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Montero se enroca en la ley del 'solo sí es sí' y el PP ofrece sus votos a Sánchez para cambiarla
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EL PSOE BUSCA MODIFICARLA

Montero se enroca en la ley del 'solo sí es sí' y el PP ofrece sus votos a Sánchez para cambiarla

La ministra de Igualdad insiste en que hará "todo lo posible para proteger el corazón" de la polémica norma después de que el Gobierno reconociera que es necesario modificarla

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Cati Cladera)
La ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Cati Cladera)

Irene Montero camina entre dos aguas con la ley del solo sí es sí. El ala socialista del Gobierno ya no esconde su intención de modificar lo antes posible la polémica norma para evitar sus "efectos indeseados”, pero la ministra de Igualdad ha decidido encastillarse, al menos en sus manifestaciones en público, en una férrea defensa de su proyecto estrella de la legislatura.

Esta mañana, en un acto celebrado en Lanzarote, la titular de la cartera ha asegurado a sus bases que hará "todo lo posible para mantener el corazón de la ley del solo sí es sí", pero, a su vez, también ha indicado que hará todo lo que esté en su mano "para proteger el Gobierno de coalición".

Foto: La cúpula del Minsiterio de Igualdad. (EFE/Chema Moya)

Difícil equilibrio, salvo que finalmente, y después de meses de polémica -y también de un goteo incesante de rebajas de penas para agresores sexuales-, transija con las intenciones de los socialistas. Ayer, sin ir más lejos, el Ejecutivo admitió que es necesario "abordar" la situación para evitar esos efectos indeseados. Sin embargo, Montero se ha enrocado en "garantizar la ley del solo sí es sí" y "proteger el corazón" de la norma.

"Vamos a proteger juntas la ley del solo sí es sí y garantizar que el consentimiento siga en el centro del Código Penal", ha manifestado la ministra de Igualdad, que también ha cargado contra el PP por ofrecer sus votos a Sánchez para pactar "la vuelta al modelo anterior".

Foto: Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

En la otra punta de España, el portavoz de los populares, Borja Sémper, ha insistido en el ofrecimiento “sin condiciones” a los socialistas en virtud de la necesidad de "cambiar ya" la ley; y también ha reclamado la dimisión inmediata de Montero: "Quien se tiene que ir a la calle es la ministra".

Las críticas para Montero han llegado también desde la izquierda y Rita Maestre, candidata de Más Madrid al Consistorio de la capital, se ha mostrado igualmente partidaria de modificar la norma "de forma inmediata" si genera problemas.

Distintas versiones

Las palabras de hoy de Montero, cerrándose en banda a tocar los aspectos más delicados del texto, contrastan con la sintonía que otros miembros del Ejecutivo, concretamente Yolanda Díaz y Miquel Iceta, mostraron anoche en la fiesta de los Premios Feroz en Zaragoza a la hora de abordar cambios. Ambos defendieron la unidad entre las distintas sensibilidades del Consejo de Ministros en este sentido y avanzaron que, si se toca la ley, será con acuerdo de ambas partes.

Precisamente por eso, la inflexibilidad de la ministra de Igualdad genera fricción con las intenciones de los socialistas. "Hemos constatado algunos efectos indeseados y conocemos y compartimos la preocupación social ante este tema", advirtieron ayer fuentes de Moncloa, que ahondaron en la necesidad de modificar el texto legal: "Se está haciendo un trabajo muy serio y riguroso desde que se conocieron las primeras resoluciones judiciales para garantizar que no vuelva a suceder, resolviendo a futuro los problemas detectados".

Por su parte, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, evitó responder al ofrecimiento del PP, aunque advirtió -sin mencionar expresamente la polémica por la ley del 'solo sí es sí'- que no aceptarán "ni un milímetro de retroceso en los derechos de las mujeres".

Irene Montero camina entre dos aguas con la ley del solo sí es sí. El ala socialista del Gobierno ya no esconde su intención de modificar lo antes posible la polémica norma para evitar sus "efectos indeseados”, pero la ministra de Igualdad ha decidido encastillarse, al menos en sus manifestaciones en público, en una férrea defensa de su proyecto estrella de la legislatura.

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