Temor en el PP a que el "voto impulsivo" frustre el sorpaso a Vox

Optimismo en Vox y nerviosismo en el PP. Es el retrato del tablero de la derecha en la recta final de la campaña para las elecciones catalanas. Las expectativas en Génova siguen siendo buenas, y se ven con fuerza para recuperar terreno, como mínimo, por encima de los diez escaños, lo que les permitiría salir del coma en un territorio clave. Pero en la dirección de los populares también se planteó desde el principio que el "objetivo irrenunciable" para este 12 de mayo era superar a Vox y arrebatarle la cuarta posición. Ahora esa meta comienza a verse algo más difusa.

Distintos dirigentes del PP apuntan que Alejandro Fernández continúa por delante de Ignacio Garriga, al menos según sus sondeos internos. Pero también han detectado una leve recuperación de Vox en los últimos días que ha arrojado ciertas dudas sobre el resultado final. Fuentes próximas a Feijóo admiten que es "difícil" hacerse con la cuarta posición en Cataluña, más si se tiene en cuenta que el PP parte de un bajísimo suelo de sólo tres diputados. También reconocen que los de Abascal "están muy fuertes". Algunas voces apuntan incluso a que su capacidad de resistencia y la fidelidad de su votante es mayor de la que esperaban.

"Cuando existe un populismo muy bestia en un lado del tablero, repercute en el otro", comenta un dirigente con peso en la campaña catalana, que asume que construir una alternativa "moderada y de centro" en un territorio completamente "polarizado" es una tarea especialmente compleja. "Quien quiere 'matar' a Puigdemont, no vota al PP, vota a Vox", resume otro cargo del partido. La inquietud se ha instalado especialmente en los últimos días, tras la publicación de algunos sondeos que estrechan el margen entre las dos fuerzas de la derecha. En la cúpula de Vox miran al domingo con optimismo. Creen que su campaña ha dado frutos, y que el liderazgo del PP "no está tan claro".

Los populares temen, para empezar, que el hecho de que se visualice esa resistencia demoscópica de Vox mina su discurso del 'voto útil'. Hasta la fecha, y con la única salvedad de las elecciones vascas —en las que los de Abascal retuvieron su escaño en Álava— Feijóo consiguió mantener a raya a Vox tanto en Galicia como en las generales, en las que los ultraconservadores se dejaron 19 escaños. Los populares también desconfían de lo que califican como "voto impulsivo" a Vox este domingo, un parámetro que no miden los sondeos. "La significación del voto a 'populistas' responde más a impulsos de última hora que a procesos de reflexión", analizan en el PP de Cataluña.

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Las fuentes consultadas apuntan a varios motivos que explican el aguante de Vox en Cataluña. La primera es el golpe de efecto de Sánchez tras un período de reflexión de cinco días, una decisión que dio un vuelco al tablero electoral y, que, según el análisis de Génova, benefició a Vox. No en vano, Santiago Abascal utilizó como percha la última maniobra del jefe del Ejecutivo para enviar a Alberto Núñez Feijóo una misiva plagada de reproches en la que le pedía trazar un frente común contra "el golpe" y que dinamitase todos los puentes con el PSOE. Vox publicó la carta este mismo lunes, a las puertas de las elecciones. En Génova no hubo dudas en el diagnóstico: "Es una maniobra electoral".

Otro factor es el ascenso de Junts, que continúa al acecho del PSC de Salvador Illa frente al posible batacazo de ERC. En el PP creen que esta circunstancia moviliza al elector "más visceral", en favor de los de Abascal. Tampoco es asunto menor el peso que ha ganado Vox por su "discurso salvaje" contra la inmigración en Cataluña, una de las banderas a las que Ignacio Garriga y Santiago Abascal se han aferrado con mayor fiereza durante la campaña y que, a juicio del PP, es clave para su resistencia.

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En las filas de los populares recuerdan además que Cataluña cuenta con un ecosistema propio que rompe las dinámicas nacionales. Pero aún así, y pese a las dudas de estos últimos días, confían en lograr el 'sorpaso' este domingo para empezar con buen pie la carrera hacia las elecciones europeas, una cita primordial para Feijóo. En el partido llaman a "pelear" hasta el último minuto para aglutinar al votante constitucionalista y morder también a Vox. En línea con ese objetivo, Isabel Díaz Ayuso ha entrado de lleno en la caravana electoral esta semana. Estuvo el lunes en Barcelona, y visitará también Lleida, Girona y Tarragona el jueves y el viernes.

A la espera del veredicto del domingo, Génova ha enfriado las expectativas con el paso de los días. Lo único que les interesa, dicen ahora, es "recuperar espacio" y salir del estado comatoso en que les dejó las dos últimas elecciones autonómicas. "No nos debe obsesionar que a Vox le pueda ir bien o mal", resumen también fuentes del PP de Cataluña, donde desinflan también la importancia de dar o no esquinazo al partido situado a su derecha. Pero neutralizar a los de Abascal y reunificar de una vez por todas a la derecha siempre ha sido el gran objetivo de Feijóo. En Cataluña y en el resto de España. Las urnas dirán si va o no por el camino correcto.