Tensión en el PP por el cordón de Feijóo a Vox: "No puede pedir a nadie que no gobierne si suma"

La convocatoria de elecciones para el 23-J ha obligado al PP a revisar su estrategia. La prioridad ahora es que Alberto Núñez Feijóo llegue a la Moncloa. El adelanto de Pedro Sánchez ha hecho coincidir la negociación de los pactos con Vox en las autonomías y ayuntamientos con la campaña de las generales. En Génova son conscientes de que el PSOE ya tiene el guion escrito y lo que se impone es un control de daños. La directriz a los candidatos es que dejen dormir los acuerdos con el partido de Santiago Abascal, pero el presidente popular dio este jueves un paso más al retomar su propuesta de que gobierne la lista más votada durante una entrevista en El programa de Ana Rosa. El gallego abrió la puerta a permitir que Guillermo Fernández Vara continúe como presidente en Extremadura. En el equipo de la popular María Guardiola, no daban crédito. Recordaban que el propio barón socialista la había felicitado tras anunciar su marcha de la política. El choque con la dirección nacional está asegurado. “Nuestra tierra no se gobierna desde Madrid”, advertía la candidata, que recogía públicamente el sentir de muchos otros en su misma situación.

“Si hay que repetir elecciones, vamos a repetir elecciones”, afirmaban desde el equipo de la extremeña, donde ya han empezado a negociar con Vox para que le preste sus votos en la investidura. Guardiola quiere gobernar en solitario y no está dispuesta a aceptar exigencias extravagantes de la ultraderecha, pero tampoco en ningún caso se abre a sentarse con Fernández Vara. “Sería faltar a su palabra”, recalcan desde el partido en Extremadura, donde están seguros de que, en caso de bloqueo por parte de Vox, los extremeños apoyarían mayoritariamente al PP en una segunda vuelta.

“No se puede pedir a nadie que renuncie a gobernar si suma con Vox”, se quejan desde uno de los territorios donde se puede arrebatar al PSOE plazas importantes. La euforia por la victoria del 28-M ha dado paso a la tensión entre aquellos que deben afrontar negociaciones con la formación de ultraderecha. Respetan los intereses de Feijóo, pero alertan de que sus tiempos son diferentes. El próximo 17 de junio, día en el que se deben constituir todos los ayuntamientos, hay candidatos que necesitan de los votos de los de Abascal para arrebatar a las socialistas plazas tan significativas como Valladolid. Génova apuesta por ir a las investiduras sin haber cerrado un acuerdo para que “Vox se retrate”, pero los afectados trasladan que ya les han hecho llegar que no habrá cheques en blanco.

Vox está dispuesto a aguantar el órdago de Feijóo, que les pide colaborar para “derogar el sanchismo” sin entrar en los gobiernos. El eurodiputado de ultraderecha Jorge Buxadé declaró este jueves que sus votantes les han dado el mandato de entrar en las instituciones como única garantía de que se aplicarán sus políticas. El modelo que parecen dispuestos a repetir es el de Castilla y León. Es decir, supeditarán los síes en la constitución de los consistorios y las asambleas regionales a un reparto de sillones previo. Sin coaliciones, no habrá votos. El negociador de la formación, Kiko Méndez Monasterio, ya habría trasladado a Génova que el discurso de Feijóo no favorece el entendimiento.

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Desde el PP, se ha puesto sobre la mesa firmar un documento que recoja los puntos sobre los que gravitaría un futuro pacto. Los populares ponen las líneas rojas en que no haya un retroceso en las libertades. Vox también tiene la suya: no habrá votos sin sillones. Recuerdan que ya en 2019 cedieron ayuntamientos tan importantes como el de Madrid sin contraprestaciones y se han sentido engañados. La hoja de ruta es como la que se le exigió a Alfonso Fernández Mañueco. En las investiduras, ya se debe haber clarificado el reparto de poder. En el caso de las autonomías, el PP puede alargar los plazos e ir a votaciones fallidas hasta que pasen las generales, pero los consistorios serán la prueba de fuego.

Feijóo se enfrenta a su primer cisma interno desde que llegó a la dirección del partido. La candidata extremeña está dispuesta a ir a por todas bajo el paraguas de que fue el propio presidente del PP el que les dio “manos libres” para gestionar el día después del 28-M. Por aquel entonces, el calendario político era muy diferente. El gallego siempre ha apostado por no romper su perfil centrista al atarse a Vox. Sus estrategas saben que la opción para lograr una mayoría suficiente pasa por atraer el voto desencantado del sanchismo y aceptar la muleta de los ultraconservadores sería muy arriesgado. No hacerlo también, si se busca la paz interna.

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Más allá de los órdagos, en el PP se hace una segunda lectura del ofrecimiento que Feijóo hizo para dejar que Fernández Vara conserve Extremadura. Los veteranos ponen el acento en que el gallego da por hecho que ganará las elecciones y necesita tener enfrente un “PSOE de Estado”. De ahí que tienda la mano a los barones para que se subleven contra Sánchez. Por el momento, tendrá que esperar. No habrá sublevación contra Sánchez antes del 23-J.