Es noticia
El PSC ganaría las elecciones con Puigdemont al acecho y la gobernabilidad quedará sin resolver
  1. España
  2. Cataluña
encuesta de IMOP-Insights

El PSC ganaría las elecciones con Puigdemont al acecho y la gobernabilidad quedará sin resolver

Illa obtendrá una victoria clara en votos, aunque Junts se acerca en escaños. ERC, sin opciones de liderar el Govern, decidirá. El PP cuadruplicará su fuerza pero sin influencia. Vox se desploma y Aliança Catalana debutará en el Parlament

Foto: EC Diseño.
EC Diseño.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Cataluña vota el domingo con el estigma de ser ingobernable. Se da por hecho que el recuento de votos concluirá sin que sea posible saber quién comandará la Generalitat o, incluso, si será preciso ir a una repetición de las elecciones autonómicas. Solo se vislumbran dos candidatos posibles, Salvador Illa o Carles Puigdemont, aunque ninguno tendrá mayoría suficiente. Los partidos deberán salvar profundas fosas ideológicas, liberar mazmorras interiores y tender puentes levadizos para pactar y evitar el temido bloqueo. ERC, sin opciones de seguir liderando el Govern, se halla en la situación más débil, con riesgo incluso de quiebra orgánica. Pero la decisión que adopte el PSC con respecto a Junts será la más comprometida porque tendrá un impacto directo sobre la estabilidad del Gobierno de España. Los intereses de Pedro Sánchez y Salvador Illa no son exactamente coincidentes.

A una semana de los comicios, el PSC sería la primera fuerza política con una amplia ventaja en votos (27,8%) que se traduciría en 39-41 escaños, entre seis y ocho más de sus 33 asientos actuales. Sin embargo, Puigdemont estaría en condiciones de disputar a Illa la investidura para volver a presidir la Generalitat de Cataluña, según la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial realizada entre los días 29 de abril y el 2 de mayo. Sánchez buscaba una victoria clara como aval de los catalanes a la amnistía, aunque esta pueda conllevar la resurrección política de Puigdemont y su regreso al Palau siete años después de haberse fugado de la Justicia.

Junts tiene en este momento una estimación de voto del 22,4% y obtendría entre 36 y 38 parlamentarios, es decir, entre 4 y 6 escaños más, según el sondeo de IMOP. De esta manera, se acerca peligrosamente al PSC en número de diputados, a la espera de ver cómo se desarrolla el tramo decisivo de la campaña.

El candidato más votado, Salvador Illa, podría formar una mayoría cómoda con Junts (que ha anticipado su negativa a esa hipótesis) o con el apoyo combinado de ERC y los comunes. Ambos escenarios comprometerían seriamente la estabilidad del Gobierno de Sánchez en el Congreso de los Diputados. Los socialistas ganarán claramente en Barcelona —el granero de votos catalán— y en Tarragona, y basan su posición dominante en una elevada fidelidad de sus votantes (77%) y en las transferencias que reciben de ERC y de los comunes. En cambio, Junts se impone en Girona y Lleida, si bien la irrupción de Aliança Catalana, a la que el sondeo otorga hasta cuatro diputados en el Parlament, le supone una merma que puede ser determinante. El 7,5 % de los antiguos votantes de Puigdemont optaría ahora por la candidatura xenófoba y populista de Sílvia Orriols.

Puigdemont podría presentarse a la investidura con garantías si lograra un acuerdo de coalición con ERC y contara, al menos, con la abstención de la CUP y de Aliança Catalana. En último extremo, podría exigir la abstención del PSC como pago por su apoyo a Sánchez en el Congreso, aunque eso sería indigerible para los socialistas catalanes. Sus votantes otorgan un suspenso claro a Puigdemont (2,4), solo por detrás del candidato de Vox.

La tercera posibilidad es que se produzca un bloqueo que obligue a repetir las elecciones en el otoño. En la actualidad, ningún partido parece interesado en someterse a esa prueba, pero es un escenario que no cabe descartar.

Lo que sí está claro es que Puigdemont verá confirmado su liderazgo en el bloque independentista al rebasar claramente a ERC, que no puede concurrir con Oriol Junqueras por estar inhabilitado. Los republicanos pagan duramente su Gobierno en solitario tras la espantada de Junts y experimentan un retroceso que aleja a Pere Aragonès de toda esperanza de repetir como presidente. Con una estimación de voto del 17,5% y 26-28 escaños, su pérdida es de casi cuatro puntos y 5-7 escaños. El partido de Junqueras aparece como socio necesario en casi todas las fórmulas de Gobierno viables, pero en ninguna de ellas como cabeza de la coalición. Si quiere seguir formando parte del Govern, tendrá que apoyar la investidura de Illa o la de Puigdemont. Un endiablado dilema al que ERC se enfrenta con serio peligro de fractura interna. Y en caso de bloqueo y repetición electoral, será el más perjudicado.

