Es noticia
El móvil de Sánchez estuvo a tiro del espionaje extranjero durante 14 meses
  1. España
CASO PEGASUS

El móvil de Sánchez estuvo a tiro del espionaje extranjero durante 14 meses

El auto en el que el juez Calama archiva la denuncia del Gobierno por la infección de cuatro móviles desvela una enorme brecha de seguridad que Bolaños hizo pública en mayo de 2022

Foto: El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, durante la rueda de prensa ofrecida el 2 de mayo de 2022. (EFE/Sergio Pérez)
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, durante la rueda de prensa ofrecida el 2 de mayo de 2022. (EFE/Sergio Pérez)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El Gobierno español fue, en mayo del año pasado, el único en Occidente en reconocer haber sido espiado por una potencia extranjera sin dar a conocer su nombre. El auto con el que el juez José Luis Calama archivó, el lunes, la denuncia del Gobierno por el espionaje con el programa malicioso israelí Pegasus revela que la brecha de seguridad en España no fue puntual. En el caso del presidente, Pedro Sánchez, duró 14 meses, desde la primera “infección” de su móvil, en octubre de 2020, hasta la última, en diciembre de 2021.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, anunció el 2 de mayo del año pasado que el Gobierno denunciaría en la Audiencia Nacional la infección de los móviles de Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a los que después se añadieron los de los titulares de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Agricultura, Luis Planas.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a Ceuta el 18 de mayo de 2021. (EFE)

El magistrado Calama archivó provisionalmente esa denuncia por falta de autores conocidos del espionaje, pero las 15 páginas de su auto son una mina de información. También suscitan múltiples preguntas sobre las relaciones de España con su vecino del sur, con Israel y sus deficiencias en materia de ciberseguridad.

1. ¿Por qué tardó tanto tiempo en detectarse el espionaje? El primero de los cinco ataques contra el móvil presidencial se produjo el 13 de octubre de 2020. Hubo otros cuatro más hasta el 27 de diciembre de 2021. Los que padeció Margarita Robles fueron también cuatro, pero más concentrados en el tiempo (de mayo a octubre de 2021). Su colega de Interior sufrió dos, en junio de 2021. Y el de Agricultura, uno. No se detectaron, según la versión de Bolaños, hasta el año siguiente, en abril.

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su comparecencia ante la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. (EFE/J.J. Guillén)

En 18 de julio de 2021, el consorcio periodístico Forbidden Stories, integrado por 17 grandes medios de comunicación, reveló, sin embargo, que unos 10.000 móviles del mundo entero habían sido objetivo de los servicios secretos marroquíes utilizando el malware Pegasus. Esa investigación sacó entonces a la luz cuatro móviles de particulares españoles y, más tarde, el diario The Guardian precisó que, en total, eran 200 los dispositivos españoles infectados por Marruecos, aunque nunca se publicó la lista. ¿Cómo no se revisaron los móviles de los miembros del Gobierno después de esa revelación periodística de hace dos años?

Arancha González Laya, la exministra de Asuntos Exteriores, aseguró, el 7 de junio de 2022, en una entrevista con El Periódico de España, que ella había sido objeto de “escuchas telefónicas” por parte de Marruecos. Su teléfono fue revisado a finales de la primavera de 2021 y se le confirmó que había sido infectado semanas antes, según colaboradores de la exministra. ¿Cómo es que entonces no fueron analizados los dispositivos de otros miembros del Gobierno que participaban en la toma de decisiones sobre política exterior?

Foto: El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. (EFE/Sergio Pérez)

El Centro Criptológico Nacional tardó 10 meses en hacerlo, según la versión de Bolaños. Antes de ser nombrado ministro, Bolaños fue secretario general de la Presidencia y como tal responsable de las telecomunicaciones del Gobierno. El CCN, que depende del Centro Nacional de Inteligencia, no inspecciona teléfonos por iniciativa propia, sino cuando se lo solicitan.

2. ¿Quién espió al Gobierno? El auto señala que los autores son desconocidos, pero sí precisa que Sánchez sufrió el mayor ataque el 19 de mayo de 2021, cuando le sustrajeron 2,57 GB de su móvil. Durante las 48 horas previas a esa infección, más de 10.000 marroquíes, la quinta parte menores de edad, entraron irregularmente en Ceuta. “Las autoridades locales [marroquíes] dieron instrucciones a los taxistas y dueños de medios de transporte de poner sus vehículos a disposición del traslado de inmigrantes para llevarlos a las cercanías de Ceuta”, según un informe del CNI, del 18 de mayo de 2021, publicado por El País. Los principales ciberataques sufridos por los dispositivos de Robles y Grande-Marlaska se produjeron a principios de junio. Al perpetrarlos, las autoridades marroquíes querían, probablemente, averiguar cuál sería la reacción española a la invasión pacífica de Ceuta. En el caso de Robles, la cantidad de información extraída asciende “al menos a nueve megabytes”. Calama precisa, sin embargo, que “Pegasus ha eliminado” de ese móvil “registros de la base de datos, por lo que la cantidad real de datos exfiltrada puede ser mayor”.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), se reúne con Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)

