1,2 millones de españoles, que aún pueden cambiar el sentido de su voto

La gran paradoja del momento político es que a Feijóo le puede ocurrir lo que a José María Aznar en 1996, que logró desalojar 14 años después a Felipe González de la Moncloa con una mayoría simple que, sin embargo, a todos pareció insuficiente, a tenor de los semblantes serios que exhibieron desde el balcón de Génova en la noche electoral. Aznar superó la investidura con el apoyo de CiU, el PNV y Coalición Canaria. Aunque aquellos, claro, eran tiempos sin Vox en la ecuación.

El PNV no facilitará la investidura de Feijóo porque supondría un suicidio político ahora que Bildu está a punto de adelantarlo

El hito semanal viene marcado por el debate a tres que se celebrará el miércoles en TVE con Sánchez, Abascal y Yolanda Díaz. Feijóo será el gran ausente, aunque en el PP no creen que dejar la silla vacía les pase factura en un enfrentamiento agrio entre Vox y la izquierda, a la que no ven con capacidad de reacción. Tampoco al partido de Abascal, con el que el candidato del PP ha dejado muy claro que no gobernará salvo que no haya más remedio. Sus cálculos pasan por explorar una mayoría en solitario con el PNV, que ya ha dicho que no cuente con ellos, y otros partidos minoritarios como Coalición Canaria, UPN y Teruel Existe.

Como decíamos el lunes pasado, la gran pregunta es cuántos ministros de Vox formarán parte del próximo Ejecutivo de Feijóo. La frontera caliente de votos sigue estando entre el PP y Vox, donde transitan 1,2 millones de españoles, que pueden decidir a última hora a quién apoyar: si a un Feijóo que tiende la mano a un eventual PSOE sin Sánchez, o a Vox, con hambre de una derecha más dura que abomina de pactos hacia la izquierda. Y la novedad es que el partido de Abascal resiste con bastante firmeza: 600.000 votantes del PP se pasan a Vox y 658.000 hacen el camino inverso. De cómo se resuelva esta disputa dependerá en gran medida que Feijóo se aproxime o no a su objetivo de una mayoría suficiente para explorar la investidura en solitario. Hoy por hoy, esa batalla está en tablas.

Contando con el voto negativo de la izquierda y de los nacionalistas (que sumarían 170 escaños), Feijóo necesitaría añadir el voto afirmativo de los diputados de Vox, sin que fuera suficiente su abstención. El partido de Abascal obtendría un 14,5% del voto y entre 38 y 42 escaños, con 38 como cifra más probable. En el improbable caso de que los dos partidos de la derecha se quedaran en el extremo más bajo de sus respectivas franjas, solo sumarían 172, que podrían ser 175 si se añadieran los regionalistas de UPN, Coalición Canaria y Teruel Existe. Con la estimación que IMOP-Insights considera más probable en este momento, el PP y Vox sumarían 178 votos y la investidura de Feijóo estaría asegurada.

Frente a la subida espectacular del PP, Vox retrocedería respecto a 2019. Pasaría del 15,2% al 14,5% del voto, y ese pequeño descenso de siete décimas le costaría perder aproximadamente 14 diputados. Aun así, su posición sería decisiva, puesto que estaría en su mano dar paso a la investidura de Feijóo o provocar un bloqueo que condujera a la repetición de las elecciones.

El PP conserva una transferencia neta positiva de 875.000 votos procedentes de Ciudadanos y 725.000 procedentes del PSOE. Y no parece que ese flanco vaya a debilitarse. Tras la desaparición de Cs, la suma de los dos partidos de la derecha se situaría en el 47,4% del voto, lo que representa cinco puntos respecto a 2019 y superaría al PSOE y Sumar por 6,4 puntos (aproximadamente un millón y medio de votos). El PP sería claramente hegemónico, obtendría el 69% del voto y el 79% de los escaños del bloque de la derecha. El crecimiento del PP se debe, en primer lugar, a la firmeza de sus votantes de 2019. Sigue siendo el partido con la mayor tasa de fidelidad (81%) y solo el 5% de sus antiguos votantes permanece indeciso o se inclinan por la abstención.

