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PSOE y Podemos asumen la ruptura en la votación del solo sí es sí: "Montero ha sido ninguneada"
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Arranca la tramitación en el Congreso

PSOE y Podemos asumen la ruptura en la votación del solo sí es sí: "Montero ha sido ninguneada"

Los socialistas buscan atraer apoyos aparte del PNV para diluir el respaldo del PP. ERC y Bildu se mantienen alineados con Igualdad, pero hay incógnitas entre otras fuerzas del bloque

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Javier Lizón)
La ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Javier Lizón)

Llegó el día del choque de trenes y tanto PSOE como Unidas Podemos cada vez se esfuerzan menos por disimularlo. Las fuerzas que vertebran el Gobierno de coalición colisionarán este martes en el Congreso de los Diputados durante el debate y la votación de la admisión a trámite de la reforma de la ley del solo sí es sí registrada por el socio mayoritario en solitario. La tensión está en máximos y un pacto que evite el golpe se antoja inviable en este momento. Las dos partes se centran ahora en amortiguar el impacto, de acuerdo con sus respectivas estrategias. La división advierte ya de nuevos enfrentamientos a propósito de la norma.

En el PSOE, dan por consumada la ruptura con sus socios. "Votaremos diferente", asumen, pero recalcando que se trata solo de la toma en consideración, dejando la puerta abierta a seguir negociando en el resto de la tramitación. Sin embargo, se impone la resignación tras semanas sin avances y el principal objetivo ahora es tratar de sumar a otros socios parlamentarios para no quedarse solos con el apoyo de la bancada de la derecha. En las últimas horas, se han intensificado las conversaciones con otros grupos parlamentarios, según fuentes de la dirección de Ferraz, con la confianza de que formaciones como ERC, Más País y Compromís, además del PNV, que ya ha adelantado que votará a favor, no sigan los pasos de Unidas Podemos.

Foto: Alejandra Jacinto, portavoz de Podemos. (EFE/Eduardo Oyana)

La premisa fundamental de los socialistas es sacar adelante la reforma, anteponiendo el "qué" al "con quién". "La prioridad es clara y son las víctimas", argumentaba la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, este lunes, desde Ferraz. La dirigente socialista deslizaba que sus socios no están a favor de buscar una salida a la rebaja de condenas a agresores sexuales, al incidir en que "los únicos que hemos planteado una propuesta hemos sido nosotros". Pese a las heridas generadas en la coalición, están convencidos de que las más de 700 rebajas de penas a agresores sexuales tras la entrada en vigor de la que fuera norma estrella del ministerio de Irene Montero obligan a una rectificación urgente. La preocupación por la alarma social generada, a menos de tres meses de las elecciones municipales y autonómicas, ha llevado a los socialistas a arriesgarse a modificar un texto tan sensible como la ley de Igualdad, incluso contando con los votos del PP.

Alegría defendía que “frente a los problemas hay dos soluciones: o arreglarlos o no hacer nada, y el PSOE está por arreglarlos”. De ahí que pidiese en varias ocasiones a Unidas Podemos que “recapacite” sobre su posición. Fuentes de la parte socialista del Gobierno cercanas a las negociaciones, sin embargo, no ven margen para el entendimiento porque "el debate es circular", en referencia a las discusiones con Podemos, y aseguran que ya desde hace días entró en un “callejón sin salida”. Ven a la ministra Montero enrocada en sus posiciones y afirman que todas y cada una de las recetas que han esgrimido los morados hasta la fecha son prácticamente idénticas.

Foto: Irene Montero. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

El propósito compartido es volver a elevar las penas, pero UP insiste en que la fórmula planteada por el PSOE desplaza el consentimiento del núcleo de la ley, y ya vislumbran que no habrá giro de timón de última hora, ni siquiera para concederles una abstención. Será la primera ruptura total durante la votación de una iniciativa legal en pleno, el primer gran no de Unidas Podemos en tres años y tres meses de legislatura.

Con todo, el convencimiento tanto de socialistas como de morados es que esta ruptura, de no reconducirse en el resto de la tramitación parlamentaria, no se traducirá en una ruptura de la coalición. Tampoco está en la mente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, forzar ceses en los ministerios morados. Ya al inicio de esta crisis, aseguró: "Todos mis ministros y ministras cuentan con mi confianza, también la ministra de Igualdad".