Otros datos avalan también la implicación de Marruecos. Los dispositivos de Robles y Grande-Marlaska fueron pirateados a partir de la cuenta de correo linakeller2203@gmail.com, según el auto judicial. Esa misma cuenta sirvió también para atacar en 2021 los móviles de la francesa Claude Mangin, casada con el opositor saharaui Naama Asfari, que cumple una condena a 30 años en Marruecos; de Oubi Bachir, que fue representante del Frente Polisario en Bruselas; y de Hicham Mansouri, periodista marroquí exiliado en París, según reveló este martes el diario El Independiente.

El Gobierno español no solo no señaló a Marruecos, sino que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, lo exculpó públicamente en varias ocasiones. El Ejecutivo siguió incluso empeñado en reconciliarse con el país vecino, algo que logró 10 meses después del episodio migratorio ceutí mediante la carta que Sánchez envió a Mohamed VI alineándose con su plan para resolver el conflicto del Sáhara Occidental.

La actitud de Sánchez contrasta, por ejemplo, con la del presidente Emmanuel Macron que, junto con buena parte de su Gobierno, fue también espiado con Pegasus. El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun narró, en mayo pasado, la bronca telefónica entre ambos por cuenta del programa malicioso israelí. Macron no recibió además al monarca durante los cuatro meses de su estancia privada en París en 2022. Desde hace cinco meses, no hay embajador de Marruecos en París.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons. (EFE/Miguel Osés)

3. ¿Por qué el Gobierno español no se ha quejado ante Israel o denunciado a NSO, fabricante de Pegasus? Calama se lamenta en su auto de que su solicitud de comisión rogatoria a Israel, ampliada y reiterada, no recibió respuesta alguna. Invita al Gobierno español a recurrir a la “vía diplomática” para “impulsar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los tratados internacionales” por parte de Israel. Además, recuerda que en este caso el Ejecutivo es también víctima. En ningún momento el Gobierno se ha quejado ante las autoridades israelíes de su falta de colaboración con la Justicia española, según fuentes diplomáticas. Para exportar sus productos NSO, necesita una autorización del Ministerio de Defensa.

El Gobierno podría además, como lo han intentado los independentistas catalanes, haber denunciado a NSO. No tiene quizá la certeza de qué potencia extranjera lo espió, pero sí sabe quién es el fabricante de la herramienta con que fue atacado. Hasta un grupo de 15 periodistas del diario salvadoreño El Salto llevó a NSO, en noviembre, ante una Corte Federal de EEUU.

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), se reúne con Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)

De nuevo, la reacción de las autoridades de España contrasta con la de Francia, la otra potencia europea objetivo prioritario del espionaje marroquí con herramientas israelíes. Macron suspendió la cooperación de sus servicios secretos con los israelíes, así como las visitas bilaterales. Pocos días después de las revelaciones de Forbidden Stories sobre el uso de Pegasus por Marruecos, el ministro de Defensa israelí, Benjamin Gantz, viajó a París. A continuación, lo hizo Eyal Hulta, consejero de seguridad nacional de Israel, para dar todo tipo de explicaciones.

Si el Gobierno español está ahora a salvo, al menos durante un tiempo, de la curiosidad de la inteligencia marroquí, no es gracias a la firmeza de su reacción con el país vecino ni con Israel. El diario israelí Haaretz reveló, el 23 de mayo, que “NSO no pudo obtener la autorización [del Ministerio de Defensa] para renovar su contrato con Marruecos”. Sus servicios secretos ya no pueden operar con una licencia de Pegasus. Rabat ya estaba, según Haaretz, buscando otro proveedor israelí. Se había fijado en QuaDream, otra empresa dedicada al ciberespionaje y mucho más discreta que NSO. “QuaDream tampoco recibió la luz verde” para seguir negociando con los marroquíes, según Haaretz.

El Gobierno español fue, en mayo del año pasado, el único en Occidente en reconocer haber sido espiado por una potencia extranjera sin dar a conocer su nombre. El auto con el que el juez José Luis Calama archivó, el lunes, la denuncia del Gobierno por el espionaje con el programa malicioso israelí Pegasus revela que la brecha de seguridad en España no fue puntual. En el caso del presidente, Pedro Sánchez, duró 14 meses, desde la primera “infección” de su móvil, en octubre de 2020, hasta la última, en diciembre de 2021.

Pedro Sánchez
El redactor recomienda