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Feijóo pide al partido rebajar "la euforia" del debate y "no subestimar" a Sánchez
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RESACA DEL CARA A CARA

Feijóo pide al partido rebajar "la euforia" del debate y "no subestimar" a Sánchez

El líder popular advierte a los suyos sobre el riesgo de jugar con las expectativas al alza para no desmovilizar a su electorado: "Hemos ganado un debate, no las elecciones"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Jesús Monroy)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Jesús Monroy)

"Cuando me senté en el debate, sabía que me iba a salir bien, pero no tan bien". Es el diagnóstico que el propio Alberto Núñez Feijóo hace 24 horas después del cara a cara en el que, contra todo pronóstico, acabó imponiéndose a un Sánchez al que casi le faltó pedir la hora. No obstante, el líder del PP hace un llamamiento a la calma. "No hemos ganado las elecciones. Solo hemos ganado un debate", incidía. Pronunció estas palabras en conversación informal con los periodistas tras un mitin en Ciudad Real. Pero, en realidad, es una advertencia dirigida tanto a su equipo como el resto del partido.

Feijóo se ve fuerte. Pletórico. No oculta que el camino al 23-J se le ha hecho mucho más liviano por el "golpe" que, a ojos de su equipo, asestó a Sánchez en un terreno que el presidente del Gobierno creía tener ganado. Pero aconseja a los suyos no pecar de una "euforia irresponsable" de aquí a que se abran las urnas. "No podemos subestimar a Sánchez", zanjó el líder popular. No son ajenos en Génova a que lanzar las campanas al vuelo conlleva sus riesgos. Y puede terminar volviéndose en contra. La baza que juega Feijóo esta campaña no es solo la de apelar el voto útil. También necesita un voto "masivo". Y su potencial electorado puede quedarse en casa si "lo ve todo ganado".

En el PP, hay voces que apuntan a que, tras "el golpe" que asestó el lunes Feijóo a Sánchez, el gallego podría llegar a la horquilla de los 160 escaños. En Génova, optan por la prudencia y aseguran que los trackings no reflejan aún el impacto del debate. Las encuestas le sonríen, anticipan que ganará las elecciones el 23-J. Pero un puñado de escaños puede trazar la diferencia entre intentar un Gobierno en solitario o depender de Abascal. Feijóo ya ha avanzado que le abrirá la puerta si las urnas así lo ordenan. El mínimo para evitar ese escenario son 150 escaños y sumar más que la izquierda.

La estrategia de aminorar expectativas no es precisamente nueva en la sede popular. Feijóo ya instruyó a los suyos para no pasarse de frenada tras haber arrasado en los comicios del 28-M, por el riesgo de desmovilizar a su electorado y causar el efecto contrario en la izquierda. E hizo lo mismo Juanma Moreno en las elecciones andaluzas de 2022. Tanto en Génova como en el equipo del andaluz pronosticaban una victoria de poco más de 40 escaños, pero el dirigente firmó finalmente una mayoría absoluta de 58.

Foto: Feijoó muestra un gráfico durante el debate electoral en Atresmedia frente a Sánchez (Atresmedia)

Lo que no esconde Feijóo es que el resultado del debate ha servido para "enchufar el partido a la campaña" y echar el resto en la recta final. El líder popular saca músculo de su capacidad de movilización, imagen que, a su juicio, contrasta con la de Sánchez. "Necesita los platós porque no consigue movilizar a su partido. Y suspende su agenda porque sabía que había un mitin de 12.000 personas en Pontevedra a las 11 de la mañana de un domingo de julio". Y se jacta ahora de haber arrebatado a Sánchez su última baza electoral tras el cara a cara del lunes: su capacidad de crecerse en entornos mediáticos.

Con todo, en el PP se respira un ambiente de tranquilidad mezclado con euforia tras un debate que algunas voces populares califican de "punto de inflexión" de la campaña del 23-J. Y no solo por lanzar una contraofensiva que su adversario no vio venir, sino porque en el partido dan también por amortizado su principal punto débil en estos comicios: el lastre de los pactos territoriales con Vox. En este punto, Feijóo expuso el antídoto: firmar un trato entre los dos grandes líderes para garantizar una abstención a la lista más votada y evitar así elevar los extremos a cargos institucionales. Sánchez no respondió.

"Cuando me senté en el debate, sabía que me iba a salir bien, pero no tan bien". Es el diagnóstico que el propio Alberto Núñez Feijóo hace 24 horas después del cara a cara en el que, contra todo pronóstico, acabó imponiéndose a un Sánchez al que casi le faltó pedir la hora. No obstante, el líder del PP hace un llamamiento a la calma. "No hemos ganado las elecciones. Solo hemos ganado un debate", incidía. Pronunció estas palabras en conversación informal con los periodistas tras un mitin en Ciudad Real. Pero, en realidad, es una advertencia dirigida tanto a su equipo como el resto del partido.

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