El PSOE muerde a Sumar

El Partido Socialista, con el 28,2%, consigue mantener su porcentaje de votos de 2019 y sube medio punto respecto de la semana pasada. Ello no le impide perder entre 12 y 22 diputados, siendo 14 menos la hipótesis más probable del estudio. Hace cuatro años, el 28% le sirvió para ganar con claridad, aventajando al PP en ocho puntos, y ahora ese mismo porcentaje lo sitúa en segunda posición, con 4,7 puntos de desventaja respecto de su rival. El impacto de eso en el reparto de escaños, especialmente en las provincias pequeñas, marca la diferencia entre la victoria y la derrota.

La paradoja para el PSOE es que sostiene su porcentaje y avanza ligeramente en los últimos días, a pesar de tener una muy débil fidelidad de sus propios votantes. Solo el 66,5% de quienes lo votaron en 2019 declara ahora su intención de repetir. El 23% anuncia que votará a otro partido y el 10,5% se muestra indeciso o inclinado por la abstención. Además, el 23% de los exvotantes socialistas valora negativamente la actuación del Gobierno, el 35% considera que es necesario un cambio de Gobierno en España y el 40% pronostica que el PP ganará las elecciones (aunque una parte de estos aún confía en que Sánchez seguirá siendo presidente).

Frente a todos esos datos negativos, Sánchez parece estar logrando agrupar en torno suyo una cantidad importante de votos útiles de la izquierda y del nacionalismo. Especialmente llamativa es la transferencia que recibe de quienes votaron a los partidos que ahora se agrupan en Sumar (563.000 en términos netos) y de los partidos nacionalistas, especialmente de ERC: uno de cada cinco votantes de Esquerra anuncia ahora su intención de votar al PSC.

Parece claro, pues, que Sánchez tiene un problema serio con sus votantes moderados, disgustados con él y con su fórmula de gobierno; pero se fortalece reagrupando el voto útil de sus aliados. Ello explica que la ubicación ideológica del electorado del PSOE en 2023 se haya desplazado sensiblemente hacia la izquierda respecto de la que tenía en 2019. Ahora, los votantes socialistas están más próximos a los de Sumar y más alejados del centro.

La fórmula liderada por Yolanda Díaz no acaba de despegar, y ya es dudoso que lo haga en los escasos días de campaña que restan. Su estimación de voto es de un 12,8%, claramente inferior al 15,2% que obtuvieron en 2019 los partidos que ahora integran esa fórmula. Con esa cifra, obtendría entre 31 y 34 escaños (siendo 32 la cifra más probable), lo que supone un retroceso de seis respecto de los 38 de sus fuerzas integrantes y ni siquiera alcanza a igualar los 35 de Unidas Podemos. Su gran fuga es el PSOE, hacia donde pierde uno de cada cuatro de sus votantes.

Curiosamente, solo el 58% de los que votaron a Iglesias en 2019 se adhiere ahora a Sumar. El resto se inclina por votar al PSOE (26%), a fuerzas nacionalistas (5%) o se instala en la indecisión o en la abstención (10%). Díaz sufre el desapego de una parte importante de los seguidores de Pablo Iglesias e Irene Montero. El bloque de la izquierda suma el 41% y, en el cálculo más probable dentro de las horquillas, 138 diputados (17 menos de los que obtuvieron PSOE y UP en 2019). Aunque lograra la adhesión de todo el bloque nacionalista (ERC, JxCAT, CUP, PNV, Bildu, BNG), quedaría lejos de poder investir a Pedro Sánchez.

El PSC impulsa al PSOE, pero su aumento en escaños (2-3) no compensa la crecida del PP en Andalucía (8-9) y Castilla y León (6-7)

El panorama electoral: los nacionalistas

En Cataluña, es muy visible el debilitamiento de los partidos nacionalistas, singularmente ERC, que solo mantiene la fidelidad del 42% de sus votantes de 2019. El 20% de quienes votaron ERC se pasa ahora al PSC, el 9% a las otras fuerzas independentistas (JxCAT y CUP) y otro 20% está en la indecisión o en la abstención. Como consecuencia de ello, ERC obtiene nueve escaños, cuatro menos que en las elecciones anteriores, y está muy cerca de ser sobrepasado por el partido de Carles Puigdemont. Los tres partidos del bloque independentista catalán sumaron en 2019 el 42,6% del voto y 23 escaños. Esta estimación les atribuye un 34% del voto y 18 escaños. El principal beneficiario de su retroceso es el PSC.

