Podemos acusa al PSOE de "traición al feminismo" y Ferraz busca 'in extremis' el pacto en la ley del solo sí es sí

Podemos redobla la ofensiva contra el PSOE a las puertas de que se debata por primera vez en el Congreso la reforma socialista de la ley del sólo sí es sí, y apenas 48 horas antes del 8-M. Desde que los socialistas registraron unilateralmente su proposición de ley, que empezará a tramitarse este martes, la coalición vive inmersa en un estado de tensión, reproches y recelos casi permanente. El partido morado ha acusado este lunes al PSOE de cometer un acto de "traición" al movimiento feminista, a las puertas del Día de la Mujer; también le ha reprochado su falta de voluntad para buscar una reforma pactada. En esa escalada, Podemos ha incidido en que, si no hay acuerdo, este martes su socio protagonizará la "votación de la vergüenza", al sumar sus votos con PP y Vox para sacar adelante su propuesta.

Pese al aumento de los decibelios, Alejandra Jacinto, coportavoz de la formación, ha reconocido que no romperán la coalición, justificándose en que aún tienen que impulsar varias medidas de su agenda legislativa. En la rueda de prensa de este lunes, Jacinto ha tratado de atribuir toda la responsabilidad del fracaso de estas negociaciones entre PSOE y UP al socio mayoritario, y es en este terreno, en el de cargarse mutuamente la culpa, donde se encuentra ahora dos fuerzas que ven casi imposible un acuerdo antes de la votación de admisión a trámite, este martes. Las rebajas de penas a agresores sexuales tras la entrada en vigor de la ley han sacudido fuertemente al Ejecutivo, cuyas dos almas compiten por la bandera de los avances feministas.

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El viernes, Podemos elevó su órdago al PSOE y anticipó que, si no se produce el pacto con Igualdad, su grupo parlamentario votará en bloque contra esta reforma. En la mañana de este lunes, Jacinto ha reiterado que la propuesta de los socialistas es un "retroceso", porque a su entender supone volver al Código Penal de la sentencia inicial "vergonzante" del caso La Manada, al no blindar el consentimiento como "corazón" de la ley.

Asumido este escenario, la coportavoz morada ha golpeado a sus socios tildando de "lamentable" su actitud, criticando que cedan a las "presiones" de la derecha, los partidos "antifeministas", y ha exigido a sus socios que "recapaciten". Incluso, Jacinto ha cuestionado si los parlamentarios de la bancada socialista se sumarán a la celebración de este "retroceso", como sostiene que harán PP y Vox. Podemos es plenamente consciente de hasta que punto irrita a sus socios que los equiparen a la derecha, como son conscientes de que irrita sobremanera entre los socialistas que los morados aseguren que "les tiemblan las piernas" y ceden a presiones.

El PSOE busca pactos in extremis

Por su parte, desde el PSOE no han querido entrar a responder a sus socios para seguir centrando el mensaje en que la prioridad de la reforma "son las víctimas, que necesitan de esa ley integral que las proteja y no seguir viendo como se ha reducido la condena a tantos agresores". "Aquí no hay que perderse en ciertos comentarios, o ciertas palabras, la prioridad clara son las víctimas", afirmaba la portavoz del partido y ministra de Educación, Pilar Alegría. Incluso ha concluido que "el feminismo, en lo esencial, y a pesar de algunos, está unido".

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Los socialistas defienden que ante la reducción penas deben buscarse soluciones y, en esta línea, fuentes de la dirección del partido avanzan que están apurando las negociaciones con otros socios de investidura para no quedarse solos con la derecha. Eso sí, ya no se rechazan los votos del PP y se intentará sumar al máximo número de grupos, "independientemente de lo que votaran" en la tramitación de la polémica ley. Hasta el momento, en el bloque de investidura únicamente han recabado el apoyo del PNV.

Dentro y fuera de cámara, el PSOE evita ahora la confrontación con su socio, pero sí exige "prudencia a quien "ha tenido responsabilidades tan importantes de Gobierno", cuestionada por las últimas declaraciones de Pablo Iglesias. El domingo, Iglesias apuntó que los socialistas podrían encontrar rechazo en las calles el 8-M -"A ver qué se encuentran"-, sólo un día después de "tumbar" la ley del sí es sí. Más, afirmaba, tras haber tenido que expulsar a Juan Bernardo Fuentes, en el marco del caso Mediador, "por corrupto y por putero".

Alegría no quiso valorar las declaraciones del exvicepresidente y exsecretario general de Podemos, directas al estómago de un partido que vive en crisis desde el estallido del caso Mediador, y en el que preocupa profundamente el impacto que los efectos del sí es sí puedan tener en las urnas el 28-M.