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Sánchez rompe con Igualdad y mantiene la crisis tras el choque de trenes por el solo sí es sí
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División en el Ejecutivo

Sánchez rompe con Igualdad y mantiene la crisis tras el choque de trenes por el solo sí es sí

Es la primera vez en esta legislatura que no acude al acto institucional del 8-M organizado por el ministerio de Montero. Ferraz y Moncloa, pese a todo, insisten en intentar salvar la coalición: "La orden es templanza"

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, este martes, antes de la votación en el Congreso sobre la reforma de la ley del solo sí es sí. (EFE/Mariscal)
La ministra de Igualdad, Irene Montero, este martes, antes de la votación en el Congreso sobre la reforma de la ley del solo sí es sí. (EFE/Mariscal)
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La tensión acumulada entre PSOE y Unidas Podemos durante las últimas semanas por la reforma de la ley del solo sí es sí acabó estallando este martes en el Congreso. Los socios del Ejecutivo se reprocharon desde la tribuna de oradores sus posiciones, con gruesas acusaciones cruzadas que certificaron la voladura de puentes a escasas horas de la celebración del 8-M. La iniciativa de los socialistas salió con los votos de la derecha y el rechazo de los morados y los aliados parlamentarios. Tras escenificarse este choque de trenes, desde la Moncloa se confirmaba la ruptura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Ministerio de Igualdad. No acudirá al acto institucional organizado por el departamento, que dirige Irene Montero, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Es la primera vez en esta legislatura que no acude a este acto, organizado tanto en 2021 y en 2022 por el Departamento de Igualdad. Desde el equipo de Sánchez, mantuvieron durante toda la jornada la incógnita. Tras confirmarse anoche la agenda oficial, desde la parte socialista del Gobierno rechazaban vincular su plantón con la crisis con sus socios, argumentando que se había agendado ya con anterioridad otro acto con mujeres directivas para abordar la futura ley de paridad en las empresas. Una norma de la que el presidente del Gobierno apartó a Igualdad. Según fuentes del ministerio de Irene Montero, Moncloa no les comunicó hasta el pasado viernes su intención de aprobarla en el Consejo de Ministros de este martes y su coordinación quedó en manos del ministerio de Presidencia.

Aunque la consigna de los socialistas era que "no vamos a entrar al choque", la línea de contención la rompió un airado Patxi López tras escuchar la intervención de sus socios de Ejecutivo. En los pasillos del Congreso, el portavoz del PSOE tildó a los morados de "irresponsables" y de lanzar "mentiras" contra su formación. "Es simplemente impresentable", concluyó. En privado, fuentes parlamentarias socialistas lo tildaban de "indecente". Aun sin esconder su irritación porque "tanto exceso no es necesario", desde el ala socialista del Gobierno trasladaban por su parte que "tenemos que mantener la serenidad". "La orden es templanza", insistían.

Minutos antes de la reacción de los socialistas, la coportavoz de Igualdad de Podemos, Lucía Muñoz, leyó un discurso con el que dejó plasmado en el diario de sesiones un resumen de los ataques que en actos de partido y en formato tuit habían lanzado desde sus filas contra los socialistas. "Se alían con PP y Vox para que vuelvan a preguntarnos si cerramos bien las piernas", para que vuelva a "ser normal que nuestro novio nos penetrase mientras dormíamos" o para que se pregunte a las mujeres "cuántas veces dijimos no, o con qué fuerzas nos resistimos".

Foto: La diputada del PSOE en el Congreso, Andrea Fernández (EFE/Mariscal)

En resumen, volver con esta reforma al "Código Penal de la Manada" y al "modelo del calvario probatorio". El choque en materia feminista, con el trasfondo de capitalizar la representación de este movimiento, se dejó entrever al acusar a sus socios de "dar la espalda a las mujeres" y "traicionarlas". Un ministro socialista apelaba a mantener la templanza frente a estas acusaciones, asegurando que "no vamos a darles más valor" y recriminando a sus socios que "cada uno se pone en su sitio hablando".

A modo de contraataque y defensa de la bandera feminista, la responsable de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, en un discurso también leído y, por tanto, más calculado que el del portavoz de los socialistas, se dirigió a Podemos para asegurar que "estamos cansadas de sus peroratas. Dejen la hipérbole y hablen de soluciones". Tras días de contención en público, el PSOE pasaba a responder a sus socios, recriminándoles centrar sus mensajes en "eslóganes" y conminándolos a actuar con "madurez" y con "seriedad".