La competición por la hegemonía del nacionalismo vasco entre el PNV y Bildu es cada vez más estrecha. Sumando los datos de Navarra, Bildu ya estaría por delante del PNV en votos y empataría con él en escaños: seis cada uno. Los de Andoni Ortuzar, que están a punto de sufrir el adelantamiento de Bildu en el Parlamento nacional si sumamos las circunscripciones vascas y Navarra, ya han dejado bien claro que no ayudarán al PP porque supondría un suicidio político ante su electorado.

Por su parte, el BNG crece en votos pero no en escaños, y se mantendría en dos diputados. No obstante, hay síntomas claros de que está bien situado para disputar al PSOE la segunda posición en las próximas elecciones autonómicas de Galicia.

La distribución de los escaños: los territorios clave

La distribución de escaños por provincias muestra que, con los porcentajes de voto que ofrece la encuesta, hay 14 provincias con escaños en disputa, entendiendo por tales aquellos cuya diferencia en los cocientes de la ley D’Hondt es mínima y podrían caer del lado de uno u otro partido por una escasísima diferencia de votos.

Por lo demás, se confirma el peso estratégico del vuelco en Andalucía y Castilla y León. En Andalucía, el PSOE obtuvo 25 escaños y el PP 15. Ahora, el PP obtendría 23-25 diputados y el PSOE 20-22. En Castilla y León, el PP solo consiguió un escaño más que el PSOE (13-12). Ahora la diferencia se amplía mucho: el PP estaría en 18-19 diputados y el PSOE, en 8-11.

También llama la atención el extraordinario progreso del PSC en Cataluña, que ganaría claramente las elecciones. Sin embargo, su claro crecimiento en votos (que pesa mucho sobre el porcentaje nacional) tendría una escasa traducción en escaños, ya que pasaría de 12 a 14-15 diputados (2-3 más). La ganancia, por tanto, del PSC en Cataluña está muy lejos de compensar la crecida del PP en Andalucía (subiría entre ocho y 10 escaños) y Castilla y León (6-7 más).

La encuesta muestra que prosigue el reforzamiento del peso conjunto de los dos grandes partidos. Con esta estimación, el PP y el PSOE agruparían un 61% del voto (49% en 2019) y 246 escaños (209 en 2019).

Ficha técnica

Universo:

Personas de 18 años y más censadas y con derecho a voto en las
elecciones generales.

Tamaño muestral:

1.843 entrevistas.

Diseño muestral:

Aleatorio estratificado por CCAA y tamaño de municipio, se
desproporcionaron algunas provincias pequeñas con presencia de
partidos nacionalistas o regionalistas.

Teléfono fijo:

Selección aleatoria del hogar dentro de cada estrato.

Selección del individuo con control de cuotas de sexo y edad
retroalimentadas por el sistema, con aplazamiento y rellamada.

Teléfono móvil:

Selección aleatoria simple de la base de datos de teléfonos móviles
generada automáticamente por IMOP Insights a partir de los inicios
asignados a cada operador móvil.

Técnica de entrevista:

Telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 61 %
de las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de
teléfono móvil.

Equilibraje:

Fechas de campo:

Entre el 11 y el 14 de julio de 2023.

Instituto responsable de la investigación:

IMOP Insights SA.

En la semana triunfal de Alberto Núñez Feijóo, quien se impuso con claridad a Pedro Sánchez en el debate electoral del pasado lunes, la noticia es que el PSOE y Vox resisten y que el PP no será tal vendaval en las urnas como ambiciona. A seis días de las elecciones generales, la cuarta y última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial constata que los populares están anclados en el 33% del voto y 140 escaños, lo que en verdad supone una victoria importante sobre el PSOE (106 escaños), que se queda sin opciones de reeditar su coalición de gobierno y saldría de la Moncloa cinco años después. Sin embargo, Feijóo estaría hoy muy lejos de las expectativas que aventan desde Génova, donde aspiran a llegar en esta última semana a 160 diputados para intentar un Gobierno en solitario. Lo único que está claro a día de hoy es que el partido de Santiago Abascal, con entre 38 y 42 escaños, será decisivo en la gobernabilidad de España.

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