ERC tiene una baja fidelidad de voto: solo el 51% de quienes le votaron en 2021 declaran que volverían a hacerlo ahora. El 14% se va a Junts, el 11% al PSC, el 8% a otros partidos y el 16% restante se sitúa en la indecisión y/o en la abstención. Salvo sorpresa final, será uno de los perdedores de esta elección.

La maniobra hamletiana de Sánchez, que ha focalizado toda la atención de la primera semana de campaña sobre su figura, no tendría impacto alguno en la decisión de voto de los catalanes. Ni ha sido un revulsivo emocional, como esperaban los socialistas, ni les penalizará. El PSC permanece anclado en los 40 escaños desde hace meses, muy lejos de su victoria espectacular en las generales del 23 de julio (34,5%) en las que el voto independentista reforzó a Sánchez frente a la amenaza de un Gobierno PP-Vox. Aunque su avance de casi 5 puntos y de 6-8 escaños respecto a su resultado en las autonómicas de 2021 supondría un claro aval a la apuesta por cerrar el procés con la amnistía y la racionalidad de su candidato. Además, Moncloa espera mejorar en Cataluña las negras perspectivas en la cita de las europeas frente al PP de Feijóo, que también tendrá motivos para celebrar el domingo.

El Partido Popular experimenta un avance importante, al pasar del 3,8% al 8,7% de los votos, y de 3 escaños a 11-13, y superará claramente a Vox, que en 2021 quedó por delante de los populares. El PP es el principal beneficiario de la liquidación de los restos de Ciudadanos, que en 2017 ganó las elecciones con un 25%, en 2021 quedó reducido a un 6% y ahora simplemente desaparece con una estimación inferior al 1%. También se beneficia de una transferencia significativa de votantes procedentes de Vox. En todo caso, su posición sigue siendo intrascendente para la formación del futuro Gobierno de la Generalitat.

Foto: Junqueras, Aragonés y Vilagrà en un mitin de ERC. (Europa Press/Kike Rincón) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
La pregunta de Aragonès y la radiografía de las dos Cataluñas
Ignacio Varela Gráficos: Unidad de Datos

El partido de Abascal retrocede ligeramente en votos (del 7,7% al 5,7%) pero ello se traduce en una pérdida sustancial de escaños: de 11 diputados a 6-7. Parece claro que su apogeo pasó y que sufre una corriente de voto útil hacia el PP en el espacio de la que podríamos llamar “derecha españolista”. Malos augurios ante los comicios europeos, donde realmente se la juegan por comparación con sus aliados extranjeros.

Los comunes, asociados a Sumar, continúan en retroceso, paulatino pero constante. En esta ocasión pasarían del 6,9% al 5,2% y podrían perder un escaño o conservar por los pelos los 5 que tienen actualmente. En realidad, los comunes han quedado como un partido estrictamente barcelonés. En las otras tres provincias catalanas, su presencia electoral es residual. Yolanda Díaz acumularía tres elecciones consecutivas en declive tras Galicia y Euskadi, aunque dependerá de si sus votos son necesarios en caso de que haya un tripartito de izquierdas con el PSC y ERC.

La CUP también retrocede en votos, del 6,7% al 4,1%, pero podría conservar sus 5 escaños o, quizá, perder uno. El voto de sus diputados puede ser clave para habilitar la investidura de un candidato independentista. Tras su propia candidata, Puigdemont sería el preferido como presidente para los votantes de la CUP, por encima de Pere Aragonés.

La novedad es la probable irrupción en el Parlament de Aliança Catalana, la formación de extrema derecha secesionista liderada por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. Esta formación ha agitado el espacio nacionalista con un discurso xenófobo y supremacista al que se añade un independentismo radical. Según la estimación de IMOP, si lograra alcanzar el 3% de los votos en Barcelona obtendría 3 escaños como mínimo (está en el límite superior). Si no lo lograra, se conformaría con un solitario escaño en su circunscripción de Girona.

Fuera del Parlament quedarían Ciudadanos y Alhora, encabezada por Clara Ponsatí. Los escasos votos de esta candidatura escindida de Junts no le dan ninguna probabilidad de obtener escaños, pero pueden suponer un resto significativo para la candidatura de Puigdemont en el escenario de un resultado apretado (como ya ocurrió en 2021 con el PdeCAt).

