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Feijoo se impone a Sánchez en un debate tenso y pide vía libre para gobernar sin Vox
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DEBATE CARA A CARA

Feijoo se impone a Sánchez en un debate tenso y pide vía libre para gobernar sin Vox

El presidente, desdibujado por el líder del PP, pierde su oportunidad para remontar ante un Feijóo que salió en tromba en un debate poco propositivo y en el que primaron los reproches por los pactos con Vox y Bildu

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i); junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d). REUTERS / Juan Medina TPX
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i); junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d). REUTERS / Juan Medina TPX

Un debate intenso, poco propositivo, y caracterizado por las continuas interrupciones de los dos candidatos. En el único cara a cara antes de las elecciones generales, Sánchez encontró en Feijóo un muro de hormigón en el que rebotaban todos sus ataques. El jefe del Ejecutivo quedó desdibujado por el líder del PP, y pierde así una de las grandes bazas a las que se aferraba para tratar de dar la vuelta al resultado que vaticinan todas las encuestas a menos de dos semanas para que se abran las urnas. Los dos candidatos se arrojaron casi en todo momento reproches por sus respectivos pactos con Vox y Bildu.

Contra todo pronóstico, Feijóo dejó atrás el tono comedido de sus enfrentamientos en el Senado y logró amilanar a un Sánchez inquieto con una ofensiva total contra su gestión, sus pactos, sus "cesiones" a independentistas y abertzales o las incógnitas respecto a su relación con Marruecos. El jefe del Ejecutivo, que trató de mantener el tono, aun lanzando acusaciones gruesas al igual que su contrincante, no logró tomar el pulso del debate desde que Feijóo se lanzó al cuello de su adversario desde el primer bloque, centrado en la economía.

Foto: ¿Quiénes son los asesores que ayudarán a Sánchez y Feijóo durante la publicidad del debate electoral? (EFE)

Precisamente, la economía y la reivindicación de la salida social de la crisis de la pandemia, primero, y de la crisis inflacionista, después, en contraposición a la gestión del PP de la crisis financiera de 2008, es uno de los mantras de los socialistas en campaña al acusar a los populares de no querer entrar en este tema por falta de propuestas. Feijóo puso en duda todos y cada uno de los datos enarbolados por el jefe del Ejecutivo respecto a la marcha de la economía y plantó cara desde el primer momento descolocando al candidato socialista. Puso énfasis en las economías domésticas, más allá de la macroeconomía, para denunciar la subida del precio de los alimentos o de las hipotecas, así como para reprochar la falta de avances en políticas como la de vivienda tras llevar Sánchez más de cinco años en La Moncloa. El líder de los socialistas se limitó a defenderse con la creación de empleo de calidad y el crecimiento económico, que Feijóo puso en duda fijándose en el endeudamiento.

La tensión fue creciendo y llegó al punto álgido al inicio del segundo bloque, cuando Sánchez aprovechó para tratar de contrarrestar la imagen de moderación que buscaba exhibir Feijóo, con acusaciones que Sánchez centró en abrir las puertas de las instituciones a formaciones “machistas”. En este punto, para tratar de escapar del marco de la ultraderecha en que trataba de situarle su adversario, Feijóo llevó a la mesa del debate una de sus propuestas estrella, la de cerrar un acuerdo para que gobierne la lista más votada, en busca de retratar a Sánchez en el 'bloqueo' del país, en el mismo "no es no" a Mariano Rajoy en 2016.

Con papel y bolígrafo, el líder de la oposición pidió a Sánchez que firmase un documento por el cual se comprometían mutuamente a dejar gobernar al que resulte más votado de las próximas elecciones generales, para evitar que ambos dependan de los extremos. El líder popular cuenta, en este caso, con una clara ventaja demoscópica. Y la petición, reiterada en numerosas ocasiones por Feijóo durante el enfrentamiento, quedó sin respuesta por parte de Sánchez.

Foto: Imagen de archivo de la detención de Daniel Pastor. (EFE/Luis Tejido)

Si desde Ferraz habían tratado de rebajar las expectativas en los últimos días, asegurando que Feijóo era un político con experiencia y que no subestimaban porque “se las sabe todas”, sí habían puesto en este debate cara a cara todas sus expectativas para voltear las encuestas. La reacción del partido tras el debate, acusando a Feijóo de “trufar de mentiras todos los bloques” y lamentando que “no se puede ir a debatir ideas y solo se pretende embarrar el campo”, dan cuenta de cierto victimismo y un tono poco triunfalista. Eso sí, los socialistas sostienen oficialmente que “Pedro Sánchez gana el debate y marca el paso de la campaña”.

Solo en el último bloque comenzó a verse a Sánchez con más seguridad y recuperando el control del debate. Fue entonces cuando lanzó la baza del sueldo recibido por Alberto Núñez Feijóo como presidente del PP para sembrar dudas sobre sus ingresos. A modo de reto, el candidato socialista explicó que en su caso podría explicar “hasta el último céntimo de mi cuenta corriente, todos y cada uno de mis viajes y en mi móvil nunca verá un mensaje a un malhechor, como el señor Rajoy”, espetó para luego reclamar a Feijóo que “publique sus ingresos, sus sueldos y sus sobresueldos”. Siguiendo deslizando la sospecha sobre el candidato popular, aseguró que habría podido cometer errores, "pero yo soy un político limpio".

En el minuto de oro, Sánchez apeló al voto del miedo y al "túnel del tiempo" con el que a su juicio amenaza el PP por sus pactos con Vox. Feijóo, por su parte, quiso hacer hincapié en la petición de un "voto masivo" que prive a los "extremos" de condicionar la gobernabilidad. "Los extremos saben bloquear, pero no saben gobernar".

Tras el debate, sensación total de victoria en el PP. "Seguro que el equipo de Moncloa y de Ferraz se arrepiente de haber infravalorado a Alberto Núñez Feijóo", aseguraban desde Génova. "El candidato del PP ha ganado el debate con claridad, y el golpe anímico para un PSOE que está lejos en las encuestas se notará en el ya mermado entusiasmo de las bases socialistas con su candidato", señalaron fuentes oficiales. Sánchez perdió el 'match ball' del debate y Feijóo pide pista libre para intentar un gobierno en minoría, sin Vox.

Un debate intenso, poco propositivo, y caracterizado por las continuas interrupciones de los dos candidatos. En el único cara a cara antes de las elecciones generales, Sánchez encontró en Feijóo un muro de hormigón en el que rebotaban todos sus ataques. El jefe del Ejecutivo quedó desdibujado por el líder del PP, y pierde así una de las grandes bazas a las que se aferraba para tratar de dar la vuelta al resultado que vaticinan todas las encuestas a menos de dos semanas para que se abran las urnas. Los dos candidatos se arrojaron casi en todo momento reproches por sus respectivos pactos con Vox y Bildu.

Partido Popular (PP) Pedro Sánchez