Pese a la ruptura de puentes en directo y desde la tribuna del Congreso, tanto desde la dirección de Ferraz como desde la Moncloa se insistía en intentar salvar la coalición de este choque. "La coalición va a llegar al final de la legislatura", insistían fuentes del Gobierno, al tiempo que intentaban rebajar la tensión por lo sucedido. Huir del "ruido". Algo que suelen achacar al socio minoritario de la coalición, pero en el que también cayeron desde el grupo parlamentario socialista en el debate de este martes. Un punto de inflexión que resumía la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, limitándose reconocer su "lamento" y resignarse, porque "no deberíamos haber llegado hasta aquí". Desde la parte socialista, apuntalaban que los "excesos verbales no nos gustan", pero que "no vamos a caer en la provocación".

Un ministro del PSOE explicaba tras la votación que si bien sus socios "están tensando" la coalición porque "están en el relato", esta no se va a romper. Si hasta ahora no se planteó una ruptura, no la habrá por la votación, defendió, para explicar que han vivido otras situaciones más críticas con Podemos. "Tuvimos que repetir elecciones. Más grave que eso no hay nada", explica este ministro respecto a las negociaciones fallidas para la formación del Gobierno de coalición.

Foto: El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno el pasado miércoles en el Congreso. (EFE/Mariscal)

La escenificación de la batalla entre los socios ensordeció las llamadas a la "tranquilidad" que realizaban fuentes de la Moncloa antes del debate. La propia portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se refería a una simple "discrepancia técnico-jurídica" con Podemos. Más allá de las diferencias propias de dos organizaciones políticas diferentes, Rodríguez ponía en valor la "agenda feminista" del Ejecutivo de coalición. Los socialistas están convencidos de que la mayoría de la sociedad está a favor de reformar la polémica ley para evitar las rebajas de condenas a agresores sexuales. De ahí que entiendan que no les va a penalizar sacarla adelante con el bloque de la derecha, anteponiendo "el qué al con quién".

"Mayoritariamente, la gente quiere que se resuelva esto. No es con quién, sino para qué", zanjaban fuentes de la Moncloa. Aunque desde el partido reconocen que las tensiones con sus socios no benefician ni a PSOE ni a Podemos. Un ministro socialista también advertía sobre el desgaste de este conflicto para la coalición, argumentando que "las discrepancias no las capitaliza nadie".

Si este martes se cruzaron líneas nuevas en los choques entre los socios de coalición, desde la Moncloa se afanaban por restarle importancia. Otras fuentes de la cúpula de Ferraz seguían esta línea explicando que "en gobiernos monocolor hay enfrentamientos incluso más duros" y vinculaban los ataques de sus socios al contexto preelectoral de aumento de rivalidad entre ambos partidos.

La pregunta recurrente este martes era cómo se desescalaba el enfrentamiento y hasta qué punto sería posible que los dirigentes de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso pudiesen volver a sentarse a negociar. Ya no esta reforma, que ahora arranca la tramitación parlamentaria para la presentación de enmiendas, sino otras leyes pendientes de tramitación a la espera de un acuerdo entre los socios. Si la consigna desde el PSOE era no entrar al choque, tras la ruptura en el Congreso por la reforma de la ley estrella de Igualdad, se pasó a intentar blindar la supervivencia de la coalición. Hasta el punto de que confían en que este episodio "no enturbie otras negociaciones". "Se pasa página porque lo que tienes por delante es mucho más importante", concluían. Los miembros de la coalición están condenados a entenderse si logran sumar los números necesarios tras las próximas elecciones para reeditar su alianza, pero la escalada pone en duda que lleguen al final de la legislatura de la mano.

La tensión acumulada entre PSOE y Unidas Podemos durante las últimas semanas por la reforma de la ley del solo sí es sí acabó estallando este martes en el Congreso. Los socios del Ejecutivo se reprocharon desde la tribuna de oradores sus posiciones, con gruesas acusaciones cruzadas que certificaron la voladura de puentes a escasas horas de la celebración del 8-M. La iniciativa de los socialistas salió con los votos de la derecha y el rechazo de los morados y los aliados parlamentarios. Tras escenificarse este choque de trenes, desde la Moncloa se confirmaba la ruptura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Ministerio de Igualdad. No acudirá al acto institucional organizado por el departamento, que dirige Irene Montero, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

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