Feijóo se lanza a por Vox y advierte de que votar a Abascal es perpetuar el sanchismo

Pese a las pocas horas de sueño, Feijóo llegaba en una nube al mitin que ha celebrado este martes en Ciudad Real, en plena resaca del debate electoral en que el líder popular logró doblar el brazo a Sánchez. El PP cree haber frustrado toda posibilidad de remontada del PSOE, y se lanza ahora a por los votantes de Vox. El líder popular ha advertido que, "para que siga Sánchez" en el Gobierno, se puede votar "al partido sanchista, a Sumar y a los 18 partidos restantes, como ERC o los de Puigdemont". Pero Feijóo iba más allá y situaba en esa misma bolsa a Vox. "Para que siga Sánchez, también se puede votar a aquellos que dicen que quieren que gobierne el PP para después bloquear un Gobierno en una comunidad autónoma, para que no haya cambio, para que el sanchismo se quede", incidía.

En el equipo del líder gallego apuntan a que el debate de este lunes puede tener incluso mayor incidencia en el votante de Abascal que en el de Sánchez. Esos electores, apuntan, "vieron a un líder contundente, que le puso las pilas a Sánchez", con lo que opinan que el líder de Vox puede quedar desdibujado al lado de Feijóo el resto de la campaña. Isabel Díaz Ayuso fue una de las voces que verbalizó públicamente esta tesis. "Feijóo se ha ganado los votos de Vox y no ha perdido ni uno solo socialista", publicaba en redes sociales al término del cara a cara.

El propio Feijóo, en conversación informal con los periodistas al término del mitin, incidió en que "los votantes de Vox que han escuchado el debate están en dos escenarios: o han cambiado ya el voto al PP; o están estudiando hacerlo. Se han dado cuenta de que Sánchez puede gobernar perdiendo". En opinión del líder popular, Sánchez quiere ser presidente "a cualquier precio". "Si Vox le ofreciese sus votos, también los aceptaría", puntualizaba.

Al líder popular se le hacía difícil contener la alegría. Los centenares de personas del público que se dieron cita para el mitin en los Jardines del Prado de Ciudad Real le arroparon pese a los casi 40 grados de temperatura máxima que estaban previstos. Feijóo fue interrumpido en varias ocasiones por la muchedumbre. Todo eran vítores, aplausos y críticas al candidato socialista. "¡Váyase, señor Sánchez, váyase!", se escuchaba. El dirigente se reafirmó en su victoria dialéctica ante el jefe del Ejecutivo, y vaticinó que la izquierda "perdería por mucho" las elecciones el próximo 23-J.

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Feijóo acusó a Sánchez de intentar "que no hablase" durante el debate, y de dejar sin respuesta el trato que formalizó en directo el jefe de la oposición para que ambos se comprometiesen por escrito a dejar gobernar al más votado para evitar depender de los extremos. El candidato popular combinaba sus ataques a Sánchez con referencias más desenfadadas, o tiraba de ironía para descalificar a su rival. "¿Para qué tiene 800 asesores que dependen de él? ¿Para qué se encerró medio Gobierno con usted en la Moncloa? ¿Para qué invirtió cuatro días sin agenda? Para qué, señor Sánchez. La respuesta está ahí, para nada", atacó Feijóo, jactándose de su triunfo en el cara a cara.

El dirigente volvió a agitar el mantra del bloqueo político para apelar a un "voto masivo" y "útil", y acusó a Sánchez de "aspirar" en exclusiva a un resultado que le permita forzar una repetición electoral. Feijóo hacía alusión al "no es no" que protagonizó el socialista contra Mariano Rajoy en 2016, y acusó a Sánchez de estar ahora en el mismo marco. "Esa es su máxima aspiración: que no nos dejen gobernar, que bloqueen el país y que volvamos a repetir elecciones. Pues no. Vamos a evitar el bloqueo de nuestro país", insistía.

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El líder popular continúa este martes con su gira en campaña con parada en Ciudad Real, como parte de la estrategia que está el siguiendo el PP para intensificar la presencia en provincias pequeñas, donde el reparto de los últimos escaños se estima clave para consolidar una mayoría. En esta ciudad en concreto, las estimaciones de los populares pasan por lograr dos escaños y pelear el tercero con Vox. En Castilla-La Mancha, la previsión que hacen los populares es la de lograr enviar entre 11 y 12 diputados al Congreso, tres por Toledo y dos en el resto de provincias.

Según los cálculos de los populares, hay un total de 18 provincias, las que reparten cuatro escaños o menos al Congreso, en las que Vox puede comprometer el último escaño del PP. No es una cifra baladí, sobre todo si se tiene en cuenta que Feijóo se ha fijado una horquilla mínima de 150 escaños para intentar gobernar sin Abascal. Tras el cara a cara de este lunes, que algunas fuentes en el PP califican como "punto de inflexión" en la campaña, los más optimistas elevan la cifra a 160 diputados.

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Feijóo arranca la primera semana de campaña con un impulso imprevisto. La victoria que protagonizó en el debate con Pedro Sánchez le ha dado un punto extra con el que muchos cargos populares no contaban. En principio, en el PP trataban de restar importancia al enfrentamiento televisivo a sabiendas de la ventaja dialéctica que suele exhibir el jefe del Ejecutivo cuando se ha enfrentado a Feijóo en el Senado. Pero el líder gallego logró dar la vuelta a la tortilla e imponerse a un Sánchez inquieto y desconcertado por la contraofensiva del jefe de la oposición, que, además, cuenta con enorme ventaja demoscópica respecto a su rival directo en las urnas.

Opinión

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La decepción en Ferraz chocaba con la euforia que desbordó las paredes de Génova en las noches del lunes. Durante el mitin de este martes, tanto la vicesecretaria de Políticas Sociales, Carmen Fúnez, como el presidente regional, Paco Núñez, hicieron alusión a la "victoria" de Feijóo en el cara a cara durante sus intervenciones. "Sánchez estaba tremendamente nervioso, fuera de sí. Era un presidente del Gobierno desbordado, desencajado y tremendamente mentiroso. España no merece un presidente que miente hasta cuando dice que no miente", exclamó Núñez.