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PP y Vox tendrán mayoría absoluta pero Sánchez recorta a la mitad la ventaja de Feijóo
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Encuesta de IMOP-Insights para EC

PP y Vox tendrán mayoría absoluta pero Sánchez recorta a la mitad la ventaja de Feijóo

El PP está clavado en el 33% del voto y el PSOE sube al 27,7% gracias al empuje del PSC. La pelea por ser tercero la ganará Vox, por tener más opciones de escaños en las provincias pequeñas

Foto: El presidente Sánchez, en el acto de presentación del programa del PSOE la pasada semana. (EFE/Mariscal)
El presidente Sánchez, en el acto de presentación del programa del PSOE la pasada semana. (EFE/Mariscal)
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Salvo sorpresa grande, y habrá que estar atentos esta noche al debate cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el Partido Popular ganará con claridad las elecciones generales del 23-J. La tendencia en las encuestas de las últimas semanas es nítida, y así lo reconoce ya hasta el propio José Félix Tezanos en el último CIS. Lo que está aún por definir es la distancia de los populares sobre el PSOE y, sobre todo, su fortaleza sobre Vox. Según el tercer sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial, Feijóo sigue plantado en el 33% del voto, mientras que Sánchez (27,7%) ha recortado a la mitad la ventaja que tenía el PP desde mediados de junio, de nueve puntos a cinco. Se aleja así la perspectiva de un Gobierno del PP sin Vox.

El PP ha remontado tres décimas desde el sondeo de hace una semana y tendría entre 136 y 139 escaños. Con los escaños que la estimación atribuye a Vox (40-44), la suma de los dos partidos de la derecha seguiría haciendo posible la investidura de Feijóo, ya que, incluso en la parte más baja de la franja para ambos, sumarían 176 diputados. A ello habría que añadir uno de UPN y quizás uno de Coalición Canaria y otro más de Teruel Existe, si bien estas dos últimas fuerzas han mostrado su renuencia a respaldar una coalición de gobierno en la que participe Vox. No obstante, Feijóo necesitaría el voto afirmativo de los de Abascal para ser elegido; lo que, según las declaraciones recientes del líder del PP, abriría la puerta a la entrada del partido de Abascal en el Gobierno. La duda, hoy por hoy, es cuántos ministros de Vox albergará el futuro Ejecutivo.

Aunque Sánchez alienta a los suyos hacia la remontada, seguiría sin posibilidad de alcanzar la investidura. El PSOE ha pasado de una horquilla inicial de 94-96 escaños a una de 104-108, pero resulta insuficiente. Lo cierto es que el PSOE sigue sin taponar la fuga de votantes hacia el PP, que le arrebataría el 12% de su electorado de 2019. El saldo neto es de 750.000 votos a favor de los populares. La opción del bloqueo político es real. Los partidos que, previsiblemente, votarían negativamente la investidura de Feijóo (PSOE, Sumar, ERC, JxCAT, CUP, PNV, Bildu, BNG) sumarían 170 votos. Ello solo dejaría a Feijóo dos caminos: conseguir el voto favorable de Vox o recabar una improbable abstención in extremis del PSOE o de Sumar para evitar la repetición de las elecciones.

El gran interrogante en el cuartel general de Génova es cómo Sánchez, que hoy repetiría sus resultados de 2019, ha logrado recuperar ese terreno. Y existen varias claves importantes. En primer lugar, el PSOE ha mejorado la fidelidad de sus votantes, que estaba por los suelos tras el 28-M: ha pasado del 58% al 67%. El secretario general ha renunciado a una campaña clásica de mítines que refuerce los lazos de una organización exhausta, pero ha logrado levantar la moral perdida a los suyos con una estrategia personalísima de autodefensa en los medios de comunicación. En las dos formaciones, consideran que el debate cara a cara de hoy en Atresmedia será clave en la campaña que acaba de arrancar.

En segundo lugar, se constata que existe una fuerte transferencia de votos de Sumar al PSOE, en torno a los 300.000. Pero lo más importante para Ferraz es que, por primera vez en la legislatura, atrae una parte de voto de Ciudadanos (un 12%), espantados por los pactos del PP con Vox. Y lo que es aún más notorio, recibe una transferencia de voto útil de los nacionalistas catalanes, de ERC y también de los comunes, que le proporcionaría una extraordinaria victoria en Cataluña.

En concreto, el PSC recibe el voto del 18% de quienes votaron a ERC en 2019, y el 9% de los de JxCAT. Lo que nos conduce a una observación importante: gran parte de la subida del voto socialista se debe a su crecimiento en Cataluña. El PSC representó en 2019 el 12% del electorado socialista en toda España y ahora ese porcentaje podría duplicarse, de forma que es posible que uno de cada cuatro votos socialistas del 23-J provenga de Cataluña. Sin embargo, su traducción en aumento de escaños es limitada. Por el contrario, en Andalucía, la otra fortaleza histórica del PSOE, su posición actual es extremadamente débil respecto al PP. Ahí es donde Feijóo puede rebañar más distancia sobre Sánchez.