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (EFE/Cabalar)

Fuentes de la Moncloa sí reconocen el desgaste de este conflicto para la coalición y advierten de que "las discrepancias no las capitaliza nadie", aun asumiendo que se trata de algo habitual en las coaliciones cuando se acerca el periodo preelectoral. Ni PSOE ni Podemos quieren aparecer como los culpables de una ruptura. "El que rompe pierde", se solía repetir ya desde las primeras crisis de la coalición, al inicio de la legislatura, desde la parte morada para negar que esta fuese a ser su estrategia. Es por ello que, pese a llegar este punto de inflexión, ambos socios parecen dispuestos a mantener la coalición por inercia. Parecen condenados a convivir tras la votación de este martes, aunque nada indica por el momento que ello suponga entenderse e ir de la mano. Menos todavía compartir la bandera del feminismo, cuya pugna ha caracterizado buena parte de los conflictos entre los socios desde el inicio de la legislatura.

La "traición al feminismo"

Ese no a la reforma de los socialistas, que los morados llevan contemplando semanas, llegará a escasas horas del 8-M, una cita absolutamente prioritaria para dos partidos que se disputan la bandera del feminismo. Llega después de que los morados vieran "ninguneada" a su principal referente política, como reconocen desde el grupo parlamentario, toda vez que el PSOE ha decidido reformar esta ley con o sin su participación. Y está precedido por una escalada discursiva contra los socialistas casi sin precedentes: a las puertas del Día de la Mujer, los morados denunciaban su "traición al feminismo" y afirmaban que esta sesión plenaria acogerá la "votación de la vergüenza".

Foto: Irene Montero, en la manifestación del 25-N. (EFE/Fernando Villar)

Si el PSOE quiere reformar la ley cueste lo que cueste, los morados quieren que una modificación que ellos no ven necesaria se haga dentro de sus esquemas, al precio que sea. Por eso trabajan para retratar a los socialistas como una fuerza aislada con la derecha, y por eso presumen de que la mayoría de la investidura no va a apoyarles.

El respaldo de ERC y EH Bildu resulta fundamental para legitimar sus posiciones: entre los aliados parlamentarios, interpretan que el PSOE daba por hecho que apoyarían cualquier fórmula que permitiera modificar la ley, y hoy mantienen que no darán un paso sin el visto bueno de la ministra de Igualdad. Desde hace días, los republicanos avanzan incluso que su voto será contrario a la propuesta socialista, salvo que Montero decida que toca rebajar la tensión, sea porque hay un principio de entendimiento con los socialistas, sea por cualquier otro motivo que la lleve a suavizar la posición de su grupo.

Aunque ha habido, hay y habrá debates entre los componentes del grupo Unidas Podemos sobre la conveniencia de mantener una posición tan dura, el convencimiento de todas las partes es que votarán en bloque. Cómo escenificarán su oposición al plan del PSOE es aún una incógnita. Desde Igualdad, ni siquiera querían descartar una hipotética intervención de la propia Montero, y solo recalcaban que no es habitual que los ministros intervengan en la toma en consideración de la proposición de ley de otro grupo.

Después de que comience la tramitación se abre una nueva etapa, pero en Podemos el cierre de filas con Montero es innegable, y nada hace pensar que uno solo de los actores políticos del espacio Unidas Podemos vaya a desmarcarse de los morados. En esto, la ministra de Igualdad tampoco tiene intención de ceder, y donde el PSOE presenta una herida grave, los morados afirman que Montero sale reforzada de este pulso.

Llegó el día del choque de trenes y tanto PSOE como Unidas Podemos cada vez se esfuerzan menos por disimularlo. Las fuerzas que vertebran el Gobierno de coalición colisionarán este martes en el Congreso de los Diputados durante el debate y la votación de la admisión a trámite de la reforma de la ley del solo sí es sí registrada por el socio mayoritario en solitario. La tensión está en máximos y un pacto que evite el golpe se antoja inviable en este momento. Las dos partes se centran ahora en amortiguar el impacto, de acuerdo con sus respectivas estrategias. La división advierte ya de nuevos enfrentamientos a propósito de la norma.

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