Considerando el voto por bloques, se produciría un empate técnico en votos entre el bloque independentista (Junts, ERC, CUP y AC), que obtendría el 47,2% y el no independentista (PSC, PP, Vox, Comunes) con el 47,4%.

La participación

La participación será claramente más elevada que la del 14 de febrero de 2021, que se celebró aún bajo los efectos de la pandemia. Entonces votó el 53,5% de los catalanes con derecho a voto residentes en España, la cifra más baja en la historia de las elecciones autonómicas de Cataluña. En esta encuesta, el 68% de los entrevistados anuncia una probabilidad máxima (10 sobre 10) de participar en la votación. Sería una participación elevada dentro de la serie histórica, aunque lejos de los récords irrepetibles de 2015 (77%) y 2017 (82%), en plena calentura del procés.

Es importante tener en cuenta que esta estimación refleja la situación existente en los días en que se realizaron las entrevistas (del 29 de abril al 2 de mayo). Pero la tendencia puede cambiar durante la semana de oscuridad demoscópica en la que ahora entramos. Según el estudio postelectoral del CIS, en las elecciones de 2021 el 30% de los electores que finalmente acudieron a las urnas tomó su decisión durante la última semana (incluido un 11% que se decidió entre la jornada de reflexión y la propia jornada electoral). Todo indica que la inclinación a posponer la decisión de voto hasta el tramo final es una corriente creciente, especialmente entre los votantes jóvenes.

La independencia de Cataluña

Finalizada la encuesta como tal, se planteó a los entrevistados una pregunta dicotómica, recogiendo literalmente el texto de la pregunta que Pere Aragonès propuso para un referéndum de autodeterminación: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?

El 50,5% respondió negativamente y el 43,4% positivamente. El 3,6% dio respuestas evasivas y el 2,5% eludió responder. Obviamente, esto no anticipa el resultado de un referéndum porque no introduce la variable de la participación, que sería decisiva. Pero sí señala que, en la actualidad, la opción secesionista sigue siendo fuerte, pero minoritaria respecto a la de quienes prefieren que Cataluña no se independice de España.

Ficha Técnica

Universo Personas: de 18 años y más censadas y con derecho a voto en las elecciones autonómicas de Cataluña.

Diseño muestral: Aleatorio estratificado no proporcional por provincia y proporcional en cada provincia por tamaño de municipio. Control de cuotas por sexo y edad del entrevistado y por provincia con aplazamiento y rellamada de la persona seleccionada. 

Tamaño muestral: 1.239 entrevistas: 611 en Barcelona, 210 en Lleida, 207 en Girona y 211 en Tarragona.

Técnica de entrevista: Telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 66,7% de las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de teléfono móvil. A todos los entrevistados/as se les dio la oportunidad de elegir el idioma de la entrevista.

Fechas de campo: del 29 de abril al 2 de mayo de 2024. 

Margen de error de muestreo: Aplicado el factor de diseño resultado de la necesidad de equilibrar los datos para darle a cada provincia su peso proporcional, el margen de error de muestreo es de ±3,2 puntos porcentuales, para p=q=50 % y un nivel de significación del 95%, siempre en el supuesto de un muestreo aleatorio simple.

Equilibraje: Al final el campo el fichero de datos se ha sometido a un proceso de equilibraje a partir de las siguientes matrices: Provincia x Tamaño de Municipio, Provincia x Sexo x Edad y Tipo de telefonía. La eficiencia de la ponderación es del 81,0%, lo que supone que la muestra efectiva es de 1.003 casos.

Instituto responsable de la investigación: IMOP Insights, S.A.

Cataluña vota el domingo con el estigma de ser ingobernable. Se da por hecho que el recuento de votos concluirá sin que sea posible saber quién comandará la Generalitat o, incluso, si será preciso ir a una repetición de las elecciones autonómicas. Solo se vislumbran dos candidatos posibles, Salvador Illa o Carles Puigdemont, aunque ninguno tendrá mayoría suficiente. Los partidos deberán salvar profundas fosas ideológicas, liberar mazmorras interiores y tender puentes levadizos para pactar y evitar el temido bloqueo. ERC, sin opciones de seguir liderando el Govern, se halla en la situación más débil, con riesgo incluso de quiebra orgánica. Pero la decisión que adopte el PSC con respecto a Junts será la más comprometida porque tendrá un impacto directo sobre la estabilidad del Gobierno de España. Los intereses de Pedro Sánchez y Salvador Illa no son exactamente coincidentes.

Elecciones Cataluña
El redactor recomienda