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Feijóo se lanza a por la cuarta posición en Cataluña entre dudas internas por la estrategia
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FIN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL

Feijóo se lanza a por la cuarta posición en Cataluña entre dudas internas por la estrategia

El PP asume la capacidad de resistencia de Vox, pero da por seguro que conseguirá el sorpaso el domingo. El giro discursivo del líder popular sobre inmigración y la gestión de las expectativas ha generado desconcierto interno

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Enric Fontcuberta)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Enric Fontcuberta)
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Génova ha intentado despejar todas las dudas que surgieron dentro y fuera del partido sobre el resultado de este domingo en Cataluña. En la dirección del PP están convencidos de que la cuarta plaza será para Alejandro Fernández y no para Ignacio Garriga, aunque ya no se atreven a pronosticar el margen de victoria, que ha ido estrechándose en los trackings internos con el paso de la campaña. El propio Feijóo prometió a los suyos que no habría sorpaso. "Estoy convencido de que vamos a ser la cuarta fuerza en Cataluña", afirmó el miércoles.

La hipótesis de que Vox vuelva a quedar por encima —les ganó 11 a 3 en 2021— e incluso que haya un empate técnico infringiría un daño importante al proyecto de Feijóo. Se convertiría en un gran obstáculo de cara a las europeas, sin olvidar el más que probable alboroto interno. En Génova están convencidos de que no habrá sustos. Pero la tranquilidad de la que presumen en la cúpula nacional no apaga el runrún que se ha instalado en el partido por la gestión de los últimos compases de la campaña.

Dirigentes del PP de distinto rango coinciden en la sensación de "confusión" que se ha trasladado en la recta final, aunque esperan que desaparezca firmando un "buen resultado" este 12 de mayo, que pasa sí o sí por superar a Vox. Feijóo viró el rumbo de la campaña esta última semana. "Pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios", pronunció el pasado martes en Cornellá, deslizando por primera vez un vínculo entre inmigración y delincuencia, en línea con el discurso insignia de Santiago Abascal. El "cambio de rasante", como lo denominan algunas voces, coincidió con la recuperación de Vox en los sondeos.

En realidad, Feijóo no dijo nada que no hubiesen afirmado previamente otros dirigentes del PP de Cataluña. El alcalde de Badalona, Xabier García Albiol y el propio candidato, Alejandro Fernández, han empuñado ese discurso duro contra la inmigración ilegal desde el inicio de la campaña. Pero en el partido admiten cierto desconcierto al escuchar a Alberto Núñez Feijóo en los mismos términos que Vox. "Se nota que en determinados temas se siente incómodo", comenta un líder territorial.

Foto: El candidato del PP para las elecciones catalanas, Alejandro Fernández, en un mitin. (Europa Press/Alberto Paredes)

En las filas de los populares catalanes sostienen que "en Cataluña siempre se tiene que hablar de inmigración", porque "si no lo haces tú, lo harán otros", pero recelan de que Feijóo solo haya empuñado esa bandera en el sprint final, en busca de taponar posibles fugas hacia Vox. El giro discursivo el líder popular llevó también a Santiago Abascal a nadar en las "contradicciones" del PP, que hace unas semanas aprobó junto al PSOE la admisión a trámite en el Congreso de una ILP para regularizar a medio millón de inmigrantes ilegales.

En el partido se encendieron también algunas alarmas esta última semana por el temor a que el "voto impulsivo" y "visceral" frustrase el sorpaso del PP a Vox. Los de Abascal estaban aguantando mejor de lo esperado, y esa resistencia demoscópica amenazaba con minar también la llamada al 'voto útil' que ha priorizado Feijóo en las últimas campañas electorales.

Foto: Pedro Sánchez y Salvador Illa saludan este viernes en el acto final de campaña de las elecciones catalanas. (EFE/Enric Fontcuberta)

Hubo también varios factores que escaparon al control del PP, como el impacto del período de reflexión de Sánchez. En Génova asumían que ese movimiento beneficiaría a Vox por disparar el clima de polarización. Abascal también maniobró en la recta final con su misiva a Feijóo, una carta plagada de reproches en la que le exigía que rompiese con Sánchez y firmase un frente común con Vox. Feijóo ni siquiera respondió. "Es una maniobra electoral", sintetizaban en la cúpula.

La gestión de las expectativas

La rotundidad con la que Feijóo afirmó el pasado miércoles que el PP quedaría por delante de Vox en Cataluña generó también inquietud en las filas del partido. No por no confiar en las posibilidades de Alejandro Fernández, sino por el temor a que una mala gestión de las expectativas lastre —de nuevo— el resultado final. "Es el mismo error de siempre", sentencia un barón autonómico. El ejemplo más cercano es el de las elecciones vascas. Desde Génova se fijaron tres objetivos: mejorar en porcentaje de voto y en escaños; ser decisivos para la formación de gobierno; y borrar a Vox del Parlamento. Solo lograron el primero de los tres, y el 'éxito' del PP se percibió a medio gas.

Aunque con el paso de la campaña Génova ha ido templando las expectativas, lo cierto es que el objetivo de superar a Vox siempre ha sido "irrenunciable" para la dirección del PP. Y ese ahínco por "medirnos" con los de Abascal levantó cierto malestar en la dirección de los populares catalanes. "Lo que nos debe interesar es nuestro crecimiento, que será muy bueno. Nada más", sentencia un cargo del PP catalán.

El propio Alejandro Fernández lanzó un aviso a navegantes al principio de la campaña. "Tengo clarísimo quiénes son mis rivales en estas elecciones: los separatistas y quienes le sostienen. Punto. Y no pienso dedicar ni medio segundo a otra cosa que no sea ofrecer una alternativa a su decadente proceso", escribió en redes, deslizando que no se fijaría en el retrovisor derecho. Todas las dudas que han surgido en los últimos días de campaña pueden desaparecer... o elevar la tensión interna. Todo dependerá del resultado del domingo. En lo que sí coinciden tanto en la dirección nacional como en la regional es que el sorpaso está garantizado salvo sorpresa mayor.

Para afianzar esa tesis, Feijóo volvió a apelar a la unidad del voto en el mitin de cierre de campaña en L'Hospitalet. Apeló a todos, a izquierda y derecha. A los votantes del PSC; a los del nacionalismo moderado; a los electores de Ciudadanos y también a los de Vox. "Somos el único partido que puede cerrar el procés", zanjó. Feijóo volvió a marcar distancias con Vox en su última intervención, y acusó implícitamente al partido ultraconservador de usar el procés "para medrar en su parroquia electoral", además de criticar su afán por "denostar el Estado de las Autonomías" para "conseguir algunos votos".

Génova ha intentado despejar todas las dudas que surgieron dentro y fuera del partido sobre el resultado de este domingo en Cataluña. En la dirección del PP están convencidos de que la cuarta plaza será para Alejandro Fernández y no para Ignacio Garriga, aunque ya no se atreven a pronosticar el margen de victoria, que ha ido estrechándose en los trackings internos con el paso de la campaña. El propio Feijóo prometió a los suyos que no habría sorpaso. "Estoy convencido de que vamos a ser la cuarta fuerza en Cataluña", afirmó el miércoles.

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