Feijóo se ve capaz de la mayoría absoluta solo con PNV y fuerzas minoritarias

Feijóo encara la recta final de la campaña con seguridad, tranquilidad y ambición. Tanto al líder popular como al resto de su equipo se les hace complicado ocultar el optimismo pese al riesgo de que la euforia se convierta en factor desmovilizador de su electorado. El candidato popular a la Moncloa ya se permite el lujo de fantasear incluso con la mayoría absoluta. Es un escenario poco probable, dice, pero no imposible. En estos momentos, ve factible alcanzar los 168 escaños. Y que el día de su eventual investidura, necesite únicamente el apoyo o la abstención del PNV y de fuerzas minoritarias como Teruel Existe o Coalición Canaria. Es, al menos, su intención. Solo queda una semana para que se abran las urnas y la música de un Gobierno en solitario retumba más fuerte que nunca en las paredes del 13 de Génova.

En una conversación informal con periodistas entre mítines —concretamente en el trayecto que separa Logroño y Pamplona—, Feijóo subrayó que el efecto Andalucía existe y que puede replicarse el 23-J. La base de la campaña de Juanma Moreno fue la apelación continua al voto útil. Y la última semana, recordó el líder gallego, fue clave para que el barón popular triturase todos los sondeos. En el PP apuntan a que esta última semana de campaña será decisiva. Ya van lanzados, pero no pueden fallar el último juego.

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Feijóo asegura estar en este momento en el 37% de los votos. Es su apuesta, aunque reconoce que esa cifra es susceptible de subir en los próximos días. Ve el camino despejado de obstáculos. A su izquierda, un PSOE al que ve más desmotivado que en el 28-M, cuando los socialistas experimentaron el primer gran golpe. También percibe a un Vox en declive. Asegura que no teme a que un excesivo desplome de los de Santiago Abascal pueda perjudicar la suma de la derecha y, por tanto, infiere que se alimentará de esa caída. En el sprint final de la campaña, el líder del PP se ha lanzado a por el votante de Vox con la tesis de que es la única garantía de que Sánchez salga de la Moncloa.

En cualquier caso, el Partido Popular se ve en estos momentos con el número de escaños suficientes como para sacar de la ecuación a Santiago Abascal. La máxima que Feijóo defiende es que, si solo necesita un puñado de abstenciones de los de Abascal y se sitúa en los 160 escaños, no permitiría la entrada de Vox en el Ejecutivo. El líder del PP mira al PNV. Sigue situando a los nacionalistas vascos en el bloque del "sanchismo", pero cree que hay un factor que podría impulsar a los de Ortuzar a un entendimiento en caso de victoria clara de Feijóo: que Bildu le adelante en número de escaños y que el PNV se vea forzado a adoptar una posición más pragmática.

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Como publicó El Confidencial, y si se alza con la victoria el 23-J, Feijóo prevé reunirse con todos los grupos parlamentarios —salvo Bildu—, empezando por el PSOE. En opinión del líder popular, los socialistas tendrán difícil explicar su no a una investidura del mandatario popular, sobre todo en caso de superar los 150 o 160 diputados. Para Feijóo son cifras mayores, y no entiende que sea el candidato al que más condiciones se le exige para gobernar: ganar; sacar una diferencia sobre el segundo superior a los 25 escaños; y no poder pactar con nadie, en alusión a la estrategia del miedo que agita la izquierda contra el PP.

El líder popular llamará también a Santiago Abascal, pero sin situarle como socio prioritario de cara a una eventual investidura. Asegura Feijóo que a Vox no le está pidiendo que le regale sus votos, sino que no pacte con el "sanchismo". Incide en que, en caso de lograr un Gobierno en solitario, pero en minoría, la legislatura se resumirá en pasar por la ventanilla de Vox para pactar su agenda de Gobierno.

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En dicha conversación informal, Feijóo ha abierto la puerta a contar con más de una vicepresidencia en su futuro Ejecutivo, aunque puntualizando en todo momento que aún quedan muchas incógnitas por resolver. Al margen de su vicepresidenta y del titular que encabezará la cartera de Economía, el gallego ha asegurado que ya ha cerrado dos o tres ministerios más. Ya sabe, por ejemplo, quién será su ministro o ministra de Justicia. Aunque los nombres, insiste, no los sabe ni el cuello de su camisa. En el caso del Ministerio de Exteriores, Feijóo asegura estar entre una terna que deberá resolver en las próximas semanas.

El líder popular ha avanzado pocos detalles de su futuro y aún hipotético Ejecutivo, aunque se conoce que su apuesta para el Ministerio de Economía será un perfil técnico y alejado de la órbita del PP, lo que sitúa al gobernador del Banco de España dentro de todas las quinielas. El dirigente se ha reafirmado en que la cartera de Igualdad dependerá de Presidencia del Gobierno, aunque no ha avanzado el nombre de la candidata que llevará estas competencias.