La participación estimada es de un 70% (algo menos que la semana pasada), que, tras el recuento del CERA, quedaría aproximadamente en un 67%; son las mismas cifras que en las elecciones de 2019. Con esta estimación, el PP sería el partido más votado en 40 circunscripciones, lo que le garantizaría una holgada mayoría absoluta en el Senado. El PSOE ganaría en seis provincias (Barcelona, Tarragona, Sevilla, Huelva, Jaén, Navarra). El PNV se impondría en Álava y Vizcaya; JxCAT en Girona y Lleida; Bildu en Guipúzcoa, y Vox podría revalidar su victoria en Ceuta.

Pasado el calentón inmediatamente posterior al 28-M, el voto del PP se mantiene bastante estable en la zona del 33%, con diferencias de décimas. No pierde votos, pero permanece estancado y no crece lo suficiente para aspirar a una mayoría concluyente que le permita formar un Gobierno autónomo sin Vox. Su fuerte subida respecto al resultado de 2019 (20,8%) se debe a que conserva una alta fidelidad de sus votantes (82%) y recibe una transferencia neta de 750.000 votos procedentes del PSOE, 840.000 de Ciudadanos y 450.000 de Vox, lo que le permitiría aproximarse a los ocho millones de votos (cinco millones en 2019).

Voto de retorno de Vox al PP

Vox baja un punto respecto a la encuesta anterior. La razón principal es el desequilibrio en el intercambio de votos con el PP. En la anterior encuesta, la transferencia neta era favorable al PP por solo 100.000 votos y ahora ha pasado a ser de 450.000. En concreto, el porcentaje de votantes del PP que se pasan a Vox ha descendido del 12% al 9%, mientras que los votantes de Abascal que votarían ahora a Feijóo han subido del 19% al 24%. Parece claro que existe una corriente de voto útil o voto de retorno de Vox al PP.

La marca encabezada por Yolanda Díaz, que arrancó con fuerza tras formalizarse como candidatura unitaria, se va vaciando progresivamente en beneficio del PSOE. En la actualidad, su expectativa de voto apenas alcanza para repetir la que obtuvo Unidas Podemos en 2019, sufre una transferencia neta hacia el PSOE de 300.000 votos y su expectativa de escaños ha descendido a 32-35 (su punto de partida es 38: los 35 de Unidas Podemos, dos de Más País y uno de Compromís).

Sumar solo obtendría escaños en 22 de las 52 circunscripciones. En las 30 restantes, sus votos se perderían. Entre ellas, están todas las provincias con cinco escaños o menos, excepto Castellón y Navarra. En cuanto a la relación entre los bloques, la subida del PSOE y el descenso de Vox hacen que disminuya ligeramente la ventaja de la derecha sobre la izquierda. Actualmente, esa ventaja es de 6,4 puntos (algo más de un millón y medio de votos con una participación parecida a la de 2019).

El bipartidismo saldrá reforzado del 23-J

Sigue aumentando la fuerza del bipartidismo, impulsada por la desaparición de Ciudadanos y la tendencia alcista tanto del PP como del PSOE. En esta encuesta, la suma de los dos grandes partidos representa el 60,6% de los votos (48,8% en 2019) y, en el escenario más probable, 241 escaños (209 en 2019).

La famosa pelea por el tercer puesto la gana Vox, porque en las provincias pequeñas en las que pueda obtener escaño un tercer partido (provincias de 4-5 escaños), Abascal tiene más opciones de sacar representación que Díaz.

El 62,5% de la población pronostica que el PP ganará las elecciones y solo el 22% espera que el ganador sea el PSOE. No obstante, a la pregunta de quién será el próximo presidente del Gobierno, los porcentajes cambian: el 56,5% cree que será Alberto Núñez Feijóo y el 30,4% que será Pedro Sánchez. Así pues, hay un sector de la población que cree que el PP será el partido más votado, pero espera que Sánchez continúe como presidente. Ese colectivo está formado fundamentalmente por votantes de la izquierda y nacionalistas.

Ubicación ideológica

Comparando la ubicación en la escala ideológica de los ciudadanos que recuerdan haber votado a un partido en 2019 (electorado anterior) con la de quienes declaran que lo votarán ahora, se comprueba el desplazamiento ideológico del electorado de cada partido. El votante del PSOE se ha desplazado claramente a la izquierda en estos cuatro años.

El electorado del PP se ha movido hacia el centro. Sin duda, influye en ello la entrada masiva de votantes procedentes de Ciudadanos. El electorado de Sumar se sitúa prácticamente igual que el de Unidas Podemos, con tan solo una décima de diferencia. El electorado de Vox se mantiene igual, y viraría solo una décima a la derecha.

