Yolanda Díaz buscará un golpe de efecto frente a Sánchez en el debate a tres, que genera dudas a Abascal

La última semana de campaña arranca con un PSOE y un PP en posiciones antagónicas. Alberto Núñez Feijóo es el ganador en todos los sondeos y en su equipo la máxima es no cometer errores. El gallego se ha crecido tras el cara a cara, donde emergió con un perfil combativo, y dedicará esta última semana a apelar al voto útil para gobernar sin las "ataduras" de Vox. Con los números a favor, en Génova no hay la más mínima preocupación por que el próximo miércoles se visualice con un atril vacío la ausencia de Feijóo en el debate a cuatro en RTVE. Por el contrario, consideran que el hecho de que Santiago Abascal sea el representante del bloque de derechas acabará dando más votos al PP. "Feijóo puede acabar siendo el ganador sin asistir", adelantan fuentes populares, que explican que cuanto más radical sea el discurso del líder de la ultraderecha, más trasvase de electores recibirán.

Abascal debe medir muy bien el papel que jugará, dado que a priori parte en desventaja ante la pinza frente a él de Sánchez y Yolanda Díaz. En los últimos días, las expectativas electorales de Vox están a la baja. El bloqueo a la investidura de Fernando López Miras en Murcia les ha perjudicado. En el sondeo de IMOP para El Confidencial, se dejan 12 escaños respecto de las últimas parlamentarias. Hay preocupación entre los fontaneros, que sopesan la conveniencia de participar en el debate. Se han llegado a plantear cancelarlo a última hora, como hicieron con el de Prisa. Sería un golpe de efecto. "La izquierda se quedaría compuesta y sin novio", plantean los defensores de esta opción.

Pese a que Sánchez está en horas bajas​, recibe voto de los morados que Díaz no logra aglutinar

En el otro lado están los que ven una oportunidad para Abascal de erigirse en el líder de la derecha, como ocurrió en la moción de censura ante la ausencia de Feijóo. El candidato de Vox explotaría su baza de única opción para "derogar el sanchismo", dado que el gallego ya ha anunciado que si gana el 23-J hablará con el PSOE para negociar una abstención. Aquí, la ultraderecha ha visto un filón para trasladar la imagen de que Feijóo es un blando que si gobierna en solitario no tumbará las leyes de los socialistas.

En la izquierda también encaran de forma muy diferente la cita. Yolanda Díaz necesita un empujón. El adelanto electoral trastocó sus planes y la guerra con Irene Montero le pesa. El miércoles tiene una oportunidad de quedar por encima de un Sánchez que salió noqueado ante Feijóo. Liderar la izquierda para arrebatar votos al PSOE. Es momento de marcar distancia para mejorar las previsiones. Quedar por debajo de las cifras de Podemos supondría un varapalo que pondría en cuestión su liderazgo del espacio a la izquierda de los socialistas. Pese a que Sánchez está en horas bajas, recibe voto de los morados que Díaz no logra aglutinar. Los mensajes de Pablo Iglesias alentando un boicot a Sumar pueden acabar surtiendo efecto entre algunos fieles que no entienden el veto a la ministra de Igualdad.

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A. B. Ramos

Hará equipo con el presidente del Gobierno frente a Abascal y contra Feijóo. José Luis Rodríguez Zapatero abrió la veda al señalar que lo que debe preocupar a los españoles no es que gobierne Vox, sino que lo haga el PP. El gallego es el centro de los ataques del PSOE y Sumar, y lo volverá a ser en RTVE. Díaz ya hizo oposición en Galicia a Feijóo y, al igual que hiciese en el Parlamento gallego, ha resucitado la amistad del popular con el narcotraficante Marcial Dorado. La incógnita es si será capaz de exhibir la fotografía en el yate ante las cámaras. Sánchez no lo hizo.

El presidente tampoco llega cómodo. El PSOE teme que se repita "el espectáculo" que dio con Feijóo. La ausencia del líder del PP resta tono presidencial a la cita y entre los ministros hay dudas de que se haya hecho bien aceptando la invitación. Al tratarse de la televisión pública no había alternativa, pero advierten de que puede derivar en un pimpampum de Díaz y Abascal contra Sánchez. Voces de Ferraz le han hecho llegar a Sánchez algunas ideas para fabricar una coartada que le permitiese ausentarse, pero finalmente, salvo sorpresa, irá a intentar remontar el cara a cara. Se busca la victoria en la segunda vuelta, pero sin el rival será difícil. "Nada que ganar, mucho que perder", a cuatro días de las elecciones, lamentan en el socialismo.