Sánchez cierra el paso a Podemos en la coalición tras su giro electoral
El presidente del Gobierno se resigna a mantener viva la coalición hasta el final de la legislatura, pero evitará que los ministerios morados reivindiquen la autoría de las últimas acciones del Ejecutivo
El PSOE oficializará este sábado en su Comité Federal el arranque de la carrera electoral para las elecciones generales de final de año, cuya primera meta serán las municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. El partido lleva ya desde principios de año preparado para una campaña que buscan centrar en la confrontación de su proyecto con el de la "coalición PP-Vox". Lo hace con Pedro Sánchez al frente, pero el presidente del Ejecutivo no se enfundará el traje de candidato al completo hasta después de Semana Santa, una vez cerrada la agenda legislativa pendiente y las carpetas de la moción de censura y la "minicrisis" de Gobierno. Este cambio de rasante deja a la coalición al ralentí, arrinconando a Unidas Podemos fuera del foco compartido y sin futuras banderas que capitalizar durante este ciclo electoral.
Un fin de fiesta precipitado para el socio minoritario que se acentuará todavía más tras el 28-M, con una recta final de la legislatura marcada por una intensificación de la campaña y la presidencia de turno del Consejo Europeo. De Unidas Podemos solo la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz tiene reservado un papel importante por Moncloa y, por tanto, foco y banderas para desbloquear acuerdos relacionados con las prioridades del semestre europeo.
Pedro Sánchez se ha resignado a mantener la coalición por inercia tras la fractura en la reforma de la ley del solo sí es sí, pero cortocircuitando el reparto de medallas a los ministerios morados en la acción legislativa. Algo que ya viene anticipándose incluso antes de emprender este giro electoral tras Semana Santa. La intervención de facto del Ministerio de Igualdad, que lidera Irene Montero, es una buena muestra de ello.
Si Montero ya no se sentó en la mesa de la rueda de prensa del Consejo de Ministros previo al 8-M, apartando a la máxima responsable de Igualdad del foco público y de la agenda feminista del Ejecutivo, que se encargaron de ensalzar tres ministras socialistas, Moncloa también dejó fuera a este departamento de la ley estrella aprobada por el Gobierno ese día, la ley de Representación Paritaria. Además, quien se encargó de anunciar esta norma previamente fue el propio Sánchez en un acto del PSOE.
Ferraz también intenta capitalizar la bandera de la vivienda, arrebatándole a la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, el peso de las negociaciones con el resto de los grupos parlamentarios y lanzando a los medios propuestas de calado, como la limitación del 3% en el precio de los alquileres, antes de comunicárselas a la líder de Podemos. Su otra gran bandera para esta legislatura, la ley de familias, tampoco tiene visos de prosperar en los llamados "minutos de la basura" tras el cambio de rasante de la legislatura.
El anteproyecto de esta ley estrella de Derechos Sociales se aprobó el pasado mes de diciembre en el Consejo de Ministros, tras acumular diversos rechazos sobre la fecha pactada. Retrasos que se han seguido acumulando para pasar por el Consejo de Ministros en segunda vuelta y aprobarse definitivamente para después iniciar su trámite parlamentario. Las posibilidades de que pueda aprobarse esta legislatura son prácticamente nulas.
El propio Gobierno asume que los proyectos de ley que no hayan pasado ya por el Consejo de Ministros no tendrán tiempo para finalizar su tramitación parlamentaria esta legislatura. Una situación en la que están otras leyes de calado, como la de secretos oficiales. El anteproyecto fue aprobado con un proceso urgente el agosto del pasado año, pero todavía no ha pasado por el Consejo de Ministros para su aprobación definitiva antes de iniciar la etapa parlamentaria. Las prisas de última hora del Gobierno con esta norma se han ido disipando y fuentes de Moncloa avanzaban hace unas semanas que no estaba prevista su aprobación definitiva en el Consejo de Ministros a corto plazo.
Pese al cierre de la agenda legislativa, el Gobierno se guarda una bala de plata en forma de decreto para impulsar un nuevo paquete con medidas sociales. Su financiación dependerá de las cifras de recaudación y del déficit del pasado ejercicio, que se conocerán a finales de mes. Podemos ha puesto sobre la mesa diferentes propuestas para hacer frente a la inflación, pero la parte socialista está manteniendo a los morados fuera del debate sobre las "nuevas medidas" que barajan adoptar y rechazando las propuestas que han hecho en público sus socios.
"Somos el hermano mayor"
Todo hace indicar que los socialistas optarán por capitalizar estas medidas dejando sin protagonismo a sus socios de coalición. De hecho, ya con el anterior decreto anticrisis, las medidas previstas de aprobar no se debatieron con Unidas Podemos hasta el último momento, evitando así que pudiesen abanderarlas. Recurrir al clásico de la legislatura en el que los morados trasladan el mensaje de que las medidas sociales del Ejecutivo no serían posibles sin su presión para "empujar al PSOE".
El giro electoral de Sánchez, que reduce el margen de beneficio de Podemos por formar parte de la coalición de Gobierno, tanto en protagonismo como en la cuenta de resultados que exhibir, se anticipa también en el lema de precampaña del PSOE para las elecciones de mayo. Defiende lo que piensas reivindica la "política útil" de los socialistas y les atribuye en exclusiva las conquistas sociales de esta legislatura. Su coincidencia "con las principales demandas y aspiraciones de la ciudadanía", poniendo en valor una mayor transversalidad e iniciativa. Ya en las últimas semanas se repite entre los ministros el concepto de "hermano mayor" para reforzar el mensaje de que son el partido de la coalición con "más responsabilidad y experiencia".
El PSOE oficializará este sábado en su Comité Federal el arranque de la carrera electoral para las elecciones generales de final de año, cuya primera meta serán las municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. El partido lleva ya desde principios de año preparado para una campaña que buscan centrar en la confrontación de su proyecto con el de la "coalición PP-Vox". Lo hace con Pedro Sánchez al frente, pero el presidente del Ejecutivo no se enfundará el traje de candidato al completo hasta después de Semana Santa, una vez cerrada la agenda legislativa pendiente y las carpetas de la moción de censura y la "minicrisis" de Gobierno. Este cambio de rasante deja a la coalición al ralentí, arrinconando a Unidas Podemos fuera del foco compartido y sin futuras banderas que capitalizar durante este ciclo electoral.
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