Valoración de la actuación del Gobierno

El 46,7% de la población valora negativamente la actuación del Gobierno durante la legislatura, frente a un 43,5% que la valora positivamente. El rechazo es masivo entre los votantes de la derecha. En la izquierda, se confirma que los votantes de Unidas Podemos están más conformes con la actuación del Gobierno que los del PSOE. Uno de cada cinco votantes socialistas opina que la actuación del Gobierno ha sido mala o muy mala, lo que puede preludiar un posible cambio de voto.

En el espacio nacionalista, las opiniones son dispares, aunque predominan las valoraciones positivas. Los más entusiastas con la actuación del Gobierno son los votantes de ERC: el 57% la aprueba, frente a un 33% que la desaprueba. En cuanto a los de Bildu, un 49% la valora positivamente y un 21% negativamente, mientras un 30% la considera simplemente regular.

Puntuación de los líderes

La figura de Pedro Sánchez es fuertemente polarizadora. Uno de cada cuatro ciudadanos (25,5%) lo califica con un cero, y la cifra alcanza el 33% si se cuentan las puntuaciones extremadamente negativas (de cero a dos). A la vista de estas cifras, parece claro que el antisanchismo es un sentimiento consolidado en un importante sector de la opinión pública. El 20% le otorga las puntuaciones más elevadas (8-10).

También es el que recibe la puntuación más baja de sus votantes de 2019. El 18% de los votantes del PSOE de 2019 suspende a Sánchez (0-4). Si combinamos este dato con el 21% que rechaza la actuación del Gobierno, podría aventurarse que el PSOE está en riesgo de perder a uno de cada cinco de sus votantes de 2019.

Alberto Núñez Feijóo recibe un 7,5 de sus propios votantes y puntuaciones más templadas que Sánchez en los demás espacios: los votantes del PSOE le dan un 3,9, los de Ciudadanos un 5,7, los de Vox un 6,2 y solo lo suspenden rotundamente los de UP, con un 2,5. Yolanda Díaz recibe un 7,3 de los votantes de UP y un 6,1 de los del PSOE. También tiene puntuaciones elevadas entre los nacionalistas. La derecha la suspende, pero de forma menos agresiva que a Sánchez: recibe un 3,9 de los votantes de Ciudadanos, un 2,5 de los del PP y un 2,3 de los de Vox.

Santiago Abascal es el líder más rechazado en el conjunto de la opinión pública, pero el mejor valorado por sus propios votantes. Llama la atención que los votantes del PP le dan un 4,9, rozando el aprobado. Por supuesto, tanto la izquierda como los nacionalistas lo rechazan de forma contundente. A la vista de estos datos, podría concluirse que hay dos líderes, Sánchez y Abascal, que provocan una fuerte polarización en la sociedad, mientras Feijóo y Yolanda Díaz producen actitudes más templadas.

Ficha técnica

Universo

Personas de 18 años y más censadas y con derecho a voto en las
elecciones generales.

Diseño muestral

Aleatorio estratificado proporcional por CCAA y tamaño de municipio

Teléfono fijo:

Selección aleatoria del hogar dentro de cada estrato.

Selección del individuo con control de cuotas de sexo y edad
retroalimentadas por el sistema, con aplazamiento y rellamada.

Teléfono móvil

Selección aleatoria simple de la base de datos de teléfonos móviles
generada automáticamente por IMOP Insights a partir de los inicios
asignados a cada operador móvil.

Margen de error de muestreo

Para el total muestral no segmentado, ±2,5 puntos porcentuales para
p=q=50 % y nivel de significación del 95%, siempre en el supuesto de
un muestreo aleatorio simple.

Fechas de campo

Entre el 4 y el 6 de julio de 2023.

Tamaño muestral

1.559 entrevistas

Técnica de entrevista

Telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 61 %
de las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de
teléfono móvil.

Equilibraje

Con el fin de minimizar posibles errores de campo y ajustar los datos al
universo, el fichero se ha sometido a un equilibraje a partir de las
siguientes matrices: sexo x edad; tamaño de municipio y CCAA.

Instituto responsable de la investigación

IMOP Insights SA

Salvo sorpresa grande, y habrá que estar atentos esta noche al debate cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el Partido Popular ganará con claridad las elecciones generales del 23-J. La tendencia en las encuestas de las últimas semanas es nítida, y así lo reconoce ya hasta el propio José Félix Tezanos en el último CIS. Lo que está aún por definir es la distancia de los populares sobre el PSOE y, sobre todo, su fortaleza sobre Vox. Según el tercer sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial, Feijóo sigue plantado en el 33% del voto, mientras que Sánchez (27,7%) ha recortado a la mitad la ventaja que tenía el PP desde mediados de junio, de nueve puntos a cinco. Se aleja así la perspectiva de un Gobierno del PP sin Vox.

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