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El PSOE elimina del programa autonómico la "cogobernanza federal" acordada en su congreso
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PARA SACAR EL DEBATE TERRITORIAL DE CAMPAÑA

El PSOE elimina del programa autonómico la "cogobernanza federal" acordada en su congreso

La realidad lingüística y los aspectos identitarios de las denominadas comunidades históricas tampoco se enmarcan dentro de las políticas culturales, como sí recogía el plan de las autonómicas de 2019

Foto: Pedro Sánchez, junto a parte de la dirección del PSOE, durante la celebración del último Comité Federal del partido antes del 28-M. (EFE/Sergio Pérez)
Pedro Sánchez, junto a parte de la dirección del PSOE, durante la celebración del último Comité Federal del partido antes del 28-M. (EFE/Sergio Pérez)

Como viene siendo costumbre a las puertas de una cita electoral, principalmente autonómica, el PSOE está tratando de rehuir el debate territorial por el desgaste que les acarrea. Esta vez, escondiendo una de las principales novedades aprobadas en el último congreso federal del partido. Los socialistas han dejado fuera de su programa marco para las autonómicas del 28-M no solo cualquier referencia a su cultura federal, sino también a la tan pregonada "cogobernanza". Un concepto en el que Pedro Sánchez ha querido profundizar durante esta legislatura y que se plasmó de forma destacada en las resoluciones de su cónclave.

Las referencias programáticas a la cogobernanza se limitan a lo cultural, eliminando también cualquier aspecto relativo a la articulación territorial. Además de soltar amarras con la mesa de diálogo y defender ahora que la reforma de los delitos de sedición y malversación servirá para facilitar la extradición de Carles Puigdemont, a nivel de programa para el 28 de mayo optan directamente por ignorar el debate territorial.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Stephanie Lecocq)

En las resoluciones del 40 congreso federal del partido, celebrado a mitad de legislatura, se destacaba ya en la parte introductoria del documento que "la pandemia nos ha enseñado que el espíritu federal de coordinación entre el nivel central y el autonómico es una necesidad inapelable". "La cultura federal que se está abriendo camino en España con ocasión de los múltiples foros de deliberación colegiada que la pandemia está obligando a activar entre el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos", se añadía, "es una oportunidad para perfeccionar los mecanismos de cogobernanza y el compromiso común en un destino compartido".

En el programa marco para el 28-M elaborado por Ferraz, sin embargo, sus compromisos se limitan a "favorecer la cogobernanza en las políticas culturales entre el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas" y a la "participación de los jóvenes en los espacios de cogobernanza cultural". Tampoco se encuadra dentro de estas políticas culturales la realidad lingüística y los aspectos identitarios de las denominadas comunidades históricas, como sí hacía el programa autonómico de las elecciones de hace cuatro años.

Foto: Reyes Maroto, a punto de abandonar el ministerio. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

"La diversidad cultural y lingüística de nuestras Comunidades Autónomas constituye un activo a potenciar, desde la cooperación y el reconocimiento de la unidad en el marco del Estado autonómico", se recogía en el programa de 2019. Una apuesta que también ha dejado de ser una prioridad en el texto de 300 medidas elaborado para los próximos comicios del 28-M. En las resoluciones del 40 congreso se incidía asimismo que "el fortalecimiento del proyecto de España también se sustenta en el reconocimiento y amparo de su pluralidad lingüística y cultural, la sensibilidad hacia sentimientos de pertenencia diversos, el fomento del diálogo interterritorial o la cooperación leal entre Administraciones".

Entre las "herramientas de gobernanza cooperativa" del Estado autonómico con tendencia federal, tanto Sánchez como en el último congreso del partido se ha puesto como ejemplo el cambio de reglamento de la Conferencia de Presidentes. Las nuevas reglas de este foro multilateral incluían como principal novedad la celebración de al menos dos Conferencias de Presidentes al año. Sin embargo, esta máxima también ha quedado en papel mojado un año después de la publicación en el BOE del nuevo reglamento, que se justificó para avanzar en una "cogobernanza real" con las administraciones autonómicas.

En defensa propia frente a Vox

Fuentes de Moncloa argumentan que el conflicto territorial "a quien beneficia es a Vox". Más que al PP, a quien acusan de "azuzarlo". En el equipo del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, coinciden en este diagnóstico al alertar que cuando el debate sobre Cataluña está en la agenda, sus encuestas detectan un fuerte crecimiento de Vox. A finales de año, con la reforma de los delitos de malversación y sedición, los de Santiago Abascal habrían subido en esta comunidad autónoma cinco puntos, hasta el punto de acercarse a la suma con el PP para disputar a Page del Gobierno regional, según las mismas fuentes. De ahí que defiendan que sus posiciones en materia territorial y críticas a las alianzas de Sánchez con formaciones independentistas son en defensa propia para frenar al partido de Abascal.

Para suavizar los efectos desmovilizadores de la carpeta sobre la desjudicialización pactada con los republicanos, el Gobierno ha intensificado el discurso sobre que no se despenalizan los hechos del procés y que con esta reforma se "facilitará" la extradición de los políticos huidos. La última campaña electoral de Pedro Sánchez ya estuvo marcada por la extradición e incluso el presidente del Gobierno llegó a comprometerse a "traer de vuelta" a Puigdemont. Ahora, se refuerza esta hipótesis y se vuelve a deslizar como activo electoral tras la sentencia del TJUE.

Una posición que se complementa con el repetido leitmotiv de que el "el procés se ha acabado". La otra pata del argumentario para aminorar los costes de las alianzas con el independentismo pasa así por exhibir como resultado el fin de la unilateralidad y la confrontación institucional. A nivel parlamentario, el PSOE también ha buscado la moderación en la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Los socialistas prefirieron enterrar la reforma que asumir las exigencias de ERC y EH Bildu.

Como viene siendo costumbre a las puertas de una cita electoral, principalmente autonómica, el PSOE está tratando de rehuir el debate territorial por el desgaste que les acarrea. Esta vez, escondiendo una de las principales novedades aprobadas en el último congreso federal del partido. Los socialistas han dejado fuera de su programa marco para las autonómicas del 28-M no solo cualquier referencia a su cultura federal, sino también a la tan pregonada "cogobernanza". Un concepto en el que Pedro Sánchez ha querido profundizar durante esta legislatura y que se plasmó de forma destacada en las resoluciones de su cónclave.

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