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El PSOE rompe con UP y espera el apoyo del PP para reformar la ley del sí es sí
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El PSOE rompe con UP y espera el apoyo del PP para reformar la ley del sí es sí

Unidas Podemos culpa al PSOE del fracaso de las negociaciones, que ambas partes prorrogaron para intentar que el Gobierno no abordara dividido la reforma para frenar las reducciones de penas de agresores sexuales

Foto: Pedro Sánchez en un evento del PSOE. (EFE/Fernando Villar)
Pedro Sánchez en un evento del PSOE. (EFE/Fernando Villar)

Ruptura en la coalición de Gobierno en una de las normas trascendentales de la legislatura. No hay acuerdo entre los socios sobre la modificación de la ley del solo sí es sí. El PSOE ha registrado este lunes en solitario en el Congreso de los Diputados su propuesta de reforma de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, la que fue la joya de la corona del Ministerio de Igualdad. Tras una semana de conversaciones e intercambio de propuestas, en la que el departamento de Irene Montero y los ministerios socialistas han buscado una salida pactada, el Gobierno no ha sido capaz de armar una respuesta conjunta para responder a la alarma social generada por las casi 400 revisiones de penas a agresores sexuales. Pedro Sánchez consuma así su golpe en la mesa y el Gobierno de coalición se agrieta en pleno ciclo electoral.

[Acceda aquí a la reforma presentada por el PSOE]

El portavoz de los socialistas, Patxi López, no ha querido dar por rotas las negociaciones, a la espera de que sus socios puedan presentar enmiendas y llegar a un acuerdo in extremis. Eso sí, unas negociaciones todavía abiertas, pero "no para seguir atascando" la reforma, ya que su objetivo es tramitarla con la mayor premura posible. Para ello se solicitará su tramitación urgente, con lo que se espera que el Congreso pueda votarla antes de finalizar este mes. Sin el apoyo de los morados, con los socios parlamentarios, cuyas negociaciones arrancarán ahora, no es suficiente para sacarla adelante. El PP ya ha dado muestras de su intención de apoyar la reforma, aunque desde el PSOE se cierran a negociar con Génova. "Con el PP no tenemos nada que negociar", ha concluido López, aun sin rechazar sus votos si finalmente son imprescindibles para facilitar la reforma.

La fórmula escogida por el PSOE, la única que, a su entender, permite subir las penas máximas para volver a las condenas anteriores a la reforma del Código Penal promovida por la ley del sí es sí, pasa por castigar con mayor dureza las agresiones sexuales en las que haya violencia e intimidación, o se haya anulado la voluntad de la víctima. Esta es la línea roja para Igualdad, que rechaza recuperar estos agravantes al considerar que van en contra de la esencia de la norma.

Foto: Félix Bolaños y Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

Se recupera la horquilla de entre uno y cinco años de prisión para agresiones sexuales en las que no haya penetración —un año más de máxima que en la norma en vigor—, y de entre seis y 12 cuando sí haya penetración, siempre que en la agresión haya habido violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima. Se ha construido sobre los cimientos de la propuesta del Ministerio de Justicia. Y, si bien inicialmente el PSOE pretendía registrar una reforma a la ley durante la pasada semana, con o sin acuerdo, ambas partes, que se acusan de estar enrocadas en sus posiciones, se dieron unos días más, incluyendo el fin de semana, para tratar de llegar a un acuerdo que, desde el principio, se antojaba muy difícil.

El plazo máximo ha llegado a su límite y el PSOE consumará su ultimátum, con la intención de que la reforma vaya al pleno del Congreso de la próxima semana a través de una tramitación de urgencia y se apruebe definitivamente en el plazo máximo de cinco semanas. Los últimos pasos para su aprobación coincidirían con el próximo 8-M. El consentimiento es la clave del desencuentro. Según se recoge en la exposición de motivos de la proposición de ley se asegura que esta iniciativa "no afecta al corazón de la norma, ya que se mantiene íntegra la definición del consentimiento y, por tanto, la esencia de la regulación de los delitos contra la libertad sexual".

Foto: Irene Montero, junto a Ione Belarra y Victoria Rosell, en el acto de Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

La tensión es máxima entre ambos socios de Gobierno. "El consentimiento no se toca", advirtió Montero este domingo, en un acto de su partido sobre la polémica ley. Desde Igualdad aseguran que el PSOE no les ha comunicado formalmente su decisión de proceder unilateralmente en el Congreso, y tildan de "inexplicable" que "decidan romper para presentar la misma propuesta que el PP y volver al esquema de la violencia o la intimidación". "Estamos preocupadas por que PP y PSOE sumen sus votos para volver al esquema de la violencia o la intimidación", afirman desde el ministerio de Montero, además de asegurar que harán "todo lo posible" para que el consentimiento "siga en el centro" de la norma.

El atrincheramiento de Podemos, que viene produciéndose desde que se profundizó el pulso con Yolanda Díaz por su papel en la candidatura de Sumar, a día de hoy sin resolver y sin descartarse concurrir por separado a las generales, era una de las razones que hacía temer este escenario de desacuerdo. Este choque entre los socios dibuja un final de la legislatura para la coalición convertida en un tripartito de facto y delimitando su campo de batalla electoral en el voto feminista.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante una intervención en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

A esta crisis en la coalición de Gobierno se suma el frente de la ley de bienestar animal, que este jueves llegará al punto de no retorno en su tramitación. La norma impulsada por Ione Belarra, avalada por el Consejo de Ministros y después enmendada por los socialistas aterriza en el pleno del Congreso este jueves, empujando a Unidas Podemos hacia una situación límite. Aunque la consigna en el socio minoritario es seguir negociando y presionar al PSOE para que rectifique, fuentes moradas asumen que el escenario más plausible es que tengan que asumir los cambios efectuados por el Partido Socialista.

Pese a este choque inédito entre los socios, tanto en Ferraz como en la Moncloa descartan que sus socios den un golpe en la mesa en forma de ruptura. "No se van a ir del Ejecutivo", vaticinaba ya la pasada semana un ministro socialista en referencia a la titular de Igualdad y la otra ministra morada de la coalición, Ione Belarra. Una aseveración que se completa negando que esté en los planes de Pedro Sánchez provocar una crisis de Gobierno. La lectura que ha trasladado en varias ocasiones el propio presidente es que quien fuerce la desestabilización será castigado en las urnas, echando mano del ejemplo portugués.

Ruptura en la coalición de Gobierno en una de las normas trascendentales de la legislatura. No hay acuerdo entre los socios sobre la modificación de la ley del solo sí es sí. El PSOE ha registrado este lunes en solitario en el Congreso de los Diputados su propuesta de reforma de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, la que fue la joya de la corona del Ministerio de Igualdad. Tras una semana de conversaciones e intercambio de propuestas, en la que el departamento de Irene Montero y los ministerios socialistas han buscado una salida pactada, el Gobierno no ha sido capaz de armar una respuesta conjunta para responder a la alarma social generada por las casi 400 revisiones de penas a agresores sexuales. Pedro Sánchez consuma así su golpe en la mesa y el Gobierno de coalición se agrieta en pleno ciclo